Suazilandia (nombre oficial en inglés, Kingdom of Swaziland; en siswati, Umbuso weSwatini, Reino de Suazilandia), monarquía independiente del sureste de África, sin salida al mar, que linda al este con Mozambique, y al sureste, sur, oeste y norte con Sudáfrica. Alcanza los 17.363 km² de superficie.
Suazilandia tiene una forma más o menos oval. La elevación del relieve desciende de oeste a este. La parte montañosa occidental en algunos lugares alcanza una altura de más de 1.220 m por encima del nivel del mar y es conocida como alto veld. La escarpada región central, o medio veld, tiene una altitud media de 610 m. La región oriental, o bajo veld, que presenta suaves ondulaciones y menores cotas, entre 120 y 135 metros, limita por el este con los montes Lebombo. El país está atravesado por el Gran Escarpe.
Entre los ríos destacan cuatro: Komati, Mbuluzane, Lusutfu y Ngwavuma. Suazilandia cooperó con Sudáfrica para construir la represa de Maguga en el Komati, río que discurre por ambos países; este proyecto de desarrollo hidráulico se inauguró en 2002 y tiene como finalidad aumentar la superficie de regadío y generar energía eléctrica.
El clima es tropical en la zona del bajo veld, donde predomina la sabana arbolada, y templado en las zonas más montañosas. Las precipitaciones, que se concentran en el verano austral (de noviembre a marzo) son escasas en el este y más abundantes hacia el oeste.
Suazilandia tiene un rico legado de conservación de vida salvaje que se remonta a las décadas previas a la independencia del país, cuando el rey Sobhuza II trataba de combatir la caza furtiva en sus tierras reales. Cuenta con varios parques nacionales y reservas de animales en los que se protege una amplia variedad de fauna en libertad, incluidos leones, leopardos, rinocerontes, hipopótamos, elefantes y muchas especies de antílopes y aves. Los parques y la fauna salvaje de Suazilandia son unos de sus principales atractivos turísticos: en 2006 visitaron el país 873.000 turistas. Sin embargo, fuera de las áreas protegidas, las especies de flora y fauna se han visto considerablemente mermadas y la caza furtiva sigue siendo un problema.
El gobierno ha ratificado acuerdos medioambientales internacionales relativos a la biodiversidad, el cambio climático, las especies en peligro de extinción, la prohibición de ensayos nucleares y la protección de la capa de ozono.
Aunque actualmente no exista una deforestación apreciable, la demanda de madera para utilizar como combustible va en aumento. En 2005, el 31,2% de la superficie estatal estaba arbolada. La sequía y las inundaciones eventuales son dos persistentes problemas en el país.
La población de Suazilandia (2008) era de 1.128.814 habitantes. La capital administrativa y ciudad más importante es Mbabane (que tiene una población de 70.000 habitantes). Lobamba es la capital real y legislativa de Suazilandia. Manzini es la ciudad más poblada del país: su área metropolitana supera los 100.000 habitantes. Siteki es otra de las grandes urbes y es la capital de uno de los 4 distritos en que se organiza el país.
La etnia predominante es la suazi. Una buena parte de las tierras está en posesión de los europeos o de compañías extranjeras, pero aproximadamente el 55% lo posee en depósito el rey para que sean utilizadas de forma exclusiva por los suazis. Una quinta parte de la población mantiene sus creencias religiosas tradicionales, y casi toda la población restante es, al menos nominalmente, cristiana. Las lenguas oficiales de Suazilandia son el siswati, una lengua bantú, y el inglés. En 2000, 216.977 niños asistieron a las escuelas primarias y 60.830 estaban inscritos en los institutos de enseñanza secundaria. La Universidad de Suazilandia (1964) se encuentra en Kwaluseni.
La población rural de Suazilandia asciende al 77% (2003), y el país presenta una tasa de crecimiento demográfico del -0,41%, cifra muy variable debido al SIDA. Las presiones que genera la población rural se dejan sentir en los recursos edafológicos: la creciente demanda de tierra cultivable y el exceso de pastoreo en las tierras comunales conducen a la erosión del suelo. La erosión y las deficientes prácticas en la eliminación de aguas residuales contribuyen a aumentar las ya elevadas tasas de enfermedades transmitidas por el agua. Sólo el 48% (2004) de la población tiene acceso a unas adecuadas instalaciones sanitarias, y el 62% al agua potable segura.
La mayoría de la población activa de Suazilandia se dedica a la agricultura de subsistencia y a la cría de ganado. El principal cultivo alimenticio es el maíz. Los cultivos industriales con mayor volumen de producción son el azúcar, el algodón, el tabaco, el sorgo y los cítricos. La ganadería cuenta con 580.000 cabezas de bovino, 275.000 de caprino y 27.000 de ovino. La minería es una actividad que ha declinado en los últimos años: se extraían diamantes, amianto, oro, carbón y caolín. La explotación forestal constituye una actividad económica importante. La industria ligera se está desarrollando en la actualidad y el turismo es también un sector en plena expansión. Las principales exportaciones son azúcar, amianto, pasta de madera, productos químicos y cítricos, destinadas mayoritariamente a Sudáfrica. Suazilandia tiene unos 300 km de vías ferroviarias y 3.000 km de carreteras, que comunican el país con los puertos de Maputo, en Mozambique, y Richard's Bay y Durban, en Sudáfrica.
La unidad monetaria es el lilangeni (plural: emalengeni), que se cambia a la par con el rand sudafricano (en 2006 un dólar estadounidense equivalía a 6,80 emalengeni).
El poder ejecutivo reside en el rey, quien goza de numerosas prerrogativas. El soberano nombra a un primer ministro que le asiste y a un gabinete que lo asesora. El Parlamento, bicameral, tiene poderes limitados. Está integrado por la Cámara de la Asamblea, de 65 miembros (55 son elegidos por el voto popular desde 1993, cuando se celebraron las primeras elecciones directas, y los 10 restantes son designados por el monarca), y por un Senado de 30 miembros (10 elegidos por la Cámara de la Asamblea y 20 designados por el rey). El poder judicial reside en un tribunal supremo y en tribunales subordinados. Los suazis resuelven los asuntos civiles por medio de dirigentes tradicionales, sujetos a apelaciones al tribunal supremo.
En 1820, bajo la jefatura de Sobhuza I, el pueblo suazi se retiró al espacio que hoy ocupa Suazilandia. Esta migración se produjo en el periodo denominado Mfecane, cuando diversos pueblos del sur de África se vieron obligados a realizar estos traslados ante el empuje conquistador de los zulúes. Durante la década de 1880, cuando los colonizadores europeos llegaron a las nuevas tierras de los suazis, éstos les otorgaron concesiones y derechos que pusieron en peligro la independencia del territorio.
Por el convenio anglo-bóer de 1894, Suazilandia pasó a depender de la Unión Sudafricana (actual Sudáfrica). Posteriormente, la administración del territorio suazi pasó al gobernador británico de las provincias del Transvaal (1903), y al alto comisario británico para Sudáfrica (1907). En 1967 Suazilandia accedió a un régimen de autogobierno. Finalmente, el país consiguió su plena independencia el 6 de septiembre de 1968, con el rey Sobhuza II como jefe del Estado.
En 1973, Sobhuza II suspendió la Constitución y prohibió cualquier tipo de actividad política. Según la nueva Constitución promulgada en 1978, se eligió indirectamente un Parlamento bicameral. Tras el fallecimiento de Sobhuza II, acaecido en 1982, se produjeron diversos enfrentamientos para determinar cuál de sus viudas gobernaría como reina regente y cuál de sus 67 hijos ascendería al trono. En 1986, el príncipe Makhosetive fue coronado con el nombre regio de Mswati III.
Durante los primeros años de la década de 1990 se incrementaron las presiones para conseguir un régimen verdaderamente representativo. Como consecuencia de ello, las elecciones indirectas para la Cámara de la Asamblea pasaron a ser comicios directos en 1993. Sin embargo, los partidos políticos siguieron prohibidos. En 1994, Mswati III se comprometió a establecer una comisión constitucional que revisara la estructura de gobierno del país.
A comienzos de 1996 se produjeron violentos incidentes entre las fuerzas de seguridad del Estado y manifestantes sindicales que pedían el establecimiento de un sistema político multipartidista. En este contexto, Mswati III creó, en febrero de ese año, una comisión que habría de redactar un nuevo texto constitucional. Durante las posteriores protestas y huelgas de febrero de 1997, que afectaron aún más a la economía nacional, fueron detenidos los principales líderes sindicales. Tras las elecciones legislativas de octubre de 1998, Mswati III confirmó como primer ministro a Barnabas Sibusiso Dlamini (quien ejercía el cargo desde julio de 1996) y anunció la disolución del Consejo Nacional Suazi de 21 miembros.
La inestabilidad social y política creció en febrero de 2000, y el gobierno adoptó posiciones cada vez más severas frente a los grupos de la oposición que reivindicaban la democratización del Estado. En noviembre, la comisión creada cuatro años antes para preparar una nueva carta magna presentó al gobierno su trabajo, que no surtió efecto durante los años siguientes. En diciembre se levantó la prohibición para celebrar reuniones sindicales, aunque éstas siguieron estando sujetas a estrictas condiciones.
Suazilandia afrontó el siglo XXI con dos graves problemas: el hambre y el SIDA. En 2002 se estimaba que 150.000 personas estaban al borde de la inanición como consecuencia de las graves sequías y de la deficiente gestión en la distribución de las ayudas alimentarias. El número de personas afectadas por el SIDA ha crecido de forma alarmante en los últimos años; algunos estudios sugieren que aproximadamente el 40% de la población estaría infectada con el VIH.
El 14 de noviembre de 2003, Mswati III nombró primer ministro a Themba Dlamini. El 26 de julio de 2005, entró en vigor una nueva Constitución.