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domingo, 8 de agosto de 2010

Irak

Irak (nombre oficial, Al-Jumhuriya al-‘Iraqiya, República de Irak), república del suroeste de Asia; limita al norte con Turquía, al este con Irán, al sur con Arabia Saudí, Kuwait y el golfo Pérsico, y al oeste con Jordania y Siria. El país tiene una superficie de 438.317 km². Irak invadió y se anexionó Kuwait en agosto de 1990 ocupándolo hasta ser expulsado por una coalición liderada por Estados Unidos en febrero de 1991 (véase Guerra del Golfo Pérsico). Algunas de las más grandes civilizaciones de la antigüedad se desarrollaron en el territorio del moderno Irak. Véase Asiria; Babilonia; Mesopotamia; Sumer. Bagdad es la capital del país y su mayor ciudad.

La parte norte de Irak conocida como al-Jazira es montañosa; junto a la frontera turca existen montañas de hasta 2.135 m de altitud, y en el noreste del país existen picos que alcanzan los 3.607 m como el Haji-Ibrahim, el punto más alto de Irak. Hacia el sur, el terreno va descendiendo en altitud hasta formar una gran llanura central aluvial, ocupada por los valles de los ríos Tigris y Éufrates. El extremo suroeste de Irak es una zona de tierras bajas y pantanosas, junto al golfo Pérsico, en el que Irak tiene una costa de 40 km. Al este del Éufrates, el terreno se eleva gradualmente hasta alcanzar el desierto Sirio.

Hoy, Irak ocupa la mayor parte del territorio de la antigua Mesopotamia, la llanura que se extiende entre los ríos Tigris y Éufrates; ambos ríos discurren a través de Irak, de noroeste a sureste. Confluyen a unos 160 km al norte del golfo Pérsico para formar el Shatt al-Arab, que desemboca en el golfo. Los mayores afluentes del Tigris son el Gran Zab, el Pequeño Zab y los afluentes del Diyala. En su curso bajo, el Tigris y el Éufrates están separados por terreno llano. Antiguamente, ambos ríos estaban conectados por canales y acequias de regadío que conducían el agua desde el Éufrates al oeste, a mayor altitud, hasta el Tigris.

La mayor parte de Irak tiene un clima continental con extremos calurosos y fríos. El área montañosa del norte del país tiene veranos frescos e inviernos fríos, a menudo acompañados de nieve. En el Irak central los veranos son largos y calurosos, y los inviernos cortos y frescos; en enero, la temperatura en Bagdad alcanza un promedio de 9,4 ºC, mientras que durante julio y agosto es de 33,3 ºC y se han alcanzado temperaturas de hasta 50,6 ºC. En la región meridional, cerca del golfo Pérsico, se han dado algunas de las temperaturas más altas del mundo y la humedad es muy elevada. En las tierras altas del noroeste se producen importantes precipitaciones entre octubre y mayo, pero más al sur, en la llanura aluvial central, las precipitaciones son escasas, con un promedio anual de 150 mm aproximadamente. En el desierto Sirio las precipitaciones son escasas o nulas.

La cubierta vegetal de Irak es escasa; en parte porque el sur y suroeste del país son desérticos. Existen pocas especies arbóreas con predominio de la palmera datilera cultivada y el álamo. Entre su fauna están el guepardo, la gacela, el antílope, el onagro, el león, la hiena, el lobo, el chacal, el jabalí, la liebre, el jerbo y el murciélago; son frecuentes las aves rapaces y de presa, como el buitre, el águila ratonera, el cuervo, el búho y varias especies de halcón; también hay otras aves, como patos, gansos, perdices y urogallos; los lagartos son muy abundantes.

Cerca del 75% de la población de Irak es árabe; los kurdos, que habitan al norte de Irak, constituyen alrededor del 15 o 20% de la población. Otros grupos menos numerosos los forman turcomanos, yazidíes y judíos. En las áreas rurales del país mucha gente vive todavía en comunidades tribales, llevando una existencia nómada o seminómada pastoreando rebaños de camellos, caballos y ovejas.

Aproximadamente el 95% de los habitantes de Irak son musulmanes. Entre el 60 y el 65% de ellos son chiitas y el resto suníes. Los chiitas viven principalmente en el centro y sur de Irak, y los suníes en el norte. Varias de las ciudades santas del chiismo, como Najaf y Karbala, están situadas en Irak. Existen también grupos cristianos, como los nestorianos (véase Nestorianismo), los cristianos jacobitas (o coptos) y facciones de estos dos grupos conocidos respectivamente como católicos caldeos y sirios. También hay grupos religiosos más pequeños como los yazidíes, que viven en las colinas al norte de Mosul, y un grupo conocido como los baptistas mandeos en Bagdad y Amara. También existe en Bagdad una pequeña comunidad judía.

El árabe es el idioma oficial de Irak; el kurdo es la lengua que habla el mayor de los grupos minoritarios.

La economía actual de Irak se basa en gran parte en el petróleo y la mayor parte de su escasa industria pesada está relacionada con él. La agricultura proporciona sustento a su población y el dátil es el principal cultivo destinado a la exportación. La mayoría de las instituciones y organizaciones económicas son del gobierno o dependen de él. Prácticamente todos los sectores de la economía sufrieron las consecuencias de la guerra con Irán, que dejó al país con una deuda externa superior a los 75.000 millones de dólares, la mayoría con Kuwait y Arabia Saudí. El embargo impuesto por las Naciones Unidas (ONU) tras la invasión de Kuwait y la guerra del Golfo Pérsico hundió aún más su economía. A finales de la década de 1980 el balance de su presupuesto anual establecía 20.000 millones de dólares en ingresos y 18.500 millones de dólares en gastos.
La moneda de Irak es el dinar iraquí, que se divide en 1.000 fil o en 20 dirham (1.467,40 dinares equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El banco emisor de moneda es el Banco Central de Irak. Todos los bancos del país fueron nacionalizados en 1964.

El territorio actual del Irak moderno coincide aproximadamente con el de la antigua Mesopotamia, en la que se sucedieron varias civilizaciones. La primera conocida es Sumer, que surgió hacia el cuarto milenio a.C. y alcanzó su apogeo bajo la III dinastía de Ur (véase Ur) al final del tercer milenio a.C. Siguieron periodos de hegemonía de Babilonia y Asiria. En el 539 a.C., Ciro II el Grande, rey de Persia, consiguió el control de la región, que permaneció bajo mandato persa hasta ser conquistada en el año 331 a.C. por Alejandro Magno. A su muerte, la dinastía Seléucida de origen griego reinó en Mesopotamia durante 200 años, asignándole un carácter helenístico. Siguió un largo periodo bajo las nuevas dinastías persas (Arsácidas, Sasánidas), hasta que los árabes musulmanes invadieron la región en el año 700. Desde el 750 hasta 1258, Bagdad fue la capital de los califas Abasíes. Después del saqueo de Bagdad por los mongoles dirigidos por Hugalu (hermano del emperador mongol Kublai Kan) en 1258 y posterior pillaje del restaurador del Imperio mongol Tamerlán en el siglo XIV, turcos e iraníes se disputaron la supremacía de la región, hasta que finalmente el Imperio otomano se aseguró su control en el siglo XVII.
La historia moderna del Irak comienza en la última fase de la dominación turca durante el siglo XIX. Durante los siglos que siguieron a la conquista de 1534, la dominación turca se ejerció a través de los soberanos locales, y muchas de las tribus nómadas árabes nunca estuvieron bajo control otomano. No obstante, en 1831, el sultán Alí Reza Pasa depuso al último gobernante local de Mesopotamia, Dad Pasa, y la provincia de Irak (subdividida entonces en los tres vilayatos o distritos administrativos de Mosul, Bagdad y Basora) acabó bajo la administración turca. Fue entonces cuando los árabes empezaron a notar el efecto de los nuevos y eficaces métodos de la administración otomana, en concreto en la recaudación de impuestos. El resentimiento local contra la autoridad central del Imperio empezó a desarrollarse, generando un fuerte espíritu nacionalista árabe.
A finales del siglo XIX, Alemania y Gran Bretaña rivalizaron en la lucha por el control comercial del área mesopotámica. Los británicos empezaron a estar interesados en controlar Irak como ruta terrestre directa hacia la India, y en 1861 fundaron una compañía de barcos de vapor para navegar por el río Tigris hasta el puerto de Basora. Mientras tanto, Alemania planeaba la construcción de un ferrocarril en Oriente Próximo que comunicara Berlín y Bagdad; pese a la oposición británica, obtuvo una concesión para construir un ferrocarril hasta el golfo Pérsico. A pesar de esta derrota, el gobierno británico intentó consolidar su posición en el área del golfo Pérsico haciendo tratados con los jeques árabes locales, lo que le permitió obtener en 1901 una concesión para explotar los campos petroleros de Irán; en 1909 se constituyó la Anglo-Persian Oil Company, más tarde Anglo-Iranian Oil Company.
Después de la entrada de Turquía en la I Guerra Mundial (1914-1918) como aliada de los Imperios Centrales, las fuerzas británicas invadieron el sur de Mesopotamia en noviembre de 1914 y avanzaron gradualmente hacia el norte a pesar de la fuerte oposición turca; en marzo de 1917 ocuparon Bagdad y en octubre de 1918 controlaron totalmente Mesopotamia.
Al principio de la guerra, el gobierno británico había prometido a un grupo de dirigentes árabes que su pueblo obtendría la independencia si triunfaba una revuelta contra los turcos. En junio de 1916 se produjo una en el Hejaz, encabezada por Faysal-al Husein (más tarde Faysal I, primer rey de Irak). Bajo la coordinación del general británico Edmund Allenby y la dirección táctica del coronel británico Thomas Edward Lawrence (llamado Lawrence de Arabia), las fuerzas árabes y británicas obtuvieron éxitos espectaculares contra los turcos y consiguieron la liberación del territorio árabe. En 1918 se firmó un armisticio con los turcos, y los gobiernos francés y británico lanzaron una declaración conjunta asegurando su intención de ayudar al establecimiento de estados árabes independientes en las antiguas zonas controladas por Turquía, lo que impedía la formación de un único Estado nacional árabe.
En julio de 1920, cuando los árabes de Mesopotamia conocieron la decisión del Consejo Supremo Aliado, comenzó una revuelta armada contra el Ejército británico que todavía ocupaba Irak. El excesivo gasto que supuso reprimir este levantamiento (unos 40 millones de libras) hizo que el gobierno de Gran Bretaña decidiera poner fin a su mandato en Mesopotamia y diseñara un plan para dotar de gobierno provisional al nuevo Estado de Irak: debería ser un reino con un gobierno dirigido por un consejo con ministros árabes, bajo supervisión del Alto Comisionado Británico. Se invitó a Faysal a ser el dirigente del nuevo Estado y en agosto de 1921 fue elegido rey tras un plebiscito en el que obtuvo el 96% de los votos.
La integridad del nuevo Estado fue amenazada desde el exterior por Arabia en el sur y Turquía en el norte, y en el interior por varios grupos con aspiraciones separatistas, como los chiitas de la región del río Éufrates y las tribus kurdas del norte. Estos grupos actuaban coordinados con los turcos, que reclamaban las tierras de la región de Mosul. Así se forzó a los británicos a mantener tropas en Irak y la agitación contra el mandato británico continuó. El rey Faysal pidió formalmente que el mandato bajo el que Gran Bretaña dominaba Irak fuera transformado en un tratado de alianza entre los dos países. El gobierno británico convino, y en junio de 1922 se firmó un tratado de alianza y protección entre Gran Bretaña e Irak que debería durar 20 años.
En la primavera de 1924 se convocó una Asamblea Constituyente; en ella se aprobó una ley orgánica que establecía la forma definitiva del gobierno de Irak y se acordó llevar a efecto las primeras elecciones parlamentarias del país, que se celebraron en marzo de 1925. Ese mismo año se aprobó la concesión para la explotación de los yacimientos de petróleo de las regiones de Bagdad y Mosul a una compañía internacional. En 1927 el rey Faysal solicitó el apoyo de Gran Bretaña para que Irak ingresara en la Sociedad de Naciones. Aunque los británicos rechazaron la petición en un principio, en junio de 1930 se firmó un tratado entre Gran Bretaña e Irak en el que se aceptaba la petición iraquí, terminando así formalmente el mandato británico. En octubre de 1932, Irak entró a formar parte de la Sociedad de Naciones como Estado independiente. El rey Faysal I murió en 1933 y su hijo Ghazi I le sucedió en el trono.
En 1931 la explotación de las reservas de petróleo quedó en manos de una compañía internacional, tras la firma de un acuerdo entre el gobierno nacional y la Iraq Petroleum Company, un consorcio internacional en el que estaban integradas la Royal-Dutch Shell, la Anglo-Persian Oil Company, compañías petroleras francesas, y las secciones de Nueva York y Nueva Jersey de la Standard Oil Company. En el citado acuerdo se garantizaba al consorcio el derecho exclusivo de explotación de los campos petroleros de la región de Mosul, recibiendo a cambio unos derechos anuales de 400.000 libras esterlinas por parte de la Iraq Petroleum Company. En 1934 la compañía inauguró un oleoducto entre Mosul y Trípoli (en el Líbano), y en 1936 se abrió un segundo oleoducto hasta Haifa (en el actual Israel).
En 1936, bajo el reinado de Ghazi I, se empezó a desarrollar en Irak un movimiento que buscaba la unión de todos los árabes, divididos en varios estados, conocido como panarabismo. Ese mismo año se firmó un tratado de no agresión con el rey de Arabia Saudí, reafirmándose la afinidad entre los pueblos árabes. En 1939, el rey Ghazi I murió en un accidente de tráfico, subiendo al trono su hijo de tres años Faysal II, por lo que se estableció una regencia.
En consonancia con la alianza firmada con Gran Bretaña al inicio del conflicto, Irak rompió relaciones diplomáticas con Alemania en septiembre de 1939. Durante los primeros meses de la II Guerra Mundial, el gobierno del general Nuri As-Said dirigió el país, manteniendo el acuerdo firmado con los británicos, hasta que en marzo de 1940 Said fue reemplazado por el radical nacionalista árabe Rashid Alí-Gailani, que inició una política de no cooperación con Gran Bretaña. La presión británica para que se reforzara la alianza acabó provocando una revuelta militar y el establecimiento de un gobierno favorable a Alemania, presidido por el propio Gailani. Alarmados por el desarrollo de los acontecimientos, tropas británicas desembarcaron en Basora. Gailani declaró esta acción como una violación del tratado entre Irak y Gran Bretaña, y movilizó al Ejército, lo que precipitó la guerra entre ambos países el día 2 de marzo de 1941. El 31 de mayo el gobierno iraquí aceptó su derrota; los términos del armisticio restablecían el control británico sobre los transportes de Irak, una de las condiciones del tratado de 1930. Poco después se formó un gobierno probritánico que dio paso a un gabinete dirigido por Said.
En 1942 Irak se había convertido en un importante centro de avituallamiento de las fuerzas británicas y estadounidenses que operaban en Oriente Próximo, y en lugar de paso para el suministro de armamentos a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El 17 de enero de 1943 Irak declaró la guerra al Eje, siendo el primer país musulmán independiente que tomaba esta decisión. La continua ayuda iraquí a los esfuerzos de guerra aliados favoreció una mayor unidad entre los dirigentes árabes que permitiría la creación de una federación árabe.
Los años 1945 y 1946 estuvieron marcados por la revuelta de las tribus kurdas del noroeste, que, parece ser, contaban con apoyo de la URSS. Gran Bretaña, temerosa de que los soviéticos se apropiaran de los campos de petróleo iraquíes, desplegó fuerzas militares en el país. En 1947 Said empezó a promocionar una nueva propuesta de federación árabe, concretamente entre Transjordania e Irak, y se iniciaron las conversaciones para concluir este proceso. En 1947 se firmó un tratado de amistad y alianza conjunta, en el que se establecía la mutua cooperación militar y diplomática.
Al declararse la independencia de Israel en mayo de 1948, los ejércitos de Irak y Transjordania invadieron el nuevo Estado. A lo largo de todo el año, las fuerzas iraquíes lucharon contra Israel mientras continuaba su acercamiento político a Transjordania. Irak coincidió con el rey de este país Abdullah ibn Husayn, cuando este denunció que el establecimiento de un gobierno judío en territorio palestino equivalía a reconocer la división de Palestina, algo a lo que Irak se oponía desde tiempo atrás. Tras la derrota de las fuerzas árabes en su enfrentamiento con Israel, Irak aceptó ser representado por Transjordania en la firma de un armisticio. El 11 de mayo de 1949 se firmó un alto el fuego entre Israel y Transjordania, pese a lo cual algunas unidades iraquíes continuaron combatiendo a los israelíes en la zona ocupada por los árabes en el norte de Palestina central. Tropas transjordanas sustituyeron a las unidades iraquíes en cumplimiento del tratado firmado el 3 de abril de 1949.
El pago de los derechos que el gobierno de Irak recibía de la Iraq Petroleum Company se incrementó considerablemente tras los acuerdos firmados en 1950 y 1951. En 1952 se firmó un acuerdo aún más ventajoso, que asignaba a Irak el 50% de los beneficios, un 70% de los cuales debían destinarse a la Junta Nacional de Desarrollo, instituida en 1950. En 1953 se inauguró formalmente el oleoducto Kirkūk-Baniyas de 911 km de longitud.
El 17 de enero de 1953 se celebraron las primeras elecciones parlamentarias por sufragio directo. Se restableció el gobierno constitucional el día 29 de enero y el 2 de mayo, coincidiendo con su decimoctavo cumpleaños, Faysal II accedió al trono formalmente.
En abril de 1954, el gobierno de Estados Unidos aprobó proporcionar ayuda militar a Irak. Las frecuentes crisis políticas que arrastró el país en la primera mitad de ese año provocaron la celebración de nuevas elecciones parlamentarias, en las que triunfaron los grupos políticos opuestos a los acuerdos militares con Estados Unidos. Sin embargo, el Congreso de los Diputados fue disuelto el 4 de agosto, se convocaron nuevas elecciones para septiembre, y fue ilegalizada la Unión Nacional Democrática, una organización de izquierdas. Los socialistas boicotearon estas elecciones, en las que el gobierno consiguió un triunfo aplastante.
El 24 de febrero de 1955 se firmó el Pacto de Bagdad de mutua seguridad entre Irak y Turquía. Para convertir esta alianza en un sistema defensivo para todo el Oriente Próximo, los dos países animaron a otros Estados árabes, Estados Unidos, Gran Bretaña y Pakistán a adherirse al pacto. Gran Bretaña entró en la alianza el mes de abril, Pakistán lo firmó en septiembre, e Irán en noviembre. Los cinco países constituyeron la Organización del Tratado de Oriente Próximo (OTOP) en noviembre. El 4 de julio de 1956 Jordania (nuevo nombre de Transjordania) acusó a Israel de desplegar tropas junto a Jerusalén, lo que provocó que Irak situara junto a la frontera jordana unidades de elite. Las autoridades israelíes negaron cualquier actitud agresiva por su parte hacia Jordania, e interpretaron la movilización iraquí como una maniobra conjunta con Egipto para controlar Jordania. La nacionalización del canal de Suez por Egipto, realizada el 26 de julio, recibió el apoyo absoluto del gobierno iraquí. Israel, Gran Bretaña y Francia invadieron Egipto. En cumplimiento del tratado de mutua defensa, fuerzas de Irak y Siria tomaron posiciones en Jordania.
El 21 de enero de 1957 Irak suscribió la recientemente enunciada Doctrina Eisenhower que garantizaba la asistencia militar de Estados Unidos a cualquier país de Oriente Próximo que sintiera amenazada su estabilidad por una agresión comunista.
El 14 de febrero de 1958, tras una conferencia entre el rey de Irak, Faysal, y Hussein I de Jordania, ambos países se federaron. Esta unión (más tarde denominada Unión Árabe de Jordania e Irak), se estableció en respuesta a la creación de la República Árabe Unida (RAU), federación de Egipto y Siria que se formalizó el 1 de febrero de ese año. La Constitución de la recién nacida federación se proclamó simultáneamente en Bagdad y Ammán el 19 de marzo. El 12 de mayo el Parlamento iraquí ratificó el documento y el día 19 Nuri as-Said, antiguo primer ministro de Irak, fue designado para presidir la Unión Árabe.
La tendencia prooccidental de la Unión Árabe, la represión que sufrían los grupos opositores y el entusiasmo que la creación de la RAU levantó entre los dirigentes nacionalistas de Irak, que veían factible llevar a cabo los ideales del panarabismo, acabaron con la monarquía. El 14 de julio de 1958 el general iraquí Karim Kassem dio un rápido golpe de Estado y se proclamó la República. Entre las víctimas del levantamiento estaban el rey Faysal, el príncipe heredero y Said. El día 15 de julio, el nuevo gobierno anunció un acercamiento a la RAU y la disolución de la Unión Árabe. Pese a ello, Kassem intentó ganarse la confianza de Occidente, manteniendo el suministro de petróleo.

En marzo de 1959 Irak abandonó el Pacto de Bagdad, que se había rebautizado como Organización del Tratado central; en junio del mismo año, abandonó el bloque de la libra esterlina, un grupo de países con monedas ligadas a esta divisa.
Cuando Gran Bretaña dio por terminado su mandato sobre el emirato de Kuwait el 25 de junio de 1960, Irak reclamó la zona argumentando que había formado parte del Estado iraquí en el momento de su formación. Los británicos desplegaron tropas en Kuwait en julio, invitados por su gobernante, y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas rechazó la petición iraquí de que estas fuerzas fueran expulsadas.
Mientras tanto, en el interior del país continuaba la agitación de los kurdos, pese a las declaraciones del gobierno en 1961 y 1962 de que se había acabado con la revuelta. Este largo conflicto se aparcó momentáneamente a principios de 1970, al aceptar el gobierno la formación de una región autónoma kurda, e incorporar ministros kurdos en el gabinete estatal.
El 8 de febrero de 1963 Kasem fue derrocado por un grupo de oficiales, la mayoría miembros del Partido Socialista Árabe Baaz; al día siguiente fue asesinado. Abdul Salam Arif se convirtió en presidente, mejorando las relaciones con el mundo occidental. Tras su muerte en accidente de helicóptero el 13 de abril de 1968, le sucedió su hermano el general Abdul Rahman Arif.
En la guerra de los Seis Días (1967), Irak envió tropas y aviones a la frontera entre Jordania e Israel. Más adelante declaró la guerra a Israel y cortó el suministro de petróleo a los países occidentales, al tiempo que rompía relaciones diplomáticas con Estados Unidos. El 17 de julio de 1968 el gobierno del general Arif fue depuesto y el general Ahmed Hassan al-Bakr, antiguo primer ministro, se colocó al frente del Mando Supremo de la Revolución.
Durante los siguientes años Irak mantuvo por regla general una actitud hostil hacia Occidente y de amistad con la URSS. Las posiciones de cada uno de los países árabes con respecto a Israel causaron fricciones entre Irak y sus vecinos; así, en 1971, cerró su frontera con Jordania y propuso su expulsión de la Liga Árabe, debido a los intentos jordanos para aplastar el movimiento guerrillero palestino que operaba en su territorio.
Entre 1972 y 1975 Irak nacionalizó todas las compañías petroleras extranjeras que trabajaban en el país, a las que indemnizó. Sus ingresos por la venta del petróleo crecieron de manera espectacular desde finales de 1973, cuando los precios internacionales del crudo empezaron a dispararse. En 1975 se anunció el descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo en las proximidades de Bagdad.
Irak ayudó a Siria con tropas y material bélico en la guerra del Yom Kipur (octubre de 1973). Denunció el alto el fuego firmado a finales de ese año y los acuerdos provisionales negociados entre Israel, por un lado, y Egipto y Siria por otro en 1974, reclamando nuevas acciones militares.
A principios del año 1974 se produjeron fuertes combates en el norte de Irak entre las fuerzas gubernamentales y nacionalistas kurdos, que rechazaban la nueva ley de autonomía basada en los acuerdos de 1970. Irán proporcionó armamento y material a los kurdos que dirigía Mustafa al-Barzani; esta ayuda cesó cuando Irak hizo importantes concesiones territoriales en la frontera con Irán en 1975 y la revuelta sufrió un duro golpe. El general Saddam Husayn sucedió al presidente Bakr en julio de 1979, rodeándose inmediatamente de una docena de oficiales leales a los que colocó en cargos de responsabilidad.

La tensión entre Irak y el régimen revolucionario iraní se incrementó a lo largo del año 1979 cuando el descontento de los kurdos de Irán se extendió a Irak. El sectarismo religioso exacerbó las diferencias y aumentó la animosidad entre ambos países. En septiembre de 1980, Irak declaró nulo el acuerdo de 1975, que el propio presidente Husayn había negociado, y reclamó su autoridad sobre la totalidad del estuario de Shatt al-Arab. La disputa derivó en una guerra total. Irak conquistó con rapidez gran parte de la provincia de Juzistán, de población árabe, y destruyó la refinería de Abādān. En junio de 1981, un ataque aéreo de Israel realizado por sorpresa destruyó el reactor nuclear que Irak poseía junto a Bagdad (la excusa israelí para ese ataque fue que el reactor estaba destinado a la fabricación de armas nucleares para arrojar en su territorio). A principios de 1982, Irán lanzó una contraofensiva y recuperó gran parte del territorio conquistado por Irak en 1980. La guerra entró en una fase de estancamiento, en la que los contendientes infringieron graves daños al contrario y al tráfico naval del golfo Pérsico. Pese a la neutralidad oficial de Estados Unidos en esta contienda, en 1984 reanudó sus relaciones diplomáticas con Irak. Tras el alto el fuego que se hizo efectivo el 20 de agosto de 1988, el gobierno iraquí intentó de nuevo acabar con la insurgencia kurda. A lo largo de los últimos años de la década de 1980, el país rehabilitó su maquinaria bélica en parte gracias a los créditos y a la tecnología que le proporcionó Occidente.

En 1990 Irak reavivó una vieja disputa territorial con Kuwait, su aliado durante la guerra con Irán, y denunció que la excesiva producción de petróleo de este país estaba perjudicando su economía. El 2 de agosto tropas iraquíes invadieron Kuwait y tomaron rápidamente todo el país. Las sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas culminaron el 15 de enero de 1991 con la exigencia de la retirada incondicional de Irak del territorio kuwaití.

Al no cumplir Irak esta resolución, una coalición dirigida por Estados Unidos inició bombardeos aéreos masivos de objetivos militares e infraestructuras en Irak y Kuwait. El resultado fue la guerra del Golfo Pérsico, que resultó desastrosa para Irak, el cual fue obligado a abandonar Kuwait tras seis semanas de combates. Murieron decenas de miles de iraquíes, siendo inutilizados la mayor parte de sus vehículos militares y artillería y destruida su capacidad para fabricar armas nucleares y químicas. En abril, Irak aceptó las condiciones de alto el fuego de la ONU, y las tropas de la coalición abandonaron el sur del país, que ocupaban para presionar a la firma del acuerdo de paz, tomando posiciones para controlar la frontera entre Irak y Kuwait. Entre tanto, el gobierno iraquí utilizó los restos de su diezmado Ejército para acabar con la rebelión de los chiitas en el sur y de los kurdos en el norte. Cientos de miles de kurdos se refugiaron en Turquía e Irán, y tropas de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña se desplegaron en el norte de Irak para establecer campos de refugiados y proteger a otros 600.000 kurdos de las represalias del gobierno iraquí. A lo largo de 1992 Irak sufrió una fuerte presión internacional para que eliminara las armas de destrucción masiva que todavía conservaba; mientras tanto se iban dejando notar los efectos de las sanciones económicas establecidas por la ONU.
En 1993, funcionarios de la ONU anunciaron el total desmantelamiento de las instalaciones con capacidad bélica nuclear, biológica y química de Irak, sugiriendo que se aceptara la petición iraquí de interrumpir el embargo comercial al que le sometía la ONU; a pesar de ello, el embargo continuó durante 1994, en un intento por derrocar al presidente Saddam Husayn. En junio de 1993, Estados Unidos lanzó un ataque con misiles de crucero sobre Irak como respuesta a los informes que implicaban al país en una conspiración para asesinar al presidente George Bush, lo que les valió críticas generalizadas. Irak continuó sus esfuerzos para acabar con la resistencia interna a lo largo de 1994, mediante un embargo económico a la región del norte, de población kurda, y una campaña militar en las pantanosas regiones del sur, pobladas por árabes chiitas. En octubre de 1995, un referéndum prorrogó durante siete años el mandato de Husayn, el único candidato. En la primavera de 1996, la ONU levantó el embargo que pesaba sobre el petróleo iraquí.
La situación de crisis se mantuvo en años sucesivos. Así, en febrero de 1998 se preparó un ataque militar estadounidense contra Irak ante la negativa del gobierno de este país a aceptar la labor de supervisión y control de los inspectores de la ONU; la llegada a Bagdad del secretario general de la ONU, Kofi Annan, permitió resolver la crisis, al menos de forma temporal, mediante la firma de un acuerdo. En agosto, Husayn volvió a desafiar a los observadores internacionales. El 2 de noviembre de 1998, la escalada del enfrentamiento prosiguió imparable y Estados Unidos anunció que atacaría sin previo aviso, lo que sucedió en diciembre de ese año, cuando entre los días 16 y 19 Bagdad y otras ciudades iraquíes fueron bombardeadas por tropas estadounidenses y sus aliadas británicas, lo que obligó a Husayn a declarar el estado de alerta. Aunque el presidente iraquí volvió a considerar el momentáneo cese de los ataques como una victoria que reafirmaba su política, las acciones militares estadounidenses prosiguieron esporádicamente.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó el 17 de diciembre de 1999 una resolución que estableció una nueva comisión de inspección para Irak (denominada Comisión de las Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección, Unmovic en sus siglas en inglés) que habría de verificar el desmantelamiento de sus programas de armamento químico, biológico y nuclear establecidos tras la guerra del Golfo Pérsico. La resolución incluía asimismo el fin de las restricciones a la exportación de petróleo iraquí, el relajamiento de las normativas sobre importación de bienes humanitarios, tales como alimentos y medicinas, y el excepcional permiso de viaje aéreo para los peregrinos que se dirigieran a La Meca, en Arabia Saudí.
En octubre de 2002 un nuevo referéndum ratificó a Husayn para permanecer durante siete años más al frente del Estado. Para celebrar tal hecho, Husayn decretó una amnistía absoluta. Estos acontecimientos sucedían cuando en el ambiente flotaba la inminencia de una nueva crisis. Durante ese año, el presidente estadounidense, George W. Bush, había insistido en que Irak debía demostrar que, tal y como le obligaban las sucesivas resoluciones de la ONU (la primera de las cuales, la 687, se remontaba a 1991, cuando finalizó la guerra del Golfo Pérsico), había destruido sus armas de tipo químico, biológico o nuclear. En noviembre de 2002, tras meses de fuertes presiones, Bagdad aceptó cumplir el contenido de una nueva resolución de la ONU, la 1.441, que ordenaba el inmediato retorno a suelo iraquí de los observadores de la Unmovic. A comienzos de 2003, el gobierno de Bush denunció que el régimen de Husayn estaba violando dicha resolución, en tanto que no colaboraba de forma satisfactoria con el equipo de inspectores, y que continuaba ocultando armas químicas y biológicas. Con el apoyo de Reino Unido y otros países, Estados Unidos fue concentrando fuerzas militares en el golfo Pérsico, preparando la que podía ser una nueva guerra contra Irak. Muchos otros estados (entre ellos, Francia, Alemania, Rusia y China) se opusieron con firmeza a esta última posibilidad, considerando que debía darse más tiempo a las inspecciones y prolongar mientras fuera posible la vía diplomática. Ante la imposibilidad de alcanzar el consenso en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU respecto a una acción militar, una coalición internacional dirigida por Estados Unidos invadió Irak en marzo de 2003, con los objetivos de derrocar a Husayn y destruir los arsenales de armamento prohibido que existieran en su territorio. A mediados del mes siguiente, Bagdad y las principales ciudades del país habían sido tomadas por las fuerzas aliadas, poniendo fin al régimen de Husayn, cuyo paradero pasó a ser desconocido.