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lunes, 2 de agosto de 2010

Austria

Austria(nombre oficial, Republik Österreich, República de Austria), república de Europa central. Limita al norte con la República Checa, al noreste con Eslovaquia, al este con Hungría, al sur con Eslovenia, Italia y Suiza, y al oeste con Liechtenstein, Suiza y Alemania. Austria tiene 580 km de longitud entre sus puntos extremos y 83.858 km² de superficie. Viena es la capital del país y su ciudad más grande.



Austria es predominantemente un país montañoso, con una altitud media de 910 metros. La mayoría del terreno está dentro de la sección oriental de los Alpes. En general, la principal alineación montañosa de Austria discurre en dirección este-oeste y está separada de otras por valles extensos. La serie de cordilleras más al norte incluye los Alpes del norte del Tirol y de Salzburgo. Entre las alineaciones centrales están los Hohe Tauern, que culminan en el Grossglockner, la elevación más alta del país (3.797 m); el glaciar Pasterzen, uno de los más grandes de Europa, desciende desde este pico. Las cadenas más meridionales comprenden los Alpes de Ötztal, los de Zillertal, los Alpes de Carintia y las montañas Karawanken. Además de estas cordilleras de desarrollo latitudinal, una serie de estribaciones montañosas se extienden en dirección norte-sur. Numerosos puertos atraviesan estas barreras orográficas, entre los que destacan el paso del Brennero y el paso Semmering.
Las áreas principales de Austria que no están dentro de los Alpes son las secciones fronterizas del norte y del este. El norte consiste en una meseta ondulada, mientras que el este comprende parte de la cuenca del Danubio, donde se encuentra Viena.
El río principal es el Danubio, que entra en Austria por Passau, en la frontera con Alemania; continúa su curso hacia el sureste, pasa por Linz y Viena, hasta Bratislava, en la frontera eslovaca. Los afluentes austriacos del Danubio incluyen los ríos Inn (que forma parte de la frontera entre Austria y Alemania), Traun, Enns e Ybbs. En el sur, los cursos fluviales más importantes son el Mur y el Mürz. Además de los ríos, el sistema hidrográfico del país se compone de numerosos lagos, en especial el lago Constanza (Bodensee), que forma la frontera oeste con Liechtenstein y Suiza, y el lago Neusiedler, en el Burgenland, cerca de Hungría. El Burgenland constituye la parte más baja del país (115 m).
El clima en Austria varía con la altitud, la localización en relación al predominio de las masas de aire atlánticas y mediterráneas, y a la presencia de ciertos vientos locales. Las regiones montañosas están sometidas parcialmente a los efectos moderadores del Atlántico y reciben más precipitaciones que las tierras bajas del este, sujetas a las influencias continentales. La primavera y el otoño son normalmente templados en todo el país. Los veranos son cortos, con temperaturas suaves. Los inviernos, fríos y a menudo rigurosos, duran alrededor de tres meses en los valles, donde normalmente se produce el llamado efecto foehn, consistente en que los vientos secos y cálidos procedentes del sur, que descienden por las laderas de sotavento de las cadenas montañosas y hacen ascender el aire húmedo por encima de éstas, originan una rápida elevación de las temperaturas, nieblas húmedas y deshielos repentinos que pueden provocar peligrosos aludes de nieve. La temperatura media anual oscila entre los 6,7 ºC y los 8,9 °C en todo el país. La precipitación media oscila entre los 1.000 y los 1.300 mm anuales, aunque se sitúa entre los 1.500 y los 2.000 mm en algunos valles del interior.
Los árboles de hoja caduca, sobre todo el haya, el roble y el abedul, predominan en las tierras más bajas, mientras que las piceas, abetos, alerces y pinos piñoneros se extienden hasta el límite de la vegetación arbórea. Las altitudes superiores tienen una estación muy corta durante la cual las plantas alpinas, que incluyen edelweis, genciana, primavera, ranúnculo y acónito, muestran una floración espléndida.
La fauna es, por lo general, escasa en Austria. Todavía están presentes rebecos, ciervos y marmotas; el oso, que antes era abundante, ahora se encuentra en peligro de extinción. La caza está estrictamente regulada para proteger las especies que quedan.
Austria tiene una población (según estimación oficial en 2008) de 8.205.533 habitantes. La densidad media es de 100 hab/km². Alrededor del 66% de la población es urbana; casi un tercio de los habitantes vive en las ciudades más grandes: Viena, Graz, Linz, Salzburgo e Innsbruck.

Viena, la capital y la ciudad más grande, tiene una población de 1.651.437 habitantes (2006). Otras ciudades importantes son: Graz, núcleo de la industria pesada, con una población de 244.604 habitantes; Linz, la capital provincial de la Alta Austria y puerto del Danubio, con 188.362 habitantes; Salzburgo, centro cultural y turístico, con 148.473 habitantes; e Innsbruck, la capital del Tirol, de gran atractivo turístico a causa de la belleza de la ciudad y su paisaje, con 116.851 habitantes.
Alrededor del 17,6% de la superficie total se considera apropiada para el cultivo. Los prados y pastos constituyen un 27% aproximadamente, y los huertos y viñedos suponen algo más de un 1%. Casi la mitad de las explotaciones austriacas cuentan con menos de 10 ha de superficie.



Los principales productos y rendimientos anuales en 2006 incluían: remolacha o betabel (2 millones de t), patatas o papas (654.621 t), cebada (1 millón de t), trigo (1,40 millones de t), y maíz (1,47 millones de t). La ganadería consta de 3,16 millones de cerdos, 2 millones de cabezas de ganado vacuno (de las que casi una cuarta parte son vacas lecheras, con una producción de 3,3 millones de litros de leche), 15,1 millones de aves de corral, 325.728 ovejas, y 85.000 caballos.
Aproximadamente el 46,1% de la superficie total del país está cubierta de bosques. Una reforestación extensiva y un programa de conservación se han desarrollado desde principios de la década de 1950 para compensar el daño causado durante la II Guerra Mundial y por las excesivas talas de árboles en la posguerra. Más del 80% de los bosques albergan coníferas, en su mayoría piceas, que son importantes en la industria del papel y la pulpa, así como en la construcción de casas. En 2006 se obtuvieron 19,1 millones de m3 de madera.
El procesado y consumo de pescado es bajo, y la mayoría de las especies son de importación, aunque la pesca en los ríos de montaña es un deporte muy extendido.
La industria austriaca se compone de un número reducido de grandes empresas, bastantes de las cuales funcionan bajo auspicios gubernamentales, así como de muchas unidades de producción de pequeño y mediano tamaño. A causa de la popularidad tradicional de la fabricación de productos en madera, vidrio, tejidos y cerámicas artesanas, un 28% de la mano de obra está empleada en más de 100.000 establecimientos productores de tales bienes. La industria principal se encarga de la producción de lingotes de arrabio de hierro, acero bruto, acero chapado, maquinaria, productos de alimentación, productos químicos, vehículos de motor, cemento, abonos, rayón, algodón e hilos, tejidos de lana y papel. La producción de acero bruto totalizó unos 4,99 millones de t en 1995, mientras que la producción anual de lingotes de arrabio de hierro fue de 3,87 millones de toneladas.
Debido a su extraordinario patrimonio cultural y a la belleza de los paisajes, Austria ha desarrollado una importante industria ligada al turismo; en 2006, visitaron el país alrededor de 20,3 millones de personas.
La unidad monetaria es el euro (el 2 de enero de 2002, un euro se cambió a 0.9038 dólares estadounidenses). Desde el 1 de enero de 1999, el euro se vinculó al valor del chelín austriaco, con un cambio fijo de 13,7603 chelines por euro. El Banco Nacional Austriaco tiene la autoridad sobre la moneda de la nación y las políticas de crédito bancario. Austria posee más de 1.200 entidades bancarias, entre bancos comerciales, cajas de ahorros, cooperativas y bancos hipotecarios.
La mayor parte de la región al sur del Danubio era denominada en la antigüedad Noricum. Las tierras altas occidentales situadas entre el alto Rin y el curso bajo del río Inn, Baviera y la meseta subalpina se conocían como Retia. La región de las llanuras al este y sureste constituía la Panonia. Los romanos invadieron completamente las tres regiones en el 15 a.C. y las convirtieron en provincias del Imperio. Bajo control romano, las provincias se convirtieron en posiciones avanzadas para la acción ofensiva y defensiva contra varias tribus bárbaras. En gran medida, la estrategia romana se apoyaba en los importantes pasos de montaña a través de los Alpes orientales y en el control de las vías de comunicación fundamentales entre el norte, sur, este y oeste de Europa. Uno de los primeros puestos militares romanos en la región fue Vindobona (la actual Viena), que estaba localizada sobre el asentamiento de una colonia celta a los pies de los Alpes orientales y en las inmediaciones del Danubio. Vindobona se convirtió en un estratégico cruce de caminos sobre dos destacadas rutas comerciales y en numerosas vías que conducían a la cuenca fértil de la baja Austria. Carnuntum (la actual Petronell), construida en el 73 d.C., fue otro importante centro romano en la región.
Como resultado de la sobrepoblación y las hambrunas periódicas, junto con la presión de otros pueblos del Este y la atracción por la riqueza de las provincias romanas pacificadas, las tribus de los germanos atacaron las fronteras de la provincia varias veces desde el 166 d.C. Las fronteras se derrumbaron completamente durante el siglo IV. Godos, lombardos, vándalos, ostrogodos y hunos cruzaron la frontera en oleadas sucesivas. Los alamanes avanzaron dentro de Retia, los hérulos capturaron Juvavum (la actual Salzburgo) y los godos avanzaron por el río Drau.
Los eslavos y los ávaros se desplazaron por el interior de Panonia, desde el este y sureste, casi al mismo tiempo que los germanos invadían el noroeste. Hacia mediados del siglo VI, los bávaros habían ocupado el Tirol y los alamanes se habían instalado al oeste. Los pueblos eslavos estaban divididos en los ávaros al norte y los bávaros al sur, los cuales luchaban por el control del valle del Danubio. Los ávaros dejaron escasas huellas en el territorio, pero los eslovenos levantaron asentamientos en los valles despoblados de los Alpes orientales. Los germanos finalmente arrasaron las poblaciones de los eslovenos. En unas pocas regiones, donde se sitúan ahora Carintia y Estiria, los eslovenos decidieron establecer asentamientos permanentes.
Durante el siglo VIII, después de las luchas fratricidas entre los germanos, los francos se afianzaron en el trono de Baviera. La lucha continuó durante aquel siglo entre los ávaros y los bávaros en el valle del Danubio. Al final del siglo, Carlomagno asoló el territorio de los ávaros y estableció una serie de puestos militares avanzados entre los ríos Enns y Raab, para frenar las posibles invasiones procedentes del Este. Uno de estos puestos era la Ostmark (marca del Este), que después se llamó Ost Reich (reino del Este) u Österreich (Austria). Otros puestos fronterizos en el este y sur fueron Carintia y Carniola, más tarde Estiria. Estos puestos fronterizos o marcas, no obstante, eran demasiado débiles para contener las presiones procedentes del Este.
Los magiares, pueblo nómada que emigró desde el Este, avanzaron con facilidad por el valle del Danubio hasta que fueron derrotados por el rey germano Otón I en Augsburgo, en el año 955, en la batalla de Lechfeld. Otón I reactivó la marca del Este y concedió el cargo de margrave a su administrador; estas medidas determinaron el nacimiento de Austria como entidad política. La frontera de la marca del Este se extendió lentamente hacia Oriente hasta principios del siglo XI, cuando alcanzó lo que en la actualidad es Moravia. El margrave de Austria estaba subordinado al duque de Baviera, cuyos dominios incluían esta marca. La función principal del margrave era la defensa del territorio fronterizo y las áreas limítrofes, para lo cual gozaba de poderes excepcionales. Entre el 976 y 1230, los gobernadores Babenberg de Austria contribuyeron mucho al desarrollo de la marca. Construyeron ciudades y caminos, fomentaron el comercio e incrementaron su prestigio por la participación en las Cruzadas.
La muerte del último Babenberg fue seguida de un periodo de disturbios. El rey Ottokar II de Bohemia ocupó Austria, Estiria y Carniola durante su reinado (1230-1278). Su poder iba en contra de Rodolfo de Habsburgo (Rodolfo I), que fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1273. En 1278 Ottokar fue derrotado y asesinado por las tropas de Rodolfo. Hacia 1283, la mayor parte de los antiguos dominios de Ottokar habían caído en manos de Alberto I, hijo de Rodolfo.
La República austriaca constituía un Estado desorganizado y empobrecido con unos siete millones de personas. La disolución de la monarquía privó a Austria de las zonas industriales de Bohemia y Moravia, y disolvió el gran mercado interno creado por la unión entre Austria y Hungría. Los austriacos alemanes deseaban la unión con la nueva República de Alemania, pero ésta fue prohibida por los Tratados de Versalles y Saint-Germain. La nueva Constitución (1920) creó un Estado federal, con un legislativo bicameral y sufragio democrático.
La reconstrucción económica tuvo lugar con la ayuda de agentes extranjeros. Entre 1919 y 1920, las organizaciones humanitarias de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia proporcionaron alimentos para aliviar su desesperada situación. La elevada inflación aumentó los problemas del país, y en 1922 Austria solicitó ayuda a la Sociedad de Naciones. La organización dispuso un gran préstamo para prevenir el colapso económico. A cambio, Austria prometió permanecer neutral durante los próximos veinte años. Las políticas deflacionistas, que eran una de las condiciones del préstamo, causaron muchas dificultades económicas y una alta tasa de desempleo, pero las finanzas austriacas se estabilizaron lentamente.
La situación política interna permaneció con dificultades a causa del antagonismo entre Viena, dominada por el socialismo, y los estados federales, más conservadores. El 15 de julio de 1927, los socialistas organizaron grandes manifestaciones en Viena para protestar por la absolución de tres miembros de un grupo de extrema derecha, que fueron juzgados por el asesinato de dos personas durante un choque con el Schutzbund (Liga de Defensa) socialista. El Palacio de Justicia ardió y unas cien personas murieron cuando la policía disparó contra los manifestantes.
Desde 1945 hasta 1966, Austria fue gobernada por una coalición de los partidos Socialista y Popular. El número de cargos que cada partido recibió estaba en función del porcentaje de votos obtenidos en las elecciones parlamentarias. Esta estructura se extendió a la esfera económica; así, los intereses del Estado, la industria, el trabajo y la agricultura se desarrollaron en conjunto y crearon una economía mixta de mercado. En parte, la prosperidad se basó en la nacionalización de algunas industrias, como las plantas generadoras de electricidad y las refinerías de petróleo, y en el control gubernamental de la banca. El desarrollo de una nueva conciencia nacional austriaca se fundamentó en las experiencias compartidas de la devastación de la guerra, el restablecimiento de la soberanía nacional, la reconstrucción acertada del país y el prestigio internacional adquirido desde la excepcional posición de Austria como puente entre el Este y el Oeste.
La coalición superó alguna que otra diferencia y la pérdida de sus más destacados dirigentes. El presidente Renner murió en diciembre de 1950 y fue sucedido por el dirigente del Partido Socialista, Theodor Koerner. Mientras los candidatos socialistas fueron elegidos para la presidencia (hasta 1986), el Partido Popular aportó todos los cancilleres federales hasta 1970. Las elecciones a la Asamblea Nacional en 1956, 1959 y 1962 dieron como resultado pocos cambios en la fuerza relativa de los dos partidos mayoritarios. En 1957, Austria estuvo implicada en una disputa con Italia relativa a la condición de los austriacos en el Südtirol (Tirol Meridional), región que había permanecido bajo dominio italiano desde 1919. El acuerdo alcanzado finalmente en 1970 exigía la aplicación de una resolución tomada ya en 1946, que garantizaba los derechos lingüísticos y culturales de la población austriaca de habla alemana.
En 1960, Austria fue uno de los países firmantes del pacto que establecía la Asociación Europea de Libre Comercio (más conocida por sus siglas en inglés, EFTA). El gobierno anunció en julio de 1961 su intención de lograr una asociación con la Comunidad Económica Europea (CEE), hoy conocida como Unión Europea (UE), que fuera compatible con su neutralidad militar. La oposición inicial del Partido Socialista a la participación disminuyó gradualmente, y en 1972 Austria firmó un acuerdo de libre comercio bilateral con la CEE.
La coalición gubernamental se rompió en octubre de 1965, a causa de una disputa presupuestaria que forzó a la dimisión del canciller Joseph Klaus. Sin embargo, su partido ganó por mayoría simple en las elecciones de marzo de 1966 a la Asamblea Nacional, lo que permitió a Klaus formar el primer gobierno del Partido Popular en la II República.
El nuevo canciller, el socialista Fred Sinowatz, formó una coalición con el Partido Liberal, pero la alianza se rompió en 1986, cuando el Partido Liberal dio un brusco giro a la derecha. La mala administración y los despidos en el sector público se sumaron a la polémica sobre la privatización, que incrementaron el descontento de los austriacos con el gobierno, los socialistas y el sistema de promoción política. La elección presidencial de 1986 la ganó el candidato del Partido Popular Kurt Waldheim, antiguo secretario general de las Naciones Unidas, a pesar de las alegaciones que habían surgido sobre sus actuaciones en el Ejército alemán durante la II Guerra Mundial. El voto reflejó la actitud ambigua de muchos austriacos hacia su pasado nazi.
Después de las elecciones parlamentarias de noviembre, el canciller Sinowatz dimitió y Franz Vranitzky, otro socialista, asumió el cargo y formó una coalición con el Partido Popular. Su gobierno tuvo que afrontar las continuas privatizaciones en el sector público, el alto déficit presupuestario y la preocupación internacional por la elección de Waldheim. La coalición sobrevivió a las elecciones de octubre de 1990, en las que los socialistas consiguieron 80 escaños en la Asamblea Nacional. Sin embargo, el Partido Popular perdió 17 de sus 77 escaños y el Partido Liberal ganó 15, pasando a tener un total de 33 escaños. El electorado, especialmente la nueva clase media, parecía haber cambiado. Sin embargo, en 1992, el candidato del Partido Popular, Thomas Klestil, diplomático de carrera y antiguo embajador en los Estados Unidos, fue elegido presidente. Prometió acelerar el ingreso de Austria en la Unión Europea (UE), cuya solicitud se había presentado en 1989. Las negociaciones para el ingreso en 1993 se interrumpieron, porque Austria insistía en que el tráfico de camiones de gran tonelaje por sus carreteras alpinas debía mantenerse restringido hasta el 2004. La UE acordó limitarlo hasta el 2001, con una opción para ampliarlo durante tres años más. El Parlamento Europeo aprobó el ingreso de Austria en la UE en mayo de 1994, y en enero de 1995 finalmente se incorporó.
El 18 de enero de 1997, el canciller Franz Vranitzky, jefe de gobierno desde 1986, presentó su dimisión. Fue sucedido por el hasta entonces ministro de Economía, Viktor Klima, que puso en marcha una reforma presupuestaria con el fin de permitir a Austria enfrentarse a los estrictos criterios económicos que exigía formar parte de la UE, así como un discutido proyecto para privatizar uno de los bancos más importantes del país.
El presidente de la República, Thomas Klestil fue reelegido el 19 de abril de 1998. En las elecciones legislativas del 3 de octubre de 1999, la ultraderecha liderada por Jörg Haider (Partido Liberal) avanzó un 6%, consiguiendo un 27,2% de los votos. Aunque los socialdemócratas del canciller Viktor Klima obtuvieron el mayor número de escaños parlamentarios en juego, con un 33,4%, ese porcentaje se convirtió en su peor resultado desde la II Guerra Mundial. El democristiano Partido Popular logró el 26,9 por ciento. Klima ejerció como primer ministro interino hasta que en enero de 2000, tras el fracaso de las conversaciones con los democristianos, decidió acabar con la coalición formada entre éstos y los socialdemócratas, que desde hacía 13 años gobernaba Austria, e intentó, también sin éxito, encabezar un gabinete integrado por independientes. Se ponía así fin a 30 años de gobiernos presididos por los socialdemócratas y se iniciaba una crisis en la que el ultraconservador Partido Liberal ingresó en el nuevo gabinete, encabezado desde el 4 de febrero de 2000 por el democristiano Wolfgang Schüssel, ex ministro de Asuntos Exteriores de Klima y líder del Partido Popular. Días antes, los jefes de Estado y de gobierno de la UE habían amenazado con la suspensión de relaciones con Austria si los ultraderechistas del Partido Liberal entraban en el gobierno, al mismo tiempo que la Comisión Europea anunciaba que no iba a actuar contra dicho país en tanto que no incumpliera los principios de la construcción europea. Las sanciones diplomáticas, aplicadas de inmediato tanto por la UE como por Estados Unidos, fueron de escasa importancia (y la UE, de hecho, las levantó en 2000), no así las manifestaciones que tuvieron lugar en las fechas siguientes, especialmente en Viena, contra el nuevo gobierno, integrado por varios ministros ultraderechistas.
Las graves disensiones surgidas en septiembre de 2002 entre Haider y algunos de los miembros de su partido que se encontraban en el ejecutivo, desembocaron en la ruptura de la coalición de gobierno (Schüssel se negó a reestructurar éste, como le solicitó Haider), y en la convocatoria de elecciones anticipadas para el 24 de noviembre de ese mismo año. En éstas, la victoria fue para el Partido Popular, que obtuvo aproximadamente el 42% de los sufragios emitidos, mientras que los socialdemócratas se convirtieron en el segundo partido más votado (en torno al 37%). Especialmente significativo fue el varapalo sufrido por el Partido Liberal, cuyo 10% implicaba un severo retroceso con respecto a los comicios que, en 1999, permitieron al grupo de Haider entrar en el gobierno. Tras estos resultados, Klestil encargó formar gabinete a Schüssel, quien optó por repetir la coalición entre su partido y el Liberal. El nuevo ejecutivo no tardó en promover un polémico proyecto de reforma del sistema de jubilaciones, ante el cual la Confederación de Sindicatos Austriacos reaccionó convocando un paro laboral general para el 6 de mayo de 2003.
En las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el 25 de abril de 2004, la victoria fue para el socialdemócrata Heinz Fischer, el cual recabó algo más del 52% de los votos. Fischer tomó posesión del cargo el siguiente 8 de julio; dos días antes, fallecía en Viena su predecesor, Klestil.
En los comicios parlamentarios del 1 de octubre de 2006, se impusieron los socialdemócratas, que obtuvieron 68 escaños en el Nationalrat, por 66 del Partido Popular, 21 del Partido Liberal, 20 de Los Verdes, y 8 de la Alianza por el Futuro de Austria (organización que Haider fundara, en 2005, al abandonar las filas liberales). Tras conocerse estos resultados, Schüssel y su equipo ministerial dimitieron. En enero de 2007, después de que socialdemócratas y conservadores alcanzaran un acuerdo, se formó un gabinete de gran coalición presidido, como canciller federal, por el líder y candidato del Partido Socialdemócrata, Alfred Gusenbauer.