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martes, 10 de agosto de 2010

Yemen

Yemen (nombre oficial, Al-Jumhuriya al-Yamaniya, República de Yemen), república del suroeste de Asia, situado en la costa suroccidental de la península de Arabia, y que se formó en 1990 a raíz de la unificación de la República Popular Democrática de Yemen y de la República Árabe de Yemen. Limita al norte con Arabia Saudí, al este con Omán, al sur con el golfo de Adén y al oeste con el mar Rojo. La mayor parte de sus fronteras interiores no están claramente demarcadas. Yemen comprende también las islas de Socotra (o Socotora), en el golfo de Adén; Kamarán, en el mar Rojo, y Perim, en el estrecho de Bab el-Mandeb. El país tiene una superficie de 527.970 km². La capital de la República de Yemen es Saná.

La región meridional de Yemen es seca y árida, con un litoral de unos 1.200 km que se extiende a lo largo del golfo de Adén. La zona occidental es una región semidesértica con una costa de unos 450 km a lo largo del mar Rojo. El interior es montañoso, con abundantes precipitaciones de carácter estacional que hacen de esta zona la más lluviosa de la península arábiga.

El clima de las llanuras costeras es seco y cálido con una temperatura cuyo promedio anual es de 27,7 ºC. Las precipitaciones anuales tienen un promedio que oscila entre los 76 mm en la costa meridional y los 229 mm en la costa occidental. Los vientos soplan del noroeste en verano y del suroeste en invierno y llevan grandes tormentas de arena. El interior montañoso tiene un clima templado y los veranos son generalmente frescos con unas precipitaciones anuales entre 406 y 762 mm de promedio.

Los yemeníes de las regiones montañosas son sobre todo de origen árabe, como los residentes de la costa meridional. La mayoría de los habitantes de la franja costera de Tihamah son mestizos de origen árabe y africano.

La mayor parte de la población habla árabe. Casi todos los habitantes de Yemen son seguidores del islam; los habitantes de las zonas central, septentrional y oriental del país pertenecen sobre todo a la comunidad zaidí de los musulmanes chiitas, mientras que en el sur y suroeste pertenecen a la comunidad shafí de los musulmanes suníes. En el sur pueden encontrarse también pequeños grupos de hindúes y cristianos.

En Yemen del Sur la mayoría de la población se dedica a la agricultura de subsistencia y a la pesca; el país es el más pobre del mundo árabe. La economía monetaria se centra en la ciudad de Adén, que es con diferencia el puerto de abastecimiento de petróleo más grande entre el mar Mediterráneo y el océano Índico, a pesar de que fue perdiendo importancia en las décadas de 1970 y 1980, a medida que los métodos de transporte de petróleo evolucionaban; en 1991 se estableció en Adén una zona de comercio libre en un intento de reactivar el puerto. En el centro y norte de Yemen la actividad económica más importante con diferencia es la agricultura, para consumo interno y para exportación. El país dependía en gran parte de la ayuda extranjera y de las remesas de capital de los yemeníes que trabajaban en el exterior. En 1999 la balanza nacional de pagos de la República presentaba unos ingresos estimados de 1.654 millones de dólares, que provenían en su mayor parte de la ayuda extranjera, y los gastos alcanzaron la cifra de 1.786 millones de dólares. El producto interior bruto (PIB) de Yemen ascendía a 19.057 millones de dólares (cifras del Banco Mundial para 2006), lo que supone una renta per cápita de 876,90 dólares.
Las unidades monetarias de Yemen antes de su unión eran el dinar (DY) de 1.000 fil en el sur, y el rial yemení (RIY) de 100 fil en el norte. Tras la fusión de ambos países, el gobierno hizo desaparecer paulatinamente el dinar de la circulación monetaria. En 2006, 197 riales equivalían a 1 dólar estadounidense.
Yemen depende en gran parte de las importaciones y sufre anualmente un déficit comercial. A comienzos de la década de 1990 las principales importaciones fueron productos alimenticios, maquinaria y productos químicos, mientras que las principales exportaciones se centraban en el café, algodón, cuero, pieles y petróleo. El valor de las importaciones alcanzó los 3.734 millones de dólares anuales en 2004, mientras que las exportaciones ascendieron a 4.051 millones de dólares.
En 1990, cumpliendo con los términos de la Constitución promulgada en 1981, la República Democrática Popular de Yemen (RDPY) y la República Árabe de Yemen (RAY) constituyeron un Estado unificado; el gobierno de transición estaba dirigido por un consejo de cinco miembros. En mayo de 1991 se aprobó por referéndum una Constitución que establecía un Parlamento multipartidista elegido por todos los ciudadanos mayores de 18 años y la hegemonía de la legislación islámica (sharia). En las elecciones que se celebraron en 1993, surgió un gobierno de coalición que, en 1994, sofocó rápidamente una insurrección secesionista en el sur, con lo que confirmó su autoridad.

En la antigüedad, la región septentrional de lo que es actualmente la República de Yemen se consideraba parte de la clásica Arabia Felix (Arabia Feliz). Antes de la era cristiana, los mineos y los sabeos (cuyo reino era el bíblico Saba) se hicieron con el control de la región; sus economías se basaban en el cultivo de incienso y mirra, y en el comercio de especias semitropicales. Los sabeos, que habían fundado su reino hacia el 950 a.C, tenían su centro en Marib. Eran sobre todo agricultores de cultivos de regadío y construyeron un gran dique en torno al wadi de Dhana, con el cual irrigaban un área de unos 65 km2; este pueblo ha dejado varias inscripciones esculpidas, una innovación que parece que ellos mismos introdujeron en la región. Al norte, los mineos, que fundaron su reino en el primer milenio a.C, situando su capital en Karna (actual Şa’dah), fueron los principales comerciantes de incienso a través de al-Ḩijāz, antes de que fueran eclipsados por los nabateos en el siglo I a.C. Más al sur se encontraban el reino de Qataban, que a finales del siglo V a.C. cayó bajo el poder de los sabeos, y el reino de Hadhramaut; estos reinos meridionales también participaron en el lucrativo comercio del incienso. Poco antes de la era cristiana, todos estos reinos fueron absorbidos por los himyaríes que comerciaban en Muza, en la costa del mar Rojo.

Los refugiados judíos comenzaron a llegar al territorio himyarí tras la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. por los romanos, mientras que los misioneros cristianos lo hicieron a partir del siglo IV d.C. Entre el 330 y el 340 la región fue invadida por los etíopes del reino de Aksum, que controlaron la zona hasta aproximadamente el 378. Los etíopes cristianos volvieron, hacia el 525, después de que un gobernador himyarí de fe judaica comenzara a perseguir a los cristianos en su reino. Medio siglo más tarde, la ocupación etíope fue sustituida por el gobierno sasánida y el país se convirtió en una satrapía persa. El derrumbamiento de la gran presa en Marib facilitó la infiltración de los beduinos procedentes de Najd, que introdujeron el islam en la región hacia el 630. Tras la implantación islámica en el sur de Arabia en el siglo VII, la región cedió el gobierno al califato, primero con los omeyas, que gobernaron el territorio islámico desde Damasco y más tarde con los Abasíes, que lo hicieron desde Bagdad.

Desde el siglo IX, la autoridad de los califas existía sólo nominalmente en Yemen, ya que los gobernadores indígenas habían fundado dinastías que ejercían el control efectivo. La dinastía más duradera fue la de Yahya ibn al-Hussein, que supuestamente descendía del califa Alí ibn Abí Talib. Hacia el 893 Yahya fundó la dinastía chiita de los Zaidíes, de la cual descendía el último imán (gobernador) del siglo XX. A finales del siglo IX, los miembros de la secta ismailí aparecieron en la región, desde donde se expandieron y ejercieron una gran influencia en el norte de África bajo la forma del movimiento fatimí, poniendo en peligro el poder de la dinastía Abasí. Los seguidores de este movimiento, los sulayíes, gobernaron en el este, en Saná, y consiguieron controlar Adén durante un tiempo; a su gobierno le siguió el de los chiitas surayíes hasta que los ayubíes ortodoxos invadieron la zona en 1173-1174 y conquistaron Adén, reunificando la región. En 1229, los rasulíes, la dinastía más notable de la historia islámica de Yemen del Sur, se separaron de los ayubíes para gobernar de forma independiente. Su capital, Ta'izz, fue célebre por su actividad artística e intelectual; también Adén prosperó como un importante centro comercial bajo su gobierno. La dinastía Rasulí se hundió en el siglo XV y fue reemplazada por los tahiríes, que controlaron la mayor parte del sur de Yemen.

En el siglo XV los portugueses llegaron a Arabia, bloquearon las rutas comerciales del mar Rojo y controlaron el comercio, pero no consiguieron conquistar la ciudad de Adén. Esta situación hizo que, primero los mamelucos y más tarde, en 1517, el Imperio otomano, intentaran expulsar a los portugueses de Yemen. Los otomanos ocuparon toda la región y eligieron como base la ciudad de Mocha, que reemplazó a Adén como puerto principal. En 1635, fueron reconducidos hasta Yemen del Sur por los imanes zaidíes, que gobernaron con Adén como capital hasta que la región quedó dividida en feudos rivales en 1735. En el siglo XIX, los otomanos intentaron reafirmar su autoridad en Yemen, tratando de asegurar su posición frente a los wahhabíes de Arabia y Mehmet Alí en Egipto. Hacia 1872 habían ocupado la parte occidental, pero los británicos habían conquistado Adén (1839) al sultán Lahij. Tras la apertura del canal de Suez, en 1869, Adén se convirtió en la principal estación carbonífera en la ruta hacia la India.

Tras varios años de rebelión, Turquía otorgó finalmente la autonomía a Yemen del Norte en 1911. La región se hizo independiente en 1918, bajo la hegemonía de los imanes zaidíes, que reclamaron su legitimidad histórica para gobernar todo Yemen. En 1925, Gran Bretaña reconoció su independencia y en 1934 firmó un tratado que garantizaba su soberanía. Basándose en relaciones establecidas por medio de tratados con las tribus de las zonas circundantes, los británicos convirtieron entonces a Adén en un protectorado y, en 1937, en colonia británica. Yemen del Norte fue uno de los fundadores de la Liga Árabe en 1945, y dos años después entró en las Naciones Unidas (ONU). Al año siguiente, el imán gobernante, Yahya ibn Muhammad, fue asesinado durante una revuelta palaciega. Le sucedió su hijo, Ahmad, cuyas pretensiones sobre Adén provocaron sucesivos enfrentamientos con los británicos en la década de 1950. En 1958, seis de los gobernadores de Yemen del Sur formaron la Federación de Arabia del Sur con el apoyo británico y, hacia 1965, ya englobaba a los diecisiete estados de la región. En Yemen del Norte la situación se había complicado cuando el imán falleció víctima de una atentado en 1962 y su hijo, Muhammad al-Badr, fue depuesto por un golpe militar que proclamó la República Árabe de Yemen (RAY), bajo el liderazgo del coronel Abdullah al-Sallal. El imán depuesto, que se refugió en Arabia Saudí, contaba aún con la lealtad de algunas tribus de Yemen y, en sus esfuerzos por recuperar el trono, recibió el apoyo de Arabia Saudí y de otros países árabes. Las luchas entre las tropas republicanas y las monárquicas continuaron a lo largo de 1964 y acarrearon hostilidades entre Egipto, que ayudó a los republicanos, y Arabia Saudí, que daba su apoyo a los monárquicos. En 1965, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser se reunió con el rey Faisal ibn 'Abd al-'Aziz de Arabia Saudí para intentar llegar a un acuerdo que pusiera fin a la guerra civil. Ambos países prometieron poner fin a su participación y preparar un plebiscito que permitiera a la población de la RAY elegir su forma de gobierno. Sin embargo, las conferencias de paz posteriores fueron infructuosas y, en 1966, se reanudaron las hostilidades. La derrota que propinó Israel a los árabes en la guerra de los Seis Días de 1967, provocó cambios importantes en la RAY. En un encuentro posterior de ministros de asuntos exteriores árabes, una propuesta egipcia de retirada de tropas de la RAY fue aceptada; a finales de 1967, a pesar de la oposición del presidente al-Sallal, las tropas egipcias se habían retirado del país. Posteriormente, al-Sallal fue derrocado y sustituido como presidente por Abdul Rahman al-Iryani. En 1967, los británicos también se retiraron de la Federación de Arabia del Sur, ante la presión de un movimiento nacionalista armado; la Federación se hizo independiente con el nombre de República Popular Democrática de Yemen del Sur. El Frente Marxista de Liberación Nacional, que había forzado la expulsión de los británicos, se erigió como el único partido reconocido en la República. Su líder, Qahtan Muhammad al-Shaabi, fue nombrado presidente, pero fue destituido en 1969 y le sustituyó en el cargo Salem Ali Rubayi; en 1970 el país fue rebautizado con el nombre de la República Popular Democrática de Yemen (RPDY). Un gran número de empresas extranjeras fueron nacionalizadas y se establecieron estrechas relaciones con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

La RAY y la RPDY acordaron unirse en 1972, pero las tensiones entre ellas impidieron que se llevara a cabo el acuerdo. En el Yemen del Norte triunfó un sangriento golpe de Estado en junio de 1974 dirigido por el coronel Ibrahim al-Hamidi. Se suspendió la Constitución y se atribuyó el poder ejecutivo al Consejo de Mando, dominado por los militares. El coronel Al-Hamidi, que asumió la presidencia en 1975, fue asesinado en octubre de 1977. Su sucesor también fue víctima de un atentado en 1978, siendo designado presidente el teniente coronel Alí Abdullah Saleh. En Yemen del Sur, Rubayi fue depuesto y ejecutado en 1978; su sucesor Abdel Fattah Isnail, fue a su vez sustituido por Alí Nasser Muhammad al-Hasani en 1980. Las relaciones entre la RAY y la RPDY continuaron siendo tensas y, en 1979, estalló una breve guerra. Sin embargo, poco después, las presiones de otros países árabes hicieron posible elaborar un plan de unificación. Aunque no se estableció ningún calendario, hacia finales de 1981 se había redactado una Constitución para el Estado unificado. En enero de 1986 estalló una breve y cruenta guerra civil en la RPDY que expulsó a Hasani del poder, siendo sustituido por el antiguo primer ministro, Haydar Bakr al-Attas, que fue elegido presidente en octubre de 1986. El acuerdo de unificación, retrasado por esta contienda civil, se puso finalmente en práctica el 22 de mayo de 1990. La RAY y la RPDY se convirtieron en la República de Yemen, con Saleh en la presidencia y al-Attas como primer ministro.
Sólo unos pocos meses después de su instauración, el gobierno de transición de la República de Yemen protestó por la presencia de ejércitos extranjeros concentrados en Arabia Saudí para evitar la invasión de Kuwait. Entonces, el gobierno saudí expulsó a 850.000 trabajadores yemeníes cuya vuelta a su país agravó el desempleo, añadiéndose a los problemas económicos ya existentes en la nueva nación. En 1991, un referéndum aprobó la nueva Constitución, pero la agitación política obligó al gobierno a posponer las elecciones, que tuvieron lugar finalmente el 27 de abril de 1993. El Congreso General Popular (CGP), antiguo partido gobernante en la RAY, fue el partido ganador, seguido de al-Islah (una coalición de grupos islámicos) y del Partido Socialista de Yemen (PSY), antiguo partido gobernante en la RPDY. El presidente y el primer ministro se mantuvieron en el cargo tras la elección y los tres partidos principales formaron una coalición parlamentaria. En mayo de 1994 las tensiones afloraron de nuevo y Yemen del Sur se separó del Norte. Las tropas del Norte conquistaron Adén en julio, poniendo fin a la guerra civil. En octubre, el presidente Saleh fue reelegido, nombró un nuevo consejo de ministros y formó un gobierno de coalición. Las tensiones con Arabia Saudí se aliviaron tras la visita que Saleh realizó a este país, firmando un acuerdo fronterizo conjunto.
En diciembre de 1995 Eritrea invadió la isla de Ḩânîsh al-Kabîr, bajo control yemení, y reclamó la soberanía sobre todo el archipiélago de las Ḩânîsh, situado en la entrada meridional al mar Rojo. En la breve lucha entablada entre soldados de ambos países fallecieron al menos 12 personas. A mediados de 1996 los dos estados sometieron el litigio al arbitraje del Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas, que finalmente falló a favor de Yemen.
El 12 de junio de 2000, los respectivos gobiernos de Yemen y Arabia Saudí firmaron un histórico acuerdo que establecía de forma definitiva y en toda su extensión los límites fronterizos, terrestres y marítimos, entre ambos estados.
Saleh fue reelegido presidente en 1999 y 2006.