Libia (nombre oficial, Al-Jamahiriyya al-'Arabiyya al-Libiyya ash-Sha'biyya al-Ishtirakiyya al-'Uzma, Gran República Árabe Libia Popular y Socialista), república del norte de África que comprende las antiguas colonias italianas de Tripolitania, Cirenaica y Fezzan. Limita al norte con el mar Mediterráneo, al este con Egipto, al sureste con Sudán, al sur con Chad y Níger, al oeste con Argelia y al noroeste con Tunicia. La superficie de Libia, uno de los países más extensos de África, es de 1.757.000 kilómetros cuadrados.
El desierto, las llanuras pedregosas y los mares de arena ocupan aproximadamente el 95% de la superficie de Libia. Al noreste y noroeste del país hay dos pequeñas áreas de colinas de unos 915 m de altitud. Hacia el sur el terreno se eleva hasta el macizo Tibesti que se extiende a lo largo de la frontera con Chad. Tiene 1.770 km de costa.
Libia se caracteriza por unas condiciones climáticas de calor y aridez extremas. Las regiones de desierto y subdesierto reciben pocas precipitaciones. En la costa, la precipitación raramente supera los 380 mm anuales.
La mayor parte de la superficie de Libia está desprovista de vegetación o sólo aparece de forma dispersa. En los oasis esparcidos crecen palmeras datileras, olivos y naranjos, y en las áreas elevadas encontramos juníperos y lentiscos. Entre los animales salvajes destacan los roedores del desierto, las hienas, las gacelas y los gatos monteses. También son comunes las águilas, los halcones y los buitres.
La población nativa de Libia es principalmente de origen bereber y árabe; entre el 15 y el 20% de la población está compuesta por trabajadores extranjeros y sus familias. Alrededor del 87% de la población vive en áreas urbanas, aunque algunos libios todavía viven en grupos nómadas o seminómadas.
El islam es la religión oficial del Estado, y aproximadamente el 97% de los libios son musulmanes suníes. Una pequeña parte de la población es católica. El idioma oficial es el árabe, aunque también se habla el bereber y se utiliza el inglés y el italiano en ámbitos comerciales.
Libia era tradicionalmente un país agrario, aunque la agricultura estaba restringida, en un principio, a las regiones costeras. La ganadería de subsistencia era también importante. El descubrimiento del petróleo a finales de la década de 1950 supuso un profundo cambio en su economía: el producto interior bruto (PIB) ascendió de 1.500 millones de dólares estadounidenses en 1965 a 25.400 millones en 1985 y, entre 1965 y 1980, la economía creció una media anual del 4,2%. El descenso de los beneficios del petróleo en la década de 1980 obligó a recortar los programas de desarrollo, y los ingresos per cápita descendieron al menos un 25%. A finales de la década de 1980, Libia tenía un producto nacional bruto de 23.300 millones de dólares (cifra del Banco Mundial según precios de 1987-1989) que equivalían a 5.310 dólares per cápita. El presupuesto anual estimado a principios de la década de 1990 indicaba unos ingresos de 6.900 millones de dólares y unos gastos de 8.600 millones de dólares.
La unidad monetaria de Libia es el dinar libio dividido en 1.000 dirhams (1,30 dinares equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El banco emisor es el Banco Central de Libia (1955), que también supervisa el sistema financiero y regula los créditos. En 1972 se estableció el Banco Exterior Árabe de Libia para gestionar las inversiones en el exterior.
Fenicia fundó colonias en la costa de la Tripolitania, que después conquistó Cartago en el siglo VI a.C. Posteriormente los griegos establecieron asentamientos en Cirenaica. El historiador griego Herodoto, en el siglo V a.C., describió al pueblo de los garamantes de Fezzan, como agricultores sedentarios que utilizaban carros tirados por caballos en sus batallas. Este hecho se verificó en el siglo XX gracias a un descubrimiento de arte rupestre en el Jabal Akakus en el Fezzan occidental y en el Jabal al-Uwaynat cerca de la frontera con Egipto. Después, Libia se convirtió en provincia romana, hasta que fue conquistada por los vándalos en el 455 d.C. Después de la reconquista llevada a cabo por el Imperio bizantino en el siglo siguiente, la región cayó bajo la órbita árabe en el 643.
Gobernadas sucesivamente por las dinastías de los Omeyas, de los Fatimíes y de los bereberes, las regiones históricas de Trípoli y Cirenaica fueron parcialmente conquistadas por los normandos en 1146 que pronto las abandonaron al control de los almohades. Durante los siglos siguientes, los distintos territorios libios cambiaron frecuentemente de manos: el emperador Carlos V cedió el territorio a los caballeros de Malta, quienes perdieron el territorio que se convirtió en núcleo de piratas berberiscos en 1515, hasta que el Imperio otomano la conquistó finalmente unos años después.
A principios del siglo XIX la secta puritana sanusí se desarrolló en el interior del país. Los sanusíes encabezaron la resistencia contra los italianos, cuando éstos comenzaron la conquista de Libia en 1911. Turquía renunció a sus derechos sobre Libia en el Tratado de Lausana (1912), a favor de Italia, pero los sanusíes se resistieron a la invasión italiana hasta 1931.
Durante la II Guerra Mundial, Libia se convirtió en el escenario de intensas batallas en el desierto entre los ejércitos italo-germanos y las fuerzas aliadas. Después de la expulsión de las tropas del Eje en 1943, Francia y Gran Bretaña tomaron el control del país. El 21 de noviembre de 1949, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que garantizaba la independencia de Libia, la cual entró en vigor el 1 de enero de 1952.
La Asamblea Nacional, compuesta por un número igual de delegados de Cirenaica, Tripolitania y Fezzan, se reunió en Trípoli en 1950 y designó rey a Muhammad Idris al-Sanusi, emir de la Cirenaica y dirigente de la secta sanusí. La Asamblea promulgó la Constitución el 7 de octubre de 1951. El 24 de diciembre el emir, ya con la denominación regia de Idris I, proclamó la independencia del Reino Unido de Libia. En febrero de 1952 se celebraron elecciones y el Parlamento se reunió por primera vez en marzo. Libia se incorporó a la Liga Árabe en 1953 y a las Naciones Unidas en 1955. En 1963 se reforzó la Constitución para conceder el sufragio femenino y convertir a Libia en un Estado unitario, abandonando su primigenia estructura federal.
El Reino Unido y Francia acordaron conceder ayuda financiera al nuevo Estado a cambio de mantener sus instalaciones militares en el mismo. Estados Unidos, que deseaban mantener su base aérea de Wheelus Field, cercana a Trípoli, también prometieron asistencia económica y técnica. Libia estableció relaciones diplomáticas con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1956 pero rechazó las ofertas soviéticas de ayuda económica. En 1964 comenzaron las negociaciones entre Libia por un lado y Estados Unidos y Reino Unido por otro para acordar la retirada de tropas y el cierre de las bases aéreas. Los últimos contingentes de tropas británicas y estadounidenses abandonaron en 1970 el país.
Libia no participó en 1967 en la guerra de los Seis Días contra Israel, pero apoyó a la Liga Árabe y proporcionó ayuda financiera tras el conflicto a Jordania y a la República Árabe Unida (nombre que conservó oficialmente Egipto hasta 1971 y que fue adoptado en 1958 tras federarse políticamente con Siria, aún cuando esta última abandonara la unión en 1961).
A principios de la década de 1950, el desarrollo de la industria del petróleo experimentó un rápido progreso y Libia gozó de un periodo de prosperidad. En 1956 el gobierno libio garantizó la concesión de 5.668.000 ha a dos compañías petroleras estadounidenses. En 1961 el rey Idris inauguró un oleoducto de 167 km que unía los principales campos petrolíferos del interior con el mar Mediterráneo. Las nuevas instalaciones hicieron posible la exportación del crudo libio. En ese mismo año un decreto real estipuló que en futuros acuerdos con las compañías petrolíferas los márgenes de beneficios gubernamentales se incrementarían del 50% al 70%. A finales de la década de 1960, numerosas compañías petrolíferas de varios países habían adquirido las concesiones oficiales, por lo que la producción de crudo alcanzó más de 85 millones de barriles mensuales.
Una nueva era en la historia de Libia comenzó el 1 de septiembre de 1969, cuando un grupo de jóvenes oficiales derrocaron la monarquía y establecieron la Jamahiriyah (República) Árabe de Libia Popular y Socialista.
El Consejo del Mando de la Revolución (órgano gubernamental del nuevo régimen), presidido por el coronel Muammar al-Gaddafi, mostró la determinación de desempeñar un papel más importante en los asuntos de Oriente Próximo y del norte de África. En septiembre de 1971, Egipto, Libia y Siria acordaron su federación en una Unión Socialista Árabe para conseguir una ventaja militar mutua contra Israel. Este y otro acuerdo posterior para formar una unión con Túnez, fueron abandonados en 1974.
En política interior, el régimen de Gaddafi decretó la nacionalización de empresas comerciales y de la banca. Se alcanzó un acuerdo con las compañías petrolíferas extranjeras que incrementaron las ganancias anuales procedentes del crudo libio en 770 millones de dólares. A pesar de esto, a principios de la década de 1970, también fueron nacionalizados los recursos petrolíferos del país. Incluso después de la guerra del Yom Kipur de 1973, Gaddafi instó a los socios árabes a que cesaran sus exportaciones de petróleo, tan vital para los países industrializados de Occidente, a aquellos Estados que apoyaran a Israel. Después de la guerra, Libia se unió al embargo de la exportación petrolífera a Occidente e impuso precios más altos a los países importadores.
Bajo la dirección de Gaddafi, Libia desempeñó un papel más activo no sólo en los asuntos árabes sino también en otros ámbitos de la política internacional. Opuesto a la iniciativa de paz con Israel del presidente egipcio Anwar al-Sadat, sellada en los Acuerdos de Camp David, Libia tomó parte decisiva, junto a Siria, en el también llamado 'frente de rechazo' en 1978. Su apoyo a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) más tarde se extendió a la concesión de ayudas económicas solapadas para grupos revolucionarios de otros países, algunos de los cuales utilizaban métodos terroristas indiscriminados en sus actividades. Durante el mismo periodo, el ejército libio intervino en una guerra civil en el país vecino de Chad. El tratado de paz con Chad en 1989 se firmó.
Las relaciones de Libia con Estados Unidos se deterioraron a principios de la década de 1980. En 1981 dos aviones de la Armada de Estados Unidos derribaron a dos aviones de combate libios sobre el golfo de Sidra, que Libia reclamaba como aguas territoriales, lo que suponía cerrar ese espacio a la navegación internacional. En 1982 Estados Unidos impuso un embargo a las importaciones de crudo libio. En marzo de 1986 otro choque en el golfo de Sidra acabó con el resultado de dos barcos libios destruidos por barcos de la VII Flota de Estados Unidos. En abril, en respuesta a varios atentados que sufrieron soldados estadounidenses en Europa el presidente estadounidense Ronald Reagan ordenó el bombardeo de Libia, a quien acusó de ser el garante de los grupos terroristas antiestadounidenses que operaban, principalmente, en el continente europeo. Estos bombardeos, aunque fueron dirigidos a centros militares, causaron daños entre la población civil, incluida la casa de Gaddafi falleciendo su hija menor.
En 1991, durante la guerra del Golfo Pérsico, Libia pidió moderación oponiéndose tanto a la invasión de Kuwait por parte de Irak como al posterior uso de la fuerza contra este último. Las relaciones con Egipto se fortalecieron durante 1991, pero empeoraron con Estados Unidos, especialmente en 1992, cuando Libia fue acusada de fabricar armas químicas. En abril de ese año el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impuso el bloqueo aéreo y militar contra Libia por negarse a extraditar a los dos hombres sospechosos de colocar una bomba en 1988 en un vuelo de la Pan American sobre Lockerbie, en Escocia. Estas sanciones se renovaron en 1993, 1994 y 1995 en respuesta a las continuas negativas libias. En abril de 1995 un avión libio, con respaldo oficial, quebrantó las sanciones de las Naciones Unidas y llevó 150 peregrinos a Jiddah, en Arabia Saudi en la peregrinación anual del hach; se llegó a un compromiso que permitía a los peregrinos viajar en vuelos de líneas egipcias.
En 1994 el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas falló a favor de la plena soberanía de Chad sobre la franja de Aozú, un territorio localizado al sur de Libia y al norte de Chad ocupado desde hacía 20 años por fuerzas militares libias.
En abril de 1999, Libia entregó a los dos ciudadanos acusados del atentado de 1988 a los tribunales escoceses y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el ghanés Kofi Annan, decretó la suspensión de las sanciones que pesaban sobre el país.
La política interior libia sufrió una nueva transformación cuando, en marzo de 2000, el Congreso Popular General disolvió la mayoría de los ministerios que conformaban el gobierno y transfirió sus competencias a los congresos populares municipales. De los 19 ministerios con que contaba el gabinete, se mantuvieron la oficina del primer ministro y los departamentos de Justicia e Interior, Asuntos Exteriores, Información y Turismo, y Finanzas. Por otra parte, se creó el Ministerio de Unidad Africana. En la XXXVI Asamblea ordinaria de la Organización para la Unidad Africana (OUA), celebrada en Lomé en julio de 2000, Al-Gaddafi propuso que se crearan los “Estados Unidos Federales de África'; de esa sugerencia nacería la Unión Africana (UA) dos años más tarde.
Pero si hay un año especialmente significativo en la reciente historia de Libia ese es, sin duda, 2003. En junio, Al-Gaddafi anunció una reforma radical del régimen socialista; nació el llamado “capitalismo popular”, que no era sino la culminación de la contenida apertura de la economía libia al sector privador interior y exterior que se venía gestando desde hacía cuatro años. Después de que, en septiembre de ese año, Libia aceptara indemnizar a las víctimas de un atentado contra un avión francés que se había producido en 1989, la ONU levantó formal y definitivamente el día 12 de ese mes de septiembre de 2003 las sanciones que había impuesto en 1992 y suspendido en 1999. De forma sorprendente, tras conversaciones secretas, Al-Gaddafi alcanzó en diciembre de 2003 un acuerdo con el presidente estadounidense, George W. Bush, y con el primer ministro británico, Tony Blair, para el desmantelamiento por parte de Libia de sus armas de destrucción masiva. El acercamiento diplomático libio a las democracias occidentales prosiguió en 2004; el 20 de septiembre de ese año, Bush levantó el embargo comercial que Estados Unidos ejercía desde 1986, tres meses más tarde de que ambos países restablecieran sus relaciones diplomáticas, rotas desde hacía 24 años; por su parte, el 22 de septiembre, la Unión Europea (UE) puso fin al embargo de armas impuesto 18 años antes.