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lunes, 9 de agosto de 2010

Lesoto

Lesoto (nombre oficial en inglés, Kingdom of Lesotho; en sesotho, Muso oa Lesotho, Reino de Lesoto), antigua Basutolandia, pequeño país sin salida al mar, enclavado en la República de Sudáfrica. El reino de Lesoto es montañoso y tiene una superficie total de 30.355 km². La capital de Lesoto es Maseru.

En el oeste, las Tierras Bajas ocupan aproximadamente un tercio del país y su altitud varía entre 1.525 y 1.830 m. Aquí se localizan la mayoría de los terrenos cultivables de Lesoto, aunque sus suelos son más pobres que los de las Tierras Altas. El terreno se eleva hacia el este hasta las estribaciones de las montañas, que ocupan dos tercios del país y alcanzan alturas de más de 3.350 m en la frontera oriental con Sudáfrica. Las montañas Drakensberg se extienden de noreste a este y los montes Maloti, de noreste a sureste. El río Orange nace en las Tierras Altas de Lesoto. Su clima es templado, con gran amplitud térmica estacional y diaria. En las tierras bajas las temperaturas máximas varían desde los 32,2 °C en verano a los -6,7 °C en invierno; los promedios son de 25 °C y de 15 °C respectivamente. Las amplitudes térmicas de las temperaturas son mucho mayores en las Tierras Altas. En el invierno son comunes las heladas en las Tierras Bajas, al igual que las nevadas en las Tierras Altas. Las precipitaciones aparecen en mayor cantidad entre octubre y abril; registran 760 mm de promedio anual en las Tierras Bajas y de 1.905 mm en las Tierras Altas. Son frecuentes las sequías estacionales.

Lesoto tiene pocos recursos naturales. Sólo el 11% de la tierra es cultivable y toda su superficie ya está utilizada. La presión de la población en el oeste, donde se concentra la tierra cultivable, ha dado lugar al agotamiento del suelo por una explotación excesiva del mismo. El ganado que se alimenta de los pastos de altura es la fuente de riqueza tradicional. Hay depósitos de diamantes, pero su explotación a gran escala finalizó a principios de la década de 1980. Actualmente, se considera que el agua es el recurso natural más importante de Lesoto. Desde finales de la década de 1980, se han venido construyendo en las montañas una serie de presas y túneles, proyectados en el Plan de Aguas de las Tierras Altas. Lesoto abastecerá de agua las áreas industriales de Sudáfrica, lo que generará ingresos sustanciosos para el país. El componente hidroenergético hará que Lesoto se autoabastezca de electricidad; en la actualidad, casi toda la electricidad del país tiene que ser importada de Sudáfrica. La primera fase del Plan de Aguas de las Tierras Altas, que ha ocasionado una considerable preocupación entre los expertos sobre medioambiente, se cree que se completará alrededor del año 2000 y se finalizará en 2017.

Gran parte de Lesoto está dedicada permanentemente al pastoreo, y existe un problema de erosión debido al incontrolado abuso de esta actividad. El bajo contenido orgánico de gran parte del suelo lo hace poco fértil, y el crecimiento de la población aumenta aún más la presión sobre las tierras de cultivo. Aunque en Lesoto no hay bosques, se ha llevado a cabo una escasa reforestación. Sin embargo, es insuficiente para responder a la creciente demanda de leña, que cubre una gran parte de las necesidades energéticas del país. Sólo alrededor de la mitad de la población tiene acceso al agua potable.

Casi todos los habitantes (el 99%) de Lesoto son de la etnia sotho y el 82% viven en áreas rurales. Los pocos residentes europeos y asiáticos son funcionarios públicos, gente de negocios, trabajadores y misioneros.

El inglés y el sesotho, una lengua bantú, son los idiomas oficiales de Lesoto. Aproximadamente, el 93% de la población de Lesoto son cristianos, principalmente católicos, evangélicos y anglicanos. El resto practica creencias tradicionales.
La educación es obligatoria entre los 6 y los 12 años y gratuita en el primer nivel. En 2000, 411.045 alumnos se inscribieron en 1.283 escuelas primarias y 74.133 estudiantes asistieron a las escuelas secundarias. En 2002–2003 todas las niñas en edad escolar y el 125% de los niños se incorporaron a las escuelas primarias; en las escuelas secundarias la proporción era de un 39% de la población femenina en edad escolar y un 30% de la población masculina. La tasa media de alfabetización es del 85,7%, una de las mayores de África: el 95,1% de la población femenina adulta y el 75,8% de la masculina saben leer y escribir. La Universidad Nacional de Lesoto (fundada en 1966), tenía 6.108 estudiantes y 380 profesores en 2002–2003. En Maseru se encuentra la Escuela Universitaria de Agricultura de Lesoto (1955).
Lesoto es uno de los países menos desarrollados del mundo y su economía depende de Sudáfrica. En 2004 el producto interior bruto (PIB) de Lesoto era de 1.494 millones de dólares (según estimaciones del Banco Mundial), lo que equivale a 749,10 dólares per cápita. Aproximadamente el 57% de la población activa que no emigra depende de la agricultura, que aporta un 16,3% del producto interior bruto (PIB). Con el fin de diversificar la economía y las exportaciones se intentó desarrollar la industria con éxito, pero ni creó suficientes empleos nuevos, ni redujo la presión sobre la tierra, ni mantuvo el ritmo de crecimiento de la población. Este sector aportaba el 43,2% del PIB en 2006. El turismo, particularmente el procedente de Sudáfrica, aumentó de manera muy rápida en la década de 1980. Estos avances tan sólo han reducido de manera parcial la dependencia económica de los envíos de dinero que realizan los trabajadores emigrantes, han cubierto un importante déficit comercial y han permitido que Lesoto tuviera un pequeño excedente en la balanza de pagos. También supone gran parte de los ingresos de aproximadamente el 60% de las familias del país. El aumento del desempleo de los trabajadores emigrantes a Sudáfrica a finales de la década de 1980 agravó los problemas causados por la ausencia de ofertas de trabajo en Lesoto; se estimó que casi el 40% de la población activa estaba desempleada a principios de la década de los noventa.
Lesoto ha tenido casi siempre un presupuesto deficitario. Sin embargo, la introducción de un programa de reforma económica de cuatro años en 1990 permitió al gobierno reducir el déficit a menos del 1 por ciento del producto nacional bruto, comparado con el 10% de finales de la década de los ochenta.
La unidad monetaria de Lesoto es el loti (en plural: maloti), que se divide en 100 lisente (6,80 maloti equivalían a 1 dólar en 2006). Lesoto, junto con Namibia, Suazilandia y Sudáfrica, es miembro del Área Monetaria Común. Esto quiere decir que se fija el valor de su moneda en función del rand de Sudáfrica y los porcentajes de los intereses bancarios están unidos a los de este país. La mayor parte del comercio se realiza con Sudáfrica, a través de la Unión Aduanera de África Meridional (UAAM). Los pagos a los países integrantes de la UAAM, que también engloba a Botsuana y a Suazilandia, se basan en el porcentaje que aporta cada país al comercio de la UAAM; los tres países reciben remuneraciones extras como un factor de compensación por su pérdida de independencia comercial. A principios de la década de 1990, las importaciones consistían principalmente en alimentos, equipamiento de transporte, maquinaria y combustible. Las exportaciones más importantes fueron ropa, alimentos, manufacturas básicas, productos químicos y lana; la exportación de ropa supone el 34% del total de las exportaciones. Las primeras ventas de agua a Sudáfrica procedente del Plan de Aguas de las Tierras Altas comenzaron a finales de 1996. Los gastos por importaciones han crecido con mayor rapidez que las ganancias de las exportaciones, lo que ha ocasionado un incremento en el déficit comercial. En 2002 las importaciones se valoraron en 800 millones de dólares y las exportaciones en 358 millones de dólares.

En 1999 Lesoto tenía 5.940 km de carreteras, pero sólo el 18% estaban pavimentadas. Se están construyendo aproximadamente 300 km de nuevas carreteras en las montañas para favorecer el Plan de Aguas de las Tierras Altas. La existencia de una red de pistas de aterrizaje tiene gran importancia en la comunicación con esas zonas remotas. El nuevo aeropuerto internacional de Maseru se terminó a mediados de la década de 1980. Maseru está unida con Sudáfrica por ferrocarril.

La primera Constitución de Lesoto entró en vigor con la independencia en octubre de 1966 y se suspendió en enero de 1970. Después de la vuelta al sistema de gobierno democrático en marzo de 1993 se promulgó una nueva Constitución; en ella se establecía la figura de un monarca hereditario, que es el máximo representante del Estado, pero que no posee poder ejecutivo ni legislativo. Un gabinete encabezado por el primer ministro ejerce el poder ejecutivo, mientras que la Asamblea Nacional, una cámara con 80 miembros, ejerce el poder legislativo. Las elecciones se celebran cada cinco años mediante sufragio universal y en el contexto de un sistema político multipartidista. La ley tradicional autoriza a una asamblea de jefes a elegir o a destituir al rey por votación mayoritaria. Lesoto tiene 10 distritos administrativos, subdivididos en distritos electorales, que están presididos por jefes hereditarios y administrados por coordinadores de distrito.

Los habitantes originarios de la región fueron los san (antiguamente llamados bushmen). Los grupos sotho (basuto) comenzaron a llegar en el siglo XVIII. Durante el Mfecane, una guerra de principios del siglo XIX que afectó al África austral, Moshoeshoe I, por entonces uno de los jefes sotho, unificó al pueblo sotho y en 1824 fundó su cuartel general en la colina llamada Thaba Bosiu. Desde entonces, y hasta su muerte en 1870, Moshoeshoe I fue el dirigente indiscutible de los sotho y, como jefe supremo, asoció a sus sucesores al trono. Desde 1838 Moshoeshoe I se enfrentó a la expansión de los bóers en numerosas luchas fronterizas.
A pesar del éxito inicial, la situación comenzó a volverse en contra de los sotho y, después de muchas peticiones de Moshoeshoe I al gobierno británico, su reino se convirtió en la colonia británica de Basutolandia en 1868 y en 1871 fue puesto bajo el control de la Colonia de El Cabo. Los sotho rechazaron ser gobernados por los colonos blancos y, después de una guerra, Gran Bretaña reasumió el control directo en 1884. El gobierno británico abandonó al pueblo sotho, asumiendo la eventual incorporación de Basutolandia a la Unión Sudafricana tal y como establecía la South African Act en 1910. Los jefes sotho rechazaron esta ley, especialmente después del establecimiento oficial del apartheid en la Unión Sudafricana en 1948.
La fundación del Partido del Congreso de Basutolandia (Basutholand, Congress Party, BCP) en 1952 marcó el comienzo de la independencia para Lesoto. En oposición a las peticiones sudafricanas para tomar posesión de esta área, los británicos pidieron conversaciones constitucionales y establecieron un consejo legislativo electo; el BCP ganó las elecciones que tuvieron lugar en 1960.
En las elecciones de 1965 el Partido Nacional de Basutolandia (Basutholand National Party, BNP), fundado en 1958, ganó por mayoría y su dirigente, el jefe Joseph Leabua Jonathan, se convirtió en el primer ministro. Basutolandia se independizó, en el ámbito de la Commonwealth, con el nombre de Lesoto el 4 de octubre de 1966. Los dirigentes de Lesoto tuvieron que buscar una fórmula de convivencia con la ya proclamada (1961) República de Sudáfrica, y Jonathan, mientras rechazaba el apartheid, hacía campaña en favor del pragmatismo. Inicialmente, tuvo el respaldo de Sudáfrica; solamente se permitió que el BNP hiciera campaña en Sudáfrica entre los trabajadores emigrantes. Con la independencia de Lesoto se instauró la monarquía y el gran jefe, Moshoeshoe II, se convirtió en rey del nuevo Estado. El nuevo monarca deseaba desempeñar un papel más importante que el meramente ceremonial, pero sus intentos para aumentar sus prerrogativas provocaron en Jonathan una fuerte reacción, por lo que fue confinado en su palacio y obligado a firmar un compromiso para abdicar en caso de que volviera a inmiscuirse en los asuntos políticos.
En las primeras elecciones generales tras la independencia, celebradas en enero de 1970, el BCP triunfó cómodamente. Jonathan respondió anulando las elecciones y declarando el estado de excepción. El BCP, el Partido Comunista y el Partido Monárquico fueron declarados ilegales; se suspendió la Constitución, fue disuelto el Parlamento y Moshoeshe II hubo de exiliarse en los Países Bajos. Jonathan gobernó por decreto hasta 1973, fecha en la que se estableció una Asamblea Nacional provisional de miembros propuestos. Supuestos seguidores del BCP organizaron un levantamiento armado en 1974. Al fracasar las revueltas, los dirigentes del BCP que no huyeron formaron una fracción armada, el Ejército de Liberación de Lesoto, que se enfrentó varias veces con la policía durante los años siguientes. Jonathan, cuyas relaciones con Sudáfrica habían cesado repentinamente, acusó al gobierno sudafricano de proteger a los rebeldes.
Las relaciones con Sudáfrica se volvieron incluso más tensas durante la década de 1980, cuando Jonathan se negó a expulsar de Lesoto a los miembros exiliados del Congreso Nacional Africano (ANC), por entonces prohibido en Sudáfrica. En diciembre de 1982 el ejército sudafricano cruzó las fronteras, atacó los locales del ANC en Maseru y mató a más de 40 personas. Una segunda incursión en 1985 dejó un saldo de nueve muertos.
En 1986 un incruento golpe de Estado militar, dirigido por el general Justin Lekhanya y promovido por el gobierno sudafricano derrocó a Jonathan. El rey Moshoeshoe II reasumió los poderes ejecutivo y legislativo, aunque en la práctica los ejerció un gobierno cívico-militar dirigido por el propio Lekhanya. Después de una fuerte pugna con el consejo, Moshoeshoe II fue depuesto en marzo de 1990. Los jefes eligieron a su primogénito, el príncipe Mohato Seeisa, para sucederle con el nombre de Letsie III en noviembre de ese año. En abril de 1990 el consejo militar depuso a Lekhanya. Poco después, el consejo anunció elecciones multipartidistas que tendrían lugar en 1992; al mismo tiempo quedó anulada la prohibición de toda actividad política, que se venía practicando desde 1986. Las elecciones no se celebraron hasta marzo de 1993 y concluyeron con la victoria abrumadora del BCP que consiguió 65 escaños en la nueva Asamblea Nacional, convirtiéndose su líder, Ntsu Mojehle, en el primer ministro.
En agosto de 1994 Letsie III suspendió la Constitución, disolvió el Parlamento y destituyó al gobierno, en un movimiento que fue visto como parte de una campaña para la restitución de su padre, Moshoeshoe II, como rey. Al mes siguiente, después de la intervención de Botsuana, la República de Sudáfrica y Zimbabue, Letsie III reinstauró las instituciones antes abolidas en un acuerdo que aseguraba su propia abdicación en favor de su padre. Moshoeshoe II regresó a principios de 1995 y fue repuesto en el trono el 25 de enero, después de la abdicación voluntaria de Letsie III, que volvió a su papel de príncipe.
En septiembre de 1998 unos 600 soldados sudafricanos, apoyados por carros de combate y helicópteros, entraron en Lesoto para apoyar al gobierno del primer ministro, Pakalitha Mosisili, que había pedido la intervención militar, y poner fin a varias semanas de protestas callejeras, a las que se sumó parte del Ejército, por presunto fraude electoral. Botsuana envió también a 300 hombres. Desde agosto la oposición exigía la dimisión del ejecutivo, al que acusaba de alterar los resultados de las elecciones de mayo, que le dieron 79 de los 80 escaños en disputa.
Un mes después de iniciarse las protestas y la caótica intervención de Sudáfrica, gobierno y oposición de Lesoto acordaron reformar el sistema electoral y convocar elecciones en los 18 meses siguientes. El acuerdo, anunciado el 14 de octubre, establecía, asimismo, que tanto el gobernante Congreso Lesoto por la Democracia (LCD en sus siglas en inglés) y los partidos opositores debían intentar constituir un órgano de transición que preparara los comicios previstos. Sudáfrica jugó un destacado papel en la consecución del acuerdo, negociado bajo la supervisión de la Comunidad para el Desarrollo de África del Sur (SADC), organización dedicada a promover las relaciones entre los países de la región.