Pakistán (nombre oficial, Islāmi Jambūrīya-e-Pakistān, República Islámica de Pakistán), república del sur de Asia que limita al norte y al noroeste con Afganistán, al noreste con el estado indio de Jammu y Cachemira, al este y sureste con otros estados de la India, al sur con el mar Arábigo y al oeste con Irán. La posesión de Jammu y Cachemira es causa de disputa con la India. Pakistán alcanzó la independencia en 1947 y hasta diciembre de 1971 incluía la provincia de Pakistán Oriental, que después de su secesión de Pakistán tomó el nombre de Bangladesh. Pakistán tiene una superficie de 796.095 km². La capital de Pakistán es Islamabad y Karachi su principal ciudad.
Pakistán es un país caracterizado por la sequía y por temperaturas y altitudes extremas. El país está dividido por el río Indo, que entra en Pakistán por el noreste y fluye hacia el sur para desembocar en el mar Arábigo o mar de Omán. El Indo forma la línea de división de dos de las áreas fisiográficas que existen en el país: la llanura del Indo, que se extiende a lo largo de la orilla oriental del río, y la meseta de Beluchistán, hacia el suroeste. También destacan otras cuatro áreas fisiográficas: la llanura costera, una franja estrecha de tierra que bordea el mar Arábigo; la cuenca de Jaran, al oeste de la meseta de Beluchistán; el desierto de Thar (o Gran Desierto Indio), que se encuentra a ambos lados de la frontera con India en el sureste; y las montañas del norte y noroeste, al pie del Himalaya y del Hindu Kush.
La llanura del Indo al sur de los sistemas montañosos septentrionales en Pakistán varía en anchura desde los 80 a los 320 km y cubre una extensión de 518.000 km2 aproximadamente. De norte a sur se encuentran dos importantes regiones, la llanura del Punjab y la llanura del Sind. La primera es la zona agraria más importante de la República, aprovechando el flujo de varios afluentes del Indo, como los ríos Sutlej, Ravi, Chenab y Jhelum, aunque también son muy frecuentes las inundaciones debido a su carácter torrencial. Más al sur, en el curso bajo de Indo, se encuentra la llanura del Sind, cuya aridez natural se contrarresta por las obras de regadío efectuadas para potenciar la agricultura.
Al oeste de estas llanuras, una serie de sistemas montañosos, entre los que destacan la cordillera de Toba Kakar, la sierra de Siahan, la cordillera de Suleimán y la sierra de Kīrthar, bordean la meseta superior de Beluchistán, una región muy seca, que la hace poco apta para la agricultura, donde sólo habitan algunos pastores nómadas.
El pico más elevado de Pakistán es el K2 (o Godwin Austen) que, con 8.611 m de altitud sobre el nivel del mar, es la segunda montaña más alta del mundo después del Everest. El K2 está en la cordillera de Karakorum, en la región de Jammu y Cachemira controlada por Pakistán. También destacan el Nanga Parbat (8.125 m) y el Mir (7.690 m) en el Hindu Kush. El paso de Jyber, en la frontera entre Pakistán y Afganistán, divide la cordillera de Safed Koh.
El clima de Pakistán es de tipo continental en general, pero el relieve da lugar a importantes variaciones. En las regiones montañosas del norte y oeste las temperaturas permanecen bajo cero durante el invierno. En la llanura del Indo las temperaturas oscilan entre los 32 ºC y los 49 ºC en verano; la temperatura media en invierno es de 13 °C. En todo Pakistán la lluvias son escasas. La región del Punjab recibe la mayor parte de las precipitaciones, más de 508 mm anuales. Las regiones áridas del sureste y suroeste registran precipitaciones inferiores a 127 mm anuales. Entre julio y septiembre se recibe la mayor parte de las lluvias.
La vegetación de Pakistán varía de acuerdo con la altitud y las precipitaciones de lluvia. En la mayor parte del país la vegetación natural se limita a herbáceas resistentes a la sequía y arbustos. En las laderas de las montañas se desarrolla vegetación alpina. En las laderas más húmedas hay bosques de piceas, encinas, chir o pino cheer y cedros llorones o del Himalaya.
Pakistán tiene una fauna variada. Las especies más destacadas son ciervos, jabalíes, osos, cocodrilos y aves acuáticas. También hay una amplia variedad de fauna de agua dulce y de agua salada. Las especies marinas más importantes son los arenques, la caballa y los tiburones, así como el marisco.
El sustrato étnico de la población de Pakistán es muy variado, debido en gran medida a que el país se encuentra en una región que ha sido repetidamente invadida desde tiempos inmemoriales. La población proviene de grupos étnicos como drávidas, arios, griegos, escitas, hunos, árabes, mongoles, persas, turcos y afganos. En la actualidad, los punjabíes constituyen la mayoría de la población.
Aproximadamente el 97% de la población sigue la doctrina islámica. Cuatro quintos de los musulmanes son suníes, y el resto chiitas. Las principales religiones minoritarias son el cristianismo (1,8%) y el hinduismo (1,3%); otros grupos religiosos son los sij, los parsi y un pequeño número de budistas. Aunque la Constitución define Pakistán como una nación islámica —y según las enmiendas de 1986 y 1991, la ley islámica (sharia) es la ley suprema de Pakistán— también garantiza la libertad de culto.
El idioma oficial de Pakistán es el urdu, pero poca gente lo usa como lengua materna. El punjabi es probablemente la lengua más hablada, seguida por el sindhi, el pashto, el saraiki y el baluchi respectivamente. La población culta utiliza el inglés que también es idioma oficial de Pakistán.
De 1965 a 1980 la economía de Pakistán creció con una media del 5,1% anual, a pesar de los contratiempos de principios de la década de 1970 ocasionados por la secesión de Pakistán Oriental en 1971. Durante la década de 1980 y principios de la de 1990, después de la introducción de políticas de liberalización económica, el porcentaje aumentó una media del 6% anual. A pesar de esto, a principios de la década de 1990, la pobreza era generalizada entre la mayoría de los ciudadanos del país y su sustento dependía fuertemente del sector agrícola. Esto fue consecuencia, principalmente, de la elevada tasa de crecimiento de la población, pero los factores políticos, en particular los altos gastos militares, también frenaron el crecimiento económico y la modernización. En 2006 el producto interior bruto (PIB) de Pakistán fue de aproximadamente 126.836 millones de dólares, lo que supone una renta per cápita de 797,70 dólares, una de las más bajas del mundo.
El gobierno de Pakistán ha participado en la dirección de la economía del país; la mayoría de las principales industrias se nacionalizaron durante la década de 1970. Desde la década de 1980, como parte de los intentos por aumentar el crecimiento y el empleo, la intervención del gobierno en la economía disminuyó. Se permitió que las empresas privadas entraran en sectores que antes controlaba el Estado, como la banca, la distribución de agua y otros servicios públicos. Sin embargo, los gastos militares seguían siendo aproximadamente un tercio del presupuesto estatal. El séptimo plan quinquenal (1988-1993) permitió a los inversores privados mantener negocios sin permiso del gobierno como requisito en todos los sectores económicos, excepto en la producción de armas y alcohol. El presupuesto anual estimado para 1996 establecía unos ingresos de 16.947 millones de dólares y unos gastos de 19.285 millones de dólares. Pakistán recibe considerables ayudas económicas de países extranjeros y de organizaciones internacionales.
La unidad monetaria básica es la rupia paquistaní, dividida en 100 paisas (60,30 rupias equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El Banco Estatal de Pakistán, establecido en 1948, es el banco central. Emite los billetes bancarios, controla el mercado de divisas, los créditos, la deuda pública, los tipos de interés, y supervisa los bancos comerciales. Los bancos paquistaníes se nacionalizaron en 1974. Un gran número de importantes bancos extranjeros tienen oficinas en el país. La ley islámica regula, en parte, las prácticas de los bancos y de otras instituciones financieras. Ante la prohibición de cobrar intereses en las transacciones interiores, los bancos utilizaron un sistema de inversiones con clientes como socios.
Pakistán es una república islámica con un sistema de gobierno federal. Después de la secesión de Pakistán Oriental en 1971, Pakistán adoptó una nueva Constitución en 1973, para sustituir a la que estaba en vigor desde 1956. Sin embargo, tras el golpe de Estado de 1977, se impuso una ley marcial y se suspendieron muchos artículos de la Constitución de 1973. En 1985 se restableció el gobierno parlamentario —finalizada la ley marcial— y se restauró la Constitución, aunque con varias enmiendas (como la denominada Octava Enmienda) que ampliaban las prerrogativas del presidente, que podía nombrar y destituir ministros y vetar nuevas leyes. En 1991 se estableció que todas las leyes cumplieran con las obligaciones de la sharia (ley islámica). Un tribunal constitucional se encarga de los asuntos relacionados con la Constitución y puede anular las decisiones presidenciales. En abril de 1997 las cámaras legislativas del país derogaron, a través de la conocida como Decimotercera Enmienda, varias secciones del articulado de la Octava Enmienda con el fin de reducir los poderes del presidente, en un esfuerzo por devolver al ejecutivo paquistaní elegido democráticamente el mayor número de atribuciones ejecutivas.
Para más información sobre la historia de la actual región de Pakistán, véase Civilización del valle del Indo; India: Historia.
Los británicos gobernaron el subcontinente indio durante casi 200 años, desde 1756 hasta 1947. Después de la sublevación india en 1857, el gobierno británico abolió los poderes de la Compañía Británica de las Indias Orientales, que había dirigido el subcontinente en nombre de la Corona británica y tomó el control directo del gobierno. Las reformas políticas facilitaron la formación de partidos políticos: el Congreso Nacional Indio, representante de la inmensa mayoría de hindúes, se creó en 1885; la Liga Musulmana para toda la India, por su parte, se constituyó en 1906 con la finalidad de representar y proteger la posición de la minoría musulmana. Cuando los británicos introdujeron reformas constitucionales en 1909, los musulmanes pidieron y consiguieron listas electorales separadas. Esto garantizó a los musulmanes la representación en los cuerpos legislativos tanto provinciales como nacionales, hasta la independencia en 1947.
En 1930, el poeta y filósofo sir Muhammed Iqbal ideó un Estado musulmán independiente en Asia meridional formado por la unión de las provincias noroccidentales de la India británica y el estado nativo de Jammu y Cachemira. El nombre de Pakistán, que se empezó a usar para referirse a este Estado, se cree que se originó como una composición abreviada hecha con las letras de los nombres de las provincias involucradas, como la siguiente: Punjab, Afgania (Provincia de la Frontera del Noroeste), Kashmir (Cachemira), Indo-Sind y Beluchistán. Otra explicación alternativa considera que el nombre significa ‘tierra de los puros’.
A finales de la década de 1930, Muhammad Alí Jinnah, dirigente de la Liga Musulmana y también considerado fundador de Pakistán, decidió que la única forma de preservar a los musulmanes indios de la dominación hindú era establecer un estado musulmán independiente.
En 1940, la Liga Musulmana confirmó oficialmente la separación de la India británica y la creación de Pakistán como un Estado musulmán independiente. Durante las conversaciones anteriores a la independencia en 1946, el gobierno británico consideró que la postura secesionista de la Liga Musulmana y la unidad territorial de la India propuesta por el Congreso eran irreconciliables, por lo que los británicos decidieron la partición y el 15 de agosto de 1947 transfirieron el poder de forma separada a la India y a Pakistán, que quedó dividido en dos partes: Pakistán Occidental, que coincidía con el actual Pakistán, y Pakistán Oriental, el actual Bangladesh. Los dos estaban separados por 1.600 km de territorio indio.
La división del subcontinente provocó el traslado de la población. Aproximadamente 6 millones de hindúes y sijs salieron de Pakistán hacia la India, mientras que otros 8 millones de musulmanes hicieron el viaje contrario. El traslado demográfico estuvo acompañado por un brote de violencia interétnica que provocó masacres y que reforzó el odio entre los dos países. La enemistad se intensificó más debido a los conflictos sobre la posesión de los antiguos estados nativos de la India. Casi la totalidad de esas 562 formas de gobierno ampliamente dispersas se unieron bien a la India o a Pakistán; sin embargo, los príncipes de Hiderabad, Junagat y Cachemira decidieron no unirse a ningún país.
El 15 de agosto de 1947 esos tres estados pasaron a ser técnicamente independientes, pero cuando el dirigente musulmán de Junagadh (de población predominantemente hindú) se unió a Pakistán un mes más tarde, la India se anexionó su territorio. El príncipe musulmán de Hiderabad (con mayoría de la población hindú) intentó posponer cualquier decisión, pero en septiembre de 1948 la India también se anexionó el territorio. El mandato hindú de Jammu y Cachemira, con un 85% de población musulmana, decidió unirse a la India. Pakistán protestó ante estas anexiones que no respetaban los deseos de la población y estalló la guerra entre ambos países. Aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) posteriormente resolvió que debía mantenerse un plebiscito bajo los auspicios de la ONU que determinara el futuro de Cachemira, la India continuó ocupando aproximadamente los dos tercios del estado y se negó a mantener el plebiscito. Este punto muerto, que todavía se mantiene, ha intensificado el recelo y el antagonismo entre los dos países.
El primer gobierno independiente de Pakistán estuvo encabezado por el primer ministro Liaqat Alí Kan. Muhammad Alí Jinnah fue el gobernador general hasta su muerte en 1948. Desde 1947 hasta 1951 el país tuvo una época de verdadera inestabilidad. El gobierno tuvo que repartir sus esfuerzos entre organizar los órganos e instituciones del nuevo Estado con la acogida de gran número de refugiados procedentes de la India, a los que se unió la actitud de dirigentes de los anteriores estados, que desafiaban su autoridad. Además, no consiguió atraer la ilusión popular, al fracasar el programa de reformas económicas y sociales.
En su política exterior Liaqat estableció relaciones amistosas con los Estados Unidos, con la visita al presidente Harry S. Truman en 1950. La visita de Liaqat a Estados Unidos ocasionó un distanciamiento entre las relaciones de Pakistán y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), porque Liaqat había aceptado con anterioridad una invitación de Moscú que nunca realizó. Los Estados Unidos no dieron ayuda sustancial a Pakistán hasta tres años después, pero la URSS, el vecino más próximo a Pakistán, se sentía ofendido.
Después del asesinato de Liaqat en 1951, Jawaya Nazim al-Din, un paquistaní oriental que había sido gobernador general desde el fallecimiento de Jinnah, se convirtió en primer ministro. Sin embargo, incapaz de evitar el desgaste de la popularidad de la Liga Musulmana en Pakistán Oriental, fue obligado a ceder el cargo a otro paquistaní oriental, Muhammad Alí Bogra, en 1953. Tras la derrota de la Liga Musulmana en las elecciones de Pakistán Oriental en 1954, el gobernador general disolvió la Asamblea constituyente por considerarla no representativa. La Liga Musulmana tampoco dominó la nueva Asamblea que se reunió en 1955. Chaudhri Muhammad Alí, un paquistaní occidental, sustituyó a Muhammad Alí Bogra. Al mismo tiempo, Iskandar Mirza se convirtió en el gobernador general del país.
La nueva Asamblea constituyente promulgó un proyecto de ley que organizaba las cuatro provincias de Pakistán Occidental en una unidad política y administrativa que se hizo efectiva en octubre de 1955. La Asamblea también promulgó una nueva Constitución, que se adoptó el 2 de marzo de 1956 y declaraba Pakistán como una república islámica. Mirza fue elegido presidente provisional.
A pesar de la nueva Constitución, la inestabilidad política continuó debido a que no hubo ningún partido mayoritario estable en la Asamblea Nacional. El primer ministro Alí permaneció en el cargo sólo hasta septiembre de 1956, fecha en la que le sucedió Huseyn Shaheed Suhrawardi, dirigente de la Liga Awami de Pakistán Oriental. Su permanencia duró poco más de un año. Cuando el presidente Mirza descubrió que Suhrawardi estaba planeando una alianza entre las fuerzas políticas de Pakistán Oriental y Occidental con la intención de nombrar presidente a Firoz Kan Noon, dirigente del Partido Republicano, obligó a dimitir al primer ministro. La coalición que accedió al gobierno, dirigida por Ismail Ibrahim Chundrigar, permaneció solamente dos meses antes de que fuera remplazada por un gabinete del Partido Republicano dirigido por Noon. Sin embargo, el presidente Mirza vio que su influencia entre los republicanos estaba disminuyendo y que el nuevo primer ministro había hecho un acuerdo con Suhrawardi. Contra esta coalición, Mirza no tenía posibilidad de ser reelegido como presidente; entonces, proclamó la ley marcial el 7 de octubre de 1958, destituyó al gobierno de Noon y disolvió la Asamblea Nacional.
El general Muhammad Ayyub Kan, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y encargado de hacer efectiva la ley marcial, apoyó inicialmente al presidente, pero veinte días más tarde obligó a dimitir a Mirza y se autoproclamó presidente.
Ayyub gobernó Pakistán de forma casi absolutista durante más de diez años y su régimen consiguió notables progresos, aunque no eliminó los problemas básicos de la sociedad de Pakistán. Una comisión nombrada por Ayyub realizó una reforma agraria que distribuyó alrededor de 900.000 ha de tierra entre 150.000 arrendatarios. Sin embargo, las reformas no acabaron con las relaciones feudales en el campo: aproximadamente 6.000 terratenientes todavía poseían una extensión tres veces mayor de la que recibieron los 150.000 arrendatarios. Durante el régimen de Ayyub, los fondos para el desarrollo se incrementaron más del triple en Pakistán Oriental, lo que mejoró la situación en la parte oriental, pero no se eliminaron las disparidades entre los dos sectores de Pakistán.
Quizás el cambio más generalizado del mandato de Ayyub fue su sistema de democracia básica. Fueron nombrados 80.000 ‘demócratas básicos’, que eran dirigentes de áreas rurales o urbanas de todo el país que constituyeron un colegio electoral para las elecciones presidenciales y para las elecciones de los cuerpos legislativos nacionales y provinciales creados de acuerdo con la Constitución promulgada por Ayyub en 1962. Este sistema tenía cuatro escalas de gobierno, desde el nacional hasta el local. A cada escala se le asignaban ciertas responsabilidades para administrar las áreas rurales y urbanas, así como el mantenimiento de las escuelas primarias, las carreteras públicas y los puentes.
Ayyub también promulgó los decretos leyes del matrimonio islámico y de la familia en 1961, que imponían restricciones a la poligamia y al divorcio, y reforzaban los derechos de herencia de las mujeres y de los menores.
Durante mucho tiempo, Ayyub mantuvo relaciones cordiales con Estados Unidos, estimulando las ayudas económicas y militares a Pakistán. Sin embargo, estas relaciones se deterioraron en 1965, fecha en la que estalló la guerra con la India por la cuestión de Cachemira. Entonces, los Estados Unidos suspendieron las ayudas económicas y militares a ambos países, negando así a Pakistán las armas que les eran necesarias. La URSS intervino como mediador en el conflicto, invitando a Ayyub y al primer ministro de la India Lal Bahadur Shastri a Tashkent. Según los términos del llamado Acuerdo de Tashkent de enero de 1966, los dos países replegaron sus ejércitos a las posiciones prebélicas y restauraron las relaciones diplomáticas, económicas y comerciales. Se iniciaron programas de intercambio y se incrementó el flujo de capitales hacia Pakistán.
El Acuerdo de Tashkent y la guerra de Cachemira hicieron crecer la frustración entre el pueblo de Pakistán y el resentimiento contra el presidente Ayyub. El ministro de Asuntos Exteriores Zulfikar Alí Bhutto renunció a su cargo y se volvió en contra de la dictadura de Ayyub y la pérdida de Cachemira. Ayyub intentó sin éxito restablecer su reputación y en marzo de 1969 dimitió. En lugar de transferir el poder al portavoz de la Asamblea Nacional, como establecía la Constitución, lo depositó en las manos del comandante en jefe del Ejército, el general Aga Muhammad Yahya Kan. Yahya se convirtió en presidente y declaró la ley marcial.
En un intento para hacer su régimen más aceptable, Yahya despidió a casi 300 de los funcionarios más antiguos y limitó los poderes de unas 30 familias que presuntamente controlaban la mitad del producto nacional bruto de Pakistán al promulgar una ley contra los monopolios y restricción de las prácticas comerciales. También hizo obligatoria la transferencia de poderes a las autoridades civiles, pero las reformas propuestas se desbarataron.
Sin embargo, el gran desafío para la unidad del nuevo Estado era Pakistán Oriental, gobernado por Mujibur Rahman, dirigente de la Liga Awami, quien insistió en una federación bajo la que Pakistán Oriental sería prácticamente independiente. Concibió un gobierno federal que se ocuparía solamente de los asuntos exteriores y de la defensa; incluso las monedas serían distintas, aunque libremente convertibles. Su programa estaba cargado de interés emotivo para los paquistaníes orientales. En las elecciones de diciembre de 1970, convocadas por Yahya, Mujibur Rahman ganó por mayoría abrumadora en Pakistán Oriental y consiguió una clara mayoría en la Asamblea Nacional. El Partido Popular de Pakistán (PPP), formado por Bhutto en 1967, surgió como el principal partido de Pakistán Occidental.
Sospechando que Mujibur practicaba una política secesionista, en marzo de 1971 Yahya pospuso indefinidamente la apertura de la Asamblea Nacional. Como respuesta, Mujibur acusó a Yahya de confabulación con Bhutto y estableció un gobierno prácticamente independiente en Pakistán Oriental. Los intentos de acuerdos pacíficos fracasaron pronto. Mujibur fue arrestado y conducido a Pakistán Occidental para juzgarle por traición. Mientras tanto, el ejército de Pakistán actuó en contra de los seguidores civiles de Mujibur, que solicitaban la independencia para Pakistán Oriental, o Bangladesh (Nación Bengalí) como se iba a llamar.
La intervención militar provocó un gran número de víctimas civiles en Pakistán Oriental, y un auténtico éxodo de casi 10 millones de refugiados hacia la India. Los dirigentes de la Liga Awami se refugiaron en Calcuta y establecieron un gobierno en el exilio. Finalmente, intervino el ejército indio el 3 de diciembre de 1971 y el ejército de Pakistán se rindió 13 días después. El 20 de diciembre, Yahya renunció al poder en favor de Bhutto y en enero de 1972 comenzó a existir el Estado independiente de Bangladesh. Cuando la Commonwealth admitió al nuevo estado un año después, Pakistán abandonó la organización hasta 1989. A pesar de esto, el gobierno de Bhutto reconoció diplomáticamente a Bangladesh en 1974.
Bajo el mandato de Bhutto, un disminuido Pakistán comenzó a reactivar su vida nacional. Bhutto nacionalizó las industrias básicas, compañías de seguros, bancos de propiedad privada, escuelas y universidades. También realizó reformas modestas en la propiedad de la tierra que beneficiaron a los arrendatarios y agricultores de clase media. Además, alejó a las Fuerzas Armadas del proceso de toma de decisiones; pero para apaciguar a los generales destinó a Defensa aproximadamente el 6% de producto nacional bruto. En 1973, la Asamblea Nacional adoptó la quinta Constitución del país. Bhutto pasó a ser el primer ministro y Fazal Elahi Chaudhy le sustituyó como presidente.
Aunque discontinuamente, los militares se mantuvieron en silencio durante algún tiempo. El programa de nacionalizaciones de Bhutto y las reformas de la tierra le hicieron ganarse más adelante la enemistad de empresarios y grandes capitalistas, mientras que los dirigentes religiosos vieron en su socialismo un enemigo del islam; sin embargo, su error decisivo fue su incapacidad de negociar constructivamente con la oposición. Su mandato fue cada vez más represivo. En las elecciones generales de marzo de 1977 nueve partidos de la oposición se unieron en la Alianza Nacional de Pakistán (ANP) en contra del PPP de Bhutto. La Alianza Nacional de Pakistán (ANP) perdió en tres de las cuatro provincias y alegó que Bhutto había adulterado las elecciones generales. Boicotearon las elecciones provinciales unos días después y organizaron manifestaciones por todo el país que duraron seis semanas.
Cuando la situación parecía no tener arreglo, el jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Muhammad Zia Ul-Haq, dio un golpe de Estado el 5 de julio de 1977 e impuso otro régimen militar. Bhutto fue juzgado por asesinato político y fue ejecutado el 4 de abril de 1979.
Zia asumió formalmente la presidencia en 1978 y estableció la sharia (ley islámica) como ley fundamental y básica del país. La Constitución de 1973 se enmendó en un principió, pero después fue abolida en 1979 y se habilitaron cargos en los tribunales para garantizar el cumplimiento de la ley judicial islámica. Comenzó a funcionar un sistema bancario libre de intereses y se adjudicaron penas máximas al adulterio, a la difamación, al robo y al consumo de alcohol.
El 24 de marzo de 1981 Zia promulgó una orden constitucional provisional, que no se hizo operativa hasta el levantamiento de la ley marcial. Proponía el nombramiento de dos vicepresidentes y permitió la existencia de los partidos políticos que habían sido aprobados por una comisión antes del 30 de septiembre de 1979. El resto de los partidos (incluido el PPP, ahora dirigido por la viuda de Bhutto y por su hija, Benazir Bhutto) fueron disueltos.
Pakistán se vio afectado en gran medida por la intervención de la Unión Soviética en Afganistán en diciembre de 1979; en 1984, alrededor de 3 millones de refugiados afganos se establecieron a lo largo de la frontera entre Pakistán y Afganistán, lo que provocó el apoyo económico del gobierno y de los organismos de relieve internacional. En septiembre de 1981, Zia aceptó de Estados Unidos un paquete de ayuda económica y militar para un periodo de seis años (valorado en 3.200 millones de dólares). Después de un referéndum celebrado en diciembre de 1984, que aprobaba las medidas de Zia, y garantizaba su presidencia hasta 1990, éste permitió elecciones generales en febrero de 1985. Un gabinete civil tomó el poder en abril y la ley marcial finalizó en diciembre. Sin embargo, las demandas de la oposición hicieron que Zia, en marzo de 1988, disolviera el Parlamento y convocara nuevas elecciones. Tres meses después murió en un accidente aéreo y un régimen militar de transición se instauró en Pakistán.
Gulam Isaq Kan fue nombrado presidente y Benazir Bhutto pasó a ser la primera ministra después de la victoria del PPP en las elecciones generales celebradas en noviembre de 1988. Ella fue la primera dirigente política femenina de un estado islámico moderno. En agosto de 1990, el presidente Isaq Kan rechazó su gobierno, atacando su mala conducta y declarando el estado de emergencia. Bhutto y el PPP perdieron las elecciones de octubre, después de las cuales fue detenida por corrupción y abuso de poder. El nuevo primer ministro, Nawaz Sharif, dirigente de la Alianza Democrática Islámica, continuó el programa de privatización de las empresas estatales y animó el comienzo de las inversiones extranjeras en la década de 1980. También prometió la vuelta de la ley islámica y aliviar las continuas tensiones con la India sobre el asunto de Cachemira. Los cargos contra Bhutto se resolvieron y volvió a dirigir el PPP.
En abril de 1993, Isaq Kan utilizó su poder presidencial de nuevo, destituyendo a Sharif y disolvió el Parlamento. Sin embargo, Sharif apeló al Tribunal Constitucional de Pakistán, que declaró inconstitucionales las medidas de Kan y Sharif volvió a ser primer ministro. Sharif y Kan se vieron envueltos posteriormente en una lucha de poder que paralizó el gobierno paquistaní. En un acuerdo para acabar con la paralización, ambos dimitieron en julio de 1993 y se celebraron elecciones en octubre de ese año. El PPP ganó y Bhutto fue nombrada de nuevo primera ministra.
Con Bhutto en el poder, las relaciones entre la India y Pakistán se hicieron más tensas. Bhutto apoyó abiertamente a los rebeldes musulmanes de Jammu y Cachemira en sus enfrentamientos contra el ejército indio. También anunció que Pakistán continuaría con el desarrollo armamentístico nuclear, y así aumentó la preocupación de que podría comenzar una carrera nuclear entre Pakistán y la India, la cual ya poseía armas nucleares desde la década de 1960.
Pakistán ha sido considerado generalmente como un estado islámico moderado; los fundamentalistas islámicos ganaron solamente nueve escaños en la Asamblea Nacional en las elecciones de 1993, a pesar de que durante la década de 1990 parecía que los activistas islámicos conseguirían más escaños. Ha habido informes persistentes de discriminación contra las minorías religiosas. Los incidentes aumentaron después de 1991, fecha en la que la asamblea decretó que el código criminal debería ser conforme a la ley islámica y la pena de muerte se hizo obligatoria para los condenados por blasfemia. En febrero de 1995, la oposición de las minorías religiosas aumentó por la condena a pena de muerte de dos cristianos, uno de ellos con 14 años, por escribir comentarios blasfemos en la pared de una mezquita en una población de la provincia de Punjab. La imposición de la pena de muerte a un niño y las interrogantes sobre las pruebas provocaron una protesta tanto en Pakistán como en el extranjero. El Tribunal Supremo revocó la condena a finales de mes, alegando que no había evidencia que la sostuviera; pronto el fiscal, un imán (el que preside y dirige las oraciones públicas de los musulmanes) de la población, retiró los cargos. El gobierno, que había apoyado los cambios de la ley, estaba atrapado en un dilema. Benazir Bhutto declaró estar “sorprendida” por las sentencias, pero no intervino. A pesar de esto, después de la sentencia del Tribunal Supremo, declaró que debía revisarse la ley, lo que habría de provocar reacciones populares.
En las elecciones legislativas celebradas el 3 de febrero de 1997, en una demostración de hastío ante la situación política, la mayor parte de los ciudadanos se abstuvieron de votar. Entre los que lo hicieron, una inmensa mayoría se decantó por la facción de la Liga Musulmana de Pakistán (LMP), dirigida por el ex primer ministro Nawaz Sharif. Los escándalos financieros afectaron a lo largo de 1996 al Partido Popular de Pakistán, dirigido por la ex primera ministra Benazir Bhutto, que sufrió un duro revés.
Estos comicios tuvieron lugar después de que el presidente Faruq Ahmed Legari disolviera, en noviembre de 1996, el ejecutivo encabezado por Bhutto. Era la segunda vez que Bhutto era apartada del poder y la tercera que la Asamblea Nacional era disuelta por el presidente desde que el país iniciara su transición democrática en 1988.
Tan sólo acudió a votar un 30% de los 56 millones de electores; los resultados oficiales mostraron que Sharif había obtenido más de 130 de los 217 asientos de la Asamblea Nacional, en tanto que el PPP consiguió menos de 20 actas de diputados.
Sharif hubo de enfrentarse con el presidente Legari, quien había demostrado, al obligar a dimitir a Benazir Bhutto en noviembre de 1996, que estaba dispuesto a utilizar los poderes que la Constitución le otorgaba. Para ello, diseñó una normativa aprobada por el Parlamento por la que se reducían los poderes presidenciales en beneficio del ejecutivo y el legislativo.
El primer ministro Sharif introdujo una enmienda constitucional en abril de 1997 que derogaba el derecho del presidente de la República a cesar gobiernos y a nombrar al Estado Mayor del Ejército. En diciembre de ese año, Sharif logró el cese del juez general y que Legari fuera sustituido en la presidencia de la República por un partidario suyo, Muhammad Rafiq Tarar. El primer ministro respondió en mayo de 1998 a las pruebas nucleares llevadas a cabo semanas antes por el gobierno indio encabezado por Atal Bihari Vajpayee, pese a las llamadas internacionales a la distensión. Tres meses después, Sharif logró la promulgación de una enmienda constitucional que convertía a la sharia (ley islámica) en la norma suprema en Pakistán. En septiembre de ese año acordó con el gobierno indio que ambos países suscribirían en su momento el Tratado Global de Prohibición de Pruebas Nucleares, y en octubre dimitieron varios altos cargos militares en protesta por su política.
El 12 de octubre de 1999, Sharif fue derrocado por un golpe militar encabezado por el general Pervez Musharraf (destituido poco antes por aquél), y quedó en situación de arresto domiciliario tras ser acusado por el nuevo régimen de haber conspirado para asesinar a Musharraf antes de que éste se hiciera con el poder. El 20 de junio de 2001, Musharraf, que ya gobernaba el país de facto en calidad de “jefe ejecutivo” y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, se autoproclamó presidente (conservando los antedichos cargos), destituyó al hasta entonces jefe nominal del Estado, Muhammad Rafiq Tarar, y se comprometió a respetar la decisión del Tribunal Supremo de convocar elecciones para octubre de 2002. Argumentó que tales decisiones respondían a la necesidad de reforzar su posición ante la cumbre que habría de mantener a partir del 14 de julio siguiente con el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, así como para ofrecer una imagen de estabilidad que garantizara las necesarias inversiones exteriores.
Ante la crisis mundial abierta el 11 de septiembre de 2001 (tras la serie de atentados terroristas sufridos por Estados Unidos, de los que este país responsabilizó a Osama bin Laden, terrorista refugiado en Afganistán bajo protección del régimen talibán), el gobierno de Musharraf decidió que Pakistán se alineara en la coalición internacional liderada por Estados Unidos frente al terrorismo. Esta decisión generó graves protestas, especialmente entre los partidos religiosos radicales y la población vinculada a posiciones islamistas extremas (que protagonizaron distintas manifestaciones contra Estados Unidos y favorables al régimen rigorista de Kabul). La oposición interna se incrementó a partir del 7 de octubre siguiente, cuando aviones estadounidenses y británicos comenzaron los bombardeos sobre Afganistán utilizando, en virtud del compromiso adquirido por Musharraf con la comunidad internacional, espacio aéreo paquistaní.
En diciembre de ese mismo año, tras sufrir la cámara baja de Nueva Delhi un ataque armado el día 13, las relaciones con India volvieron a vivir un momento de abierta crisis. El gobierno de Vajpayee identificó a los asaltantes como guerrilleros paquistaníes de Cachemira y responsabilizó a Islamabad de los hechos. Musharraf negó las incriminaciones pero durante los siguientes días la tensión se agudizó de forma espectacular y ambos estados procedieron a desplegar fuerzas militares en el espacio fronterizo común.
El 30 de abril de 2002, en un clima que fue adquiriendo connotaciones prebélicas de forma progresiva, se celebró un referéndum en el que los paquistaníes tenían que decidir si Musharraf debía continuar durante cinco años más en la presidencia. Esta consulta, con la que Musharraf pretendió legitimar su ejercicio del poder, fue considerada una farsa anticonstitucional por la oposición. Finalmente, más del 97% de los votantes otorgó el “sí” a la prolongación de su mandato. A continuación, en el mes de agosto, enmendó la Constitución para sumar a sus competencias presidenciales la capacidad de disolver la cámara baja parlamentaria, la de destituir al primer ministro, y la de designar a los jefes del Ejército; también creó el denominado Consejo Nacional de Seguridad (que contaba entre sus miembros con los jefes de los tres ejércitos y con el de la Junta del Estado Mayor).
Finalmente, y según lo dictaminado meses antes por el Tribunal Supremo, el 10 de octubre de 2002 se celebraron elecciones legislativas. Las formaciones que recibieron mayor número de votos fueron el Partido Popular de Pakistán, y la denominada Liga Musulmana de Pakistán (Quaid-e-Azam), grupo que, escindido de la Liga Musulmana de Pakistán del ex primer ministro Sharif, apoyaba a Musharraf. El Frente Unido de Acción (Muttahida Majlis-e-Amal), una coalición de organizaciones y partidos islamistas, se convirtió en la tercera fuerza política del país. Al mes siguiente, la nueva Asamblea Nacional eligió primer ministro a Mir Zafarullah Kan Jamali.
El 8 de octubre de 2005, un terremoto de 7,7 grados en la escala de Richter, con epicentro en el Hindu Kush, concretamente en la zona de Cachemira administrada por Pakistán (a unos 90 km al norte de Islamabad), dejó sentir sus efectos de muerte y destrucción en este país, pero también en India y Afganistán. La citada región (donde muchas localidades, como Muzaffarad y Karnah, quedaron devastadas), así como la también provincia paquistaní de la Frontera del Noroeste fueron las más afectadas por el seísmo.
En julio de 2007, la Mezquita Roja de Islamabad fue tomada por las fuerzas de seguridad del Estado, que expulsaron de ella a militantes islamistas que se habían hecho con el control del edificio; en la operación murieron gran número de esos últimos. El ex jefe de gobierno Nawaz Sharif intentó regresar del exilio en septiembre de ese año para hacer frente al régimen de Musharraf, pero inmediatamente le fue prohibida la entrada al país. Mientras tanto, Musharraf mantenía negociaciones con otra antigua primera ministra, Benazir Bhutto, para acercarla a su gobierno. En octubre, Bhutto volvió a Pakistán para participar en esas conversaciones y organizar su partido de cara a las próximas elecciones parlamentarias. Sin embargo, su retorno quedó marcado por ataques terroristas suicidas en Karachi que costaron la vida a aproximadamente 150 personas (muchas de ellas pertenecientes al Partido Popular de Pakistán).
A comienzos de octubre de 2007, el Parlamento y las asambleas provinciales habían elegido a Musharraf para un nuevo mandato presidencial, pero la legitimidad de esta elección fue remitida al Tribunal Supremo dado que el jefe del Estado no había renunciado con anterioridad a la jefatura del Ejército. Mientras la máxima instancia judicial deliberaba, y temiendo que su victoria pudiera ser declarada inconstitucional, Musharraf declaró en noviembre el estado de excepción, dejó en suspenso la Constitución y puso bajo arresto domiciliario a numerosos líderes de la oposición y a miembros del Tribunal Supremo. Estos acontecimientos fueron severamente reprobados en el exterior, y Pakistán, por segunda vez desde 1999, fue suspendida como miembro de la Commonwealth. Un Tribunal Supremo reconstituido falló favorablemente a la candidatura de Musharraf el 23 de noviembre. La semana siguiente, cediendo a la presión internacional, el presidente renunció a la jefatura militar, designando para su ejercicio al general Ashfaq Pervez Kiani. A continuación, se levantó el estado de excepción.
En diciembre de 2007, Benazir Bhutto fue asesinada durante un acto electoral en Râwalpindi. Aunque diversas circunstancias del atentado fueron confusas, su autoría parecía estar vinculada a miembros de algún grupúsculo conectado con la red terrorista Al-Qaeda. Su hijo, Bilawal Bhutto Zardari, fue elegido para sucederla al frente del Partido Popular de Pakistán. Tras el incremento del malestar político y social provocado por este luctuoso hecho, Musharraf volvió a convocar elecciones legislativas para mediados de febrero de 2008. En estos comicios, los dos principales partidos de la oposición, el Partido Popular de Pakistán y la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (la formación de Nawaz Sharif), fueron los que consiguieron un mayor número de escaños en la Asamblea. En marzo de ese año 2008, tras acordar ambos grupos formar un gobierno de coalición, Yusaf Raza Gillani, del Partido Popular de Pakistán, se convirtió en primer ministro.