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viernes, 6 de agosto de 2010

Ecuador

Ecuador (república) (nombre oficial, República del Ecuador), república situada en el noroeste de Sudamérica, limita al norte con Colombia, al este y sur con el Perú, y al oeste con el océano Pacífico. Debe su nombre a la línea imaginaria del ecuador, que atraviesa el país y divide a la Tierra en dos hemisferios. Las islas Galápagos o archipiélago de Colón, localizadas en el Pacífico a unos 1.000 km de la costa, pertenecen a Ecuador. El país tiene una superficie de 272.045 km² contando con las Galápagos. La capital es Quito, una de las más antiguas de América del Sur.

Ecuador está dividido en cuatro regiones geográficas: la Costa, que comprende poco más de la cuarta parte del país; la Sierra, constituida por las alineaciones montañosas y altiplanicies andinas; el Oriente o región Amazónica, al este de los Andes, y la región Insular, integrada por las islas Galápagos. La región de Galápagos comprende varias islas de origen volcánico.
Por la región de la Costa predominan las llanuras fértiles y las elevaciones de poca altitud, entre las que discurren numerosos ríos, muchos de ellos pertenecientes a la cuenca del Guayas, y sobresalen playas y balnearios de gran atractivo turístico.
La cordillera de los Andes atraviesa el país en sentido sur-norte. La región de la Sierra comprende las dos cadenas de la cordillera de los Andes, la Occidental y la Oriental, con más de una docena de picos por encima de los 4.800 metros, y la estrecha meseta que se extiende entre ellas, conocida como valle interandino, que alcanza los 3.000 m de altitud. Las grandes cimas se alzan en el centro y norte del país; de Riobamba hacia el sur decae la altitud y aumenta el ancho, formándose un altiplano que suele llamarse Austro. El Cotopaxi es el volcán activo más alto del mundo (5.897 m) y está situado en el valle interandino; el nevado Chimborazo (6.310 m) es la cumbre más elevada de Ecuador y está ubicado en la cordillera Occidental de los Andes. Otros picos importantes son: el volcán Cayambe (5.790 m), el nevado Antisana (5.704 m), el Sangay (5.230 m), el Tungurahua (5.033 m) y el macizo Pichincha (4.787 m).

En la región Amazónica, el relieve desciende desde la parte oriental de los Andes hasta las llanuras del Amazonas, a cuya cuenca pertenecen importantes ríos como el Putumayo, el Napo y el Pastaza. Las cumbres más sobresalientes se encuentran al norte, cerca del volcán Sumaco.

Aunque geográficamente Ecuador está situado en la zona ecuatorial, el clima es variado debido al relieve y a la influencia de la corriente fría de Humboldt en verano y a la cálida de El Niño en invierno. La región de la Costa es calurosa y húmeda, con una temperatura cuyo promedio anual es de 26 ºC; tiene una estación lluviosa entre diciembre y mayo y otra seca desde junio a noviembre. La Sierra tiene un clima lluvioso de noviembre a abril y seco de mayo a octubre; la temperatura varía según la altitud y las horas del día (de 21 ºC al mediodía a 7 ºC al anochecer). En la ciudad de Quito, a 2.850 metros de altitud, la temperatura anual alcanza un promedio de 12,8 ºC. La región Amazónica es más cálida y húmeda que la Costa, con una temperatura que alcanza fácilmente los 37,8 ºC y unas precipitaciones de 2.030 mm de promedio anual. Galápagos ofrece un clima templado con temperaturas entre 22 y 32 ºC.
La diversidad vegetal es enorme y se pueden encontrar desde bosques tropicales y selvas hasta páramos y desiertos. En la costa norte y sur son abundantes los espacios tropicales donde hay una gran variedad de plantas, entre las que destacan los manglares. La vegetación característica de las faldas de la cordillera de los Andes es el bosque húmedo; los flancos de ambas cordilleras están densamente poblados de bosques hasta los 3.000 metros, en los que destaca la presencia de quina roja y condurango. Por encima de esta altitud se sitúa el páramo, donde predominan los extensos pajonales (cañas) y la grama (gramíneas). En la región Amazónica, la vegetación es densa y se han identificado unas 8.000 especies vegetales diferentes, principalmente de orquídeas. En Galápagos, la vegetación arbórea es escasa y abundan los musgos.
La fauna también es muy variada. Entre los grandes mamíferos de las regiones continentales se encuentran jaguares, pumas, osos hormigueros y gatos monteses; entre los de menor tamaño destacan la comadreja, la nutria, diversos tipos de monos y la mofeta. Los caimanes, lagartos, camaleones y serpientes como la coral ratonera son los ejemplos más representativos de reptiles; también hay una gran diversidad de anfibios e invertebrados. Hay una enorme variedad de aves, muchas de cuyas especies llegan a estas tierras para pasar el invierno; el guácharo es un ave curiosa que vive durante el día en las cavernas costeras del Ecuador. Las ballenas se acercan durante el invierno desde el norte del continente a las costas ecuatorianas gracias a la calidez de sus aguas, siendo las de Puerto López, al sur de la provincia de Manabí, un centro de gran concentración.
En las islas Galápagos, santuario de vida salvaje con una población de animales única en el mundo, el científico británico Charles Darwin pasó seis semanas estudiando su flora y fauna para después formular su teoría de la selección natural de las especies. Aquí podemos encontrar los famosos galápagos, una especie de tortuga gigante, y las iguanas, además de más de 80 especies de aves, entre las que se incluyen pingüinos, pinzones, cormoranes y flamencos.
En 2008 Ecuador contaba con una población de 13.927.650 habitantes y una densidad demográfica de 50 hab/km².

Las principales ciudades del Ecuador son dos: Quito, Distrito Metropolitano, la capital del país, enclavada en la región de la Sierra y que, según estimaciones para 2001, contaba con una población de 1.399.378 habitantes, y Guayaquil, la ciudad más poblada del país, su principal puerto y centro de la actividad comercial, situada al sur y que cuenta con una población, según estimaciones para 2007, de 1.990.000 habitantes. A mucha distancia, en cuanto a número de habitantes, pueden citarse también: Cuenca, conocida por su tradición cultural y por su importante actividad agrícola y comercial, contaba en 2001 con una población de 277.374 habitantes; Machala, cuya población, según estimaciones para 2001, asciende a 204.578 habitantes; Santo Domingo de los Colorados, con 287.018 habitantes; Manta, con 192.322 habitantes; Portoviejo, con 171.847 habitantes; Ambato, con 154.095 habitantes; y Riobamba, con 134.808 habitantes.
El idioma oficial del Ecuador es el español, aunque la población indígena habla otras lenguas aborígenes, principalmente el quechua o quichua, idioma de los incas.
La población indígena fue adoctrinada en la religión católica después de la conquista española del Perú y Ecuador; a finales del siglo XIX la revolución liberal estableció la separación parcial de la Iglesia y el Estado, y en 1906 se promulgó una Constitución anticlerical mediante la cual se confiscaron las propiedades del clero y se declaró la total libertad de credo. En la actualidad, más del 95% de la población ecuatoriana profesa la religión católica y algo menos del 1% practica el protestantismo.
Tradicionalmente, la base de la economía ecuatoriana ha sido la agricultura. Sin embargo, en 1965 se aprobó una ley de desarrollo industrial que facilitó la expansión de fábricas textiles, de artículos eléctricos y farmacéuticos, entre otros productos. En 1970 hubo un importante incremento en la producción y exportación de petróleo, que se completó con la construcción del oleoducto transecuatoriano para facilitar el suministro desde los yacimientos ubicados en el Oriente hasta el puerto de Esmeraldas. El producto interior bruto en 2006 era de 41.402 millones de dólares. El ingreso de Ecuador en 1995 en la Organización Mundial del Comercio (OMC) supuso un gran impulso para su economía.

La superficie agropecuaria supone el 29% de total del país, unas 2.562.000 ha. Los bananos constituyen el principal cultivo, seguido de la caña de azúcar, con una producción de 6.834.076 t en 2006; el arroz (1.364.800 t); el maíz (820.000 t); la papa o patata (338.965 t); el cacao (93.659 t); el café (102.923 t); y los cítricos. La producción de flores, ya sean tropicales o de clima frío, ha adquirido importancia en las últimas décadas.

El ganado vacuno es el que ofrece mayor número de cabezas que, según el III Censo, era de 4.486.020, localizándose la mitad de la cabaña en la región de la Sierra.
Ecuador posee una de las principales reservas mundiales de madera balsa. En sus bosques se encuentran también mangles, el árbol del pan, quina, tagua y caucho. La producción total de madera en 2006 ascendió a 6.785.055 m³.
En las aguas circundantes del archipiélago de Colón (Galápagos) abundan el atún y los langostinos. Las aguas de la costa continental son ricas en pesca de todo tipo, principalmente camarón. En 2005 la captura anual era de 486.023 toneladas.
Desde 1884 hasta 2000, la unidad monetaria del Ecuador fue el sucre, que se dividía en 100 centavos. La agudización de la crisis económica condujo a lo largo de 2000 a la dolarización de la economía ecuatoriana, proceso que culminó el 10 de septiembre de dicho año con la sustitución de la citada moneda nacional por el dólar estadounidense como reserva de valor, unidad de cuenta, y como medio de pago y de cambio. Asimismo, este hecho implicó una reestructuración de las funciones del Banco Central del Ecuador, creado en 1927 y hasta entonces entidad bancaria responsable de la emisión de moneda. También existen numerosos bancos privados nacionales y extranjeros.

En Ecuador se han descubierto restos arqueológicos de antiguas culturas de hace miles de años, relacionadas probablemente con la civilización maya de América Central. La civilización inca tuvo su centro en el Cuzco (hoy territorio peruano) y Quito, reino que los incas comenzaron a invadir durante la segunda mitad del siglo XV (véase Reino de Quito). Huayna Cápac dio por terminada la conquista del reino en 1488. Los incas incorporaron a su Imperio las poblaciones indígenas del Ecuador y opusieron dura resistencia a los primeros conquistadores españoles.
El primer desembarco de los españoles en las costas del actual Ecuador se produjo en 1526, al mando de Bartolomé Ruiz. En 1533, los conquistadores españoles, dirigidos por Sebastián de Belalcázar y Francisco Pizarro, dieron muerte al jefe inca Atahualpa y a su lugarteniente Rumiñahui con el fin de controlar todo el territorio que había constituido este vasto Imperio. En nombre de la Corona española, el 1 de diciembre de 1540 Francisco Pizarro nombró gobernador de Quito a su hermano Gonzalo Pizarro. Poco tiempo después, Francisco era asesinado y Gonzalo encabezaba la rebelión de los encomenderos, descontentos por la promulgación de las Leyes Nuevas que restringían sus privilegios. Su gobierno rebelde duró hasta 1548, año en que fue vencido por las tropas españolas en la batalla de Xaquixahuana, llanura en el sur de la sierra peruana, tras la cual fue decapitado.
Después de la conquista, el territorio que hoy ocupa Ecuador pasó a formar parte del virreinato del Perú. En 1563, por cédula real, se creó la Real Audiencia de Quito, que disfrutó de bastante autonomía. De 1717 a 1723, y a partir 1740, la Real Audiencia dependió del virreinato de Nueva Granada, con sede en Santafé de Bogotá.
La primera sublevación independentista contra España tuvo lugar en 1809 con la constitución en Quito de la primera junta de gobierno que sustituyó al presidente de la Audiencia: la Junta Suprema, presidida por Juan Pío de Montúfar. Sin embargo, este primer movimiento emancipador fue reprimido por las tropas realistas de Toribio Montes. La victoria final no llegaría sino hasta 1820 con la derrota de los españoles en Guayaquil y la posterior batalla de Pichincha (1822), durante las cuales el ejército dirigido por el general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, completó la independencia. En 1822, Bolívar y José de San Martín acordaron en Guayaquil la integración del Ecuador en la República de la Gran Colombia, república creada por Bolívar en 1819 que comprendía los territorios de Venezuela y Nueva Granada.

En 1830, tras la separación de Venezuela de la Gran Colombia, se acuerda la constitución del Ecuador como república independiente. El primer presidente de la nueva república fue el general Juan José Flores, héroe de las guerras de independencia y representante de la clase conservadora y aristocrática de Quito. En 1833 estalló una guerra civil entre los conservadores de Quito y los liberales de Guayaquil, el primero de una larga serie de enfrentamientos entre las dos facciones que tuvieron como consecuencia la toma del poder por tres destacados dictadores de la historia ecuatoriana: Juan José Flores, Gabriel García Moreno —dirigente del Partido Conservador— y Eloy Alfaro, del Partido Liberal Radical.
En medio de la lucha que sostuvieron los tres por el poder, se sitúa el periodo de presidencia del general José María Urbina, quien abolió la esclavitud en 1853. El presidente Alfaro, durante su segundo periodo de gobierno (1906-1911), introdujo una nueva Constitución de carácter liberal, dio un impulso muy importante a la construcción y desarrollo del ferrocarril, y estableció la enseñanza laica y gratuita. Alfaro fue depuesto y asesinado en 1912, y Leónidas Plaza accedió a un segundo mandato presidencial consolidando la hegemonía de la llamada “plutocracia liberal”. La economía de exportación se expandió y concluyó la construcción del ferrocarril Guayaquil-Quito.
Ecuador apoyó a Estados Unidos en la II Guerra Mundial contra las potencias del Eje. En el desarrollo político interno, el final de la guerra coincidió con el declive de la influencia liberal. En 1944, el presidente liberal Carlos Alberto Arroyo del Río, antiguo presidente del Congreso Nacional, renunció al cargo como consecuencia de un movimiento revolucionario encabezado por el ex-presidente José María Velasco Ibarra, que había gobernado el país entre 1934 y 1935, y que en esta ocasión recibió el apoyo de la facción conservadora. El 31 de diciembre de 1945 se promulgó una nueva Constitución que se mantuvo en vigor hasta 1967.
En 1947 Velasco Ibarra fue depuesto de su segundo mandato por un grupo militar que fue apartado del poder por el movimiento revolucionario que instaló a Carlos Julio Arosemena Tola como presidente provisional. En 1948, Galo Plaza Lasso, antiguo embajador en Estados Unidos, fue elegido presidente. A principios de aquel año, Ecuador había acudido a la IX Conferencia Interamericana celebrada en la ciudad colombiana de Bogotá para firmar la carta de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En 1941, y ante lo que las autoridades peruanas consideraron como constantes agresiones por parte de Ecuador a lo largo del año anterior, tropas peruanas ocuparon la provincia limítrofe de El Oro. Con el objeto de poner fin a esta situación, en 1942 se procedió a la firma del Protocolo de Paz, Amistad y Límites entre el Perú y Ecuador, celebrado en Río de Janeiro y garantizado por Brasil, Chile, Estados Unidos de América y Argentina. Pese a la firma del acuerdo, las sucesivas autoridades ecuatorianas sostuvieron que en 1942 su país se había visto obligado a adjudicar al Perú más territorio que la zona en disputa, motivo por el cual en 1960, Ecuador desconoció en forma unilateral el Tratado de 1942.
Velasco Ibarra fue elegido presidente por tercera vez en 1952 y permaneció en el poder hasta 1956. En las elecciones presidenciales de aquel año, el candidato conservador Camilo Ponce Enríquez obtuvo la victoria por estrecho margen sobre el candidato liberal. Velasco Ibarra volvió a presentarse como candidato independiente en las elecciones de 1960; severamente crítico con la política económica conservadora del gobierno de Ponce, prometió grandes reformas y en junio fue elegido presidente por amplio margen. Sin embargo, al carecer de un programa definido, no permanecería mucho tiempo en el gobierno, ya que fue obligado a renunciar en noviembre de 1961. Muy poco antes había firmado el acuerdo de la Alianza para el Progreso, por el que se garantizaba la ayuda estadounidense a los firmantes del documento por un periodo de 10 años.
El sucesor de Velasco Ibarra, el vicepresidente Carlos Julio Arosemena Monroy, también detentaría durante muy poco tiempo la jefatura de gobierno, pues fue derrocado en julio de 1963 por una Junta militar que llevó a cabo una serie de reformas económicas y sociales por decreto, entre las que se encontraba la reforma agraria. En 1964, la Junta esbozó también un plan nacional de desarrollo que abarcaría un decenio y que fue presentado a la comisión de la Alianza para el Progreso para poder recibir préstamos y financiación para los proyectos de desarrollo planificados. Muy pronto, sin embargo, se enfrentó a las progresivas exigencias de retorno a la legalidad constitucional y, tras dos semanas de disturbios callejeros, en julio de 1965 se acordó nombrar un gabinete más aceptable para la oposición. Pero el malestar político continuó: en marzo de 1966, una violenta manifestación antigubernamental, que provocó una dura represalia, desencadenó la agitación política en todo el país y la Junta fue derrocada.
Fue nombrado un gobierno provisional hasta noviembre de 1966, fecha en la que una nueva Asamblea Constituyente nombró presidente interino a Otto Arosemena. Su gobierno sobrevivió a una generalizada oposición inicial y en mayo de 1967 se promulgó una nueva Constitución. En junio de 1968, Velasco Ibarra fue una vez más el ganador en las primeras elecciones bajo la nueva Carta Magna, pero su quinto mandato no fue más afortunado que los anteriores. Asumió poderes dictatoriales en 1970 con el fin de contrarrestar el menguante apoyo a su gobierno; en febrero de 1972 fue derrocado una vez más por un golpe militar, cuyo principal dirigente, el general Guillermo Rodríguez Lara, comandante en jefe del Ejército, asumió el poder como presidente.
Entre las primeras actuaciones del nuevo gobierno estaba el anuncio de un plan económico quinquenal, que debía aplicarse en la agricultura, la vivienda y la industria. En agosto de 1972 se efectuaron las primeras exportaciones petrolíferas de los nuevos yacimientos que estaban siendo explotados por empresas estadounidenses. Ecuador pronto se convirtió en el segundo país exportador de petróleo de América Latina, después de Venezuela. El petróleo proporcionó ingresos de divisas y fondos para la inversión, muy necesarios para el país, pero también disparó la inflación y ensanchó la brecha entre los ricos y los pobres.
El general Rodríguez Lara fue sustituido en 1976 por el almirante Alfredo Poveda Burbano, que asumió el gobierno como presidente de una Junta militar compuesta por los jefes de las tres Fuerzas Armadas. En los años siguientes descendió ligeramente la presión inflacionista. En 1978 se celebró un referéndum para aprobar una nueva Constitución que iría acompañada de una posterior convocatoria de elecciones presidenciales, las cuales se celebraron en abril de 1979; a finales de año Jaime Roldós Aguilera asumió la presidencia, entrando en vigor la nueva Constitución. Un nuevo conflicto limítrofe surgió en la frontera con el Perú, pero se cerró en 1981 después del arbitraje internacional. Poco tiempo después, Roldós moría en un accidente de aviación y el vicepresidente Osvaldo Hurtado Larrea se hizo cargo del ejecutivo. En mayo de 1984, el hombre de negocios y candidato conservador León Febres Cordero le sucedió; su gobierno sofocó varios intentos de rebelión militar, el más importante de los cuales se produjo en enero de 1987, cuando fue secuestrado durante unas horas por un grupo de militares. Rodrigo Borja, del partido Izquierda Democrática, ocupó la presidencia en un momento de grave crisis económica. En 1992 le sucedió Sixto Durán Ballén, nacido y educado en Estados Unidos. Su mandato estuvo dominado por la contestación a la política económica de su gobierno, que provocó una huelga general en junio de 1994, y por el conflicto fronterizo con el Perú.
El litigio fronterizo con el Perú se intensificó en enero de 1995. Ecuador había enviado sus tropas a la región limítrofe y no tardo en producirse un violento choque entre los ejércitos de ambos países. El territorio en litigio, que abarcaba una extensión de unos 340 km2, se localiza en la cordillera del Cóndor, región montañosa e inexplorada pero, al parecer, con ricos yacimientos de oro, petróleo y uranio. Las escaramuzas se intensificaron durante el mes de enero de 1995 y en febrero la aviación peruana respondió a los ataques aéreos por parte del Ecuador. A mediados de febrero, se firmó la Declaración de Paz de Itamaraty acordando el cese del fuego e iniciándose las negociaciones de paz. Al terminar el conflicto, la Asociación Americana de Derechos Humanos emitió la cifra de al menos 200 muertos y heridos por ambos lados, unas 5.000 personas desplazadas de sus comunidades en el norte del Perú y cerca de 15.000 en el sur de Ecuador. Estas negociaciones tuvieron su primer resultado exitoso en 1995, año en que se firmó en Brasilia la Declaración de Paz de Itamaraty, mediante la que las partes en conflicto se comprometían a resolver el problema de forma pacífica. Las negociaciones fueron fundamentalmente de carácter militar, pues estuvieron relacionadas con el alto el fuego y la creación de medidas de confianza entre ambos ejércitos. En 1996, año en que se signó el Acuerdo de Santiago, se llevó a cabo el establecimiento de los procedimientos para concluir las negociaciones globales y definitivas. Y en octubre de 1998, Alberto Fujimori, presidente del Perú, y Jamil Mahuad, presidente de Ecuador, firmaron el Acta Presidencial de Brasilia, acuerdo definitivo que fijaba el límite fronterizo. El acuerdo tuvo su epílogo en mayo de 1999, cuando los presidentes de ambos países sudamericanos terminaron de fijar las lindes fronterizas definitivas sobre el terreno, en el paraje conocido como Cahuide, con lo que se cerraban décadas de conflictos diplomáticos y militares, y se abría una nueva etapa de cooperación y desarrollo regional. Pese al optimismo manifestado por las autoridades de las dos naciones, en ambos países surgieron detractores del contenido de los acuerdos de paz. En Ecuador algunos sectores consideraron que se cedía soberanía de un territorio muy extenso, mientras que en el Perú algunos rechazaron la entrega a Quito del minúsculo territorio conocido como sector de Tiwinza.
El 19 de mayo de 1996 tuvo lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales convocadas para sustituir a Durán Ballén. El nuevo presidente, Abdalá Bucaram, elegido por una mayoría aplastante en la segunda vuelta —venció en 20 de las 21 provincias del país—, tomó posesión el 10 de agosto.
Bucaram, elegido fundamentalmente con el apoyo de las clases populares ecuatorianas y prometiendo incrementar el presupuesto nacional en lo que a gastos sociales se refiere, desarrolló sin embargo una política presupuestaria austera, que preveía grandes recortes a las subvenciones concedidas hasta ese momento en sectores clave de la economía nacional —electricidad, gas, gasolina y red telefónica. Todo ello, unido al gran número de excentricidades que cometía (era conocido como “el Loco”), provocó las movilizaciones y protestas que llevaron a que el Congreso Nacional aprobara en febrero de 1997 su destitución por “incapacidad mental”. En su lugar fue nombrado Fabián Alarcón, presidente del Congreso Nacional en ese momento. Tal resolución no fue aceptada por Bucaram, que la consideró un golpe de Estado. En medio de esa situación, la vicepresidenta del país, Rosalía Arteaga, agravó la crisis al autoproclamarse presidenta del Ecuador. El Ejército intervino forzando un acuerdo que pusiera fin a la situación de interinidad. Finalmente, y tras largas conversaciones y acuerdos pactados e incumplidos, el Congreso presionó a Arteaga para retirarse y votó a favor del nombramiento de Alarcón como presidente interino.
La crisis quedó cerrada el 25 de mayo de 1997, cuando los ciudadanos ecuatorianos aprobaron en referéndum de forma mayoritaria (74%) la decisión tomada por el Congreso Nacional de cesar en el cargo a Bucaram y sustituirlo por su presidente Fabián Alarcón.
Con el fin de finalizar con la situación de caos reinante, en noviembre de 1997 se celebraron elecciones legislativas, caracterizadas por el elevado índice de abstención y la victoria de los socialcristianos de la Democracia Popular.
Tras abrirse el proceso de reforma y transición políticas encauzadas por Alarcón, entre los meses de mayo y julio de 1998 se llevaron a cabo elecciones presidenciales, en las que partían como favoritos Jamil Mahuad (candidato de la Democracia Popular) y Álvaro Noboa (por el Partido Roldosista Ecuatoriano). El primero de ellos, hasta ese momento alcalde de la ciudad de Quito, fue el vencedor en los comicios, al obtener el 51,27% de los votos, un 2,55% por encima de Noboa, que logró el 48,72%. La abstención rondó el 30 por ciento.
La Democracia Popular se convirtió, de ese modo, en la primera fuerza política ecuatoriana que lograba situar por segunda vez a uno de sus miembros en la presidencia de la República desde el retorno a la democracia en 1979.
Mahuad, que tomó posesión del cargo el 10 de agosto, tuvo que enfrentarse a una grave situación de crisis económica, política y social. Sus proyectos de reforma y ajuste de la economía ecuatoriana se encontraron con el firme rechazo de gran parte de la ciudadanía y las fuerzas políticas y sindicales, contrarias a la liberalización y desregulación emprendidas por el nuevo presidente. Las tres huelgas generales convocadas, respectivamente, en octubre de 1998 y febrero y marzo de 1999, a las que habría que añadir los permanentes conflictos sectoriales que se sucedieron entre medias, provocaron varios muertos y representaron un duro revés para el mandatario, que optó por la militarización de buena parte de los sectores económicos del país.
La resolución definitiva del conflicto fronterizo con el Perú en mayo de ese año permitió, en cierta medida, contrarrestar el creciente malestar social, si bien algunos sectores en el interior del país se opusieron al mismo, por estimar que era Ecuador quien más cedía.
Debido a la profunda crisis económica que desde diciembre de 1999 había provocado una fuerte agitación social, Mahuad propuso al Banco Central del Ecuador que adoptara el dólar estadounidense como moneda oficial del país. Dicha entidad bancaria aprobó el 11 de enero de 2000 esa medida. Nueve días después comenzaron a llegar a Quito miles de indígenas para exigir la dimisión de Mahuad y la disolución del Congreso Nacional y de la Corte Suprema de Justicia. El levantamiento, promovido por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), asaltó el 21 de enero los edificios del Congreso, de la Corte Suprema y del Tribunal de Cuentas, al tiempo que un grupo de militares se unía a la sublevación poco antes de que Mahuad huyera del palacio presidencial.
Tras la creación de una junta de salvación nacional, encabezada por el coronel Lucio Gutiérrez (que formó un triunvirato integrado por el presidente de la CONAIE, Antonio Vargas; el general, jefe del Ejército y ministro de Defensa interino, Carlos Mendoza; y el ex presidente de la Corte Suprema, Carlos Solórzano), la cúpula militar decidió nombrar presidente de la República al hasta entonces vicepresidente, el independiente Gustavo Noboa. Al día siguiente, el Congreso ratificó la designación aplicando el artículo constitucional en el que el presidente puede ser sustituido por su vicepresidente “por abandono del cargo”. Vargas se opuso a esa medida y amenazó con nuevas movilizaciones, y el coronel Gutiérrez fue detenido.
A finales de febrero, el Congreso aprobó la ley de dolarización, que comenzó a ser aplicada el 13 de marzo y culminó el 10 de septiembre de 2000 con la definitiva sustitución del sucre por el dólar estadounidense. Nuevas medidas económicas adoptadas por el gobierno de Noboa desde diciembre de ese mismo año provocaron un intenso movimiento de protestas de los indígenas. Miles de ellos se concentraron en la Universidad Politécnica Salesiana de Quito, y el 2 de febrero de 2001 fue decretado el estado de emergencia. Esta situación finalizó cinco días después, cuando Noboa y Vargas alcanzaron un acuerdo que contemplaba cierta reducción del precio del gas doméstico, la congelación del del combustible y la revisión del de los transportes públicos. Asimismo, fue suspendido el estado de emergencia y se liberó a los indígenas detenidos.
El 20 de octubre de 2002 tuvo lugar una nueva cita con las urnas, de la cual habría de emanar el que sería presidente del país hasta 2007. La candidatura más votada fue la del ex coronel Lucio Gutiérrez, el cual, presentado por la alianza de la Sociedad Patriótica 21 de Enero (SP21) y el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik-Nuevo País (MUPP-NP), y contando con el apoyo de diversas organizaciones indigenistas y de izquierda, recibió el 20,3% de los sufragios emitidos. Le siguió el empresario Álvaro Noboa, candidato del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN), que obtuvo el 17,4%. Ambos concurrirían a una segunda vuelta el 24 de noviembre, de la que quedaron excluidos los otros nueve aspirantes (entre ellos, el socialista León Roldós; el ex presidente Rodrigo Borja, de Izquierda Democrática; Xavier Neira, del Partido Social Cristiano; y Jacobo Bucaram, hermano de Abdalá Bucaram, del Partido Roldosista). En esa segunda ronda, Gutiérrez logró el 54,3% de los votos, convirtiéndose en presidente electo (su toma de posesión se produjo el 15 de enero de 2003).
La coalición gubernamental de izquierdas formada por Gutiérrez no duró mucho, ya que los diferentes puntos de vista en materia de política social y económica de sus integrantes hicieron que, entre julio y agosto de 2003, abandonaran el ejecutivo el Movimiento Popular Democrático, y Pachakutik. Posteriormente, la inestabilidad política y la crispación social irían en aumento. La situación alcanzó una especial gravedad en abril de 2005, cuando la Corte Suprema de Justicia acordó anular los procesos por corrupción contra los ex presidentes Bucaram y Noboa, quienes pudieron así regresar a Ecuador. Tal circunstancia había estado precedida por una polémica actuación presidencial, en diciembre de 2004, renovando a buena parte de los magistrados de las más altas instancias judiciales del país (entre ellas, la citada Corte Suprema); sobre Gutiérrez recayó entonces la sospecha generalizada de que tal disposición habría estado dirigida a garantizarse la afinidad de los miembros de los principales tribunales y, gracias al fallo del más alto de ellos, exculpando a Bucaram y Noboa, el respaldo de los partidos de ambos, lo que le permitiría solventar el cada vez mayor aislamiento político en que se encontraba. La oposición convocó una huelga general y las calles no tardaron en convertirse en escenario de numerosas protestas y manifestaciones populares que exigían la renuncia presidencial. Finalmente, el día 20 de ese mes de abril de 2005, el Congreso destituyó “por abandono del cargo” a Gutiérrez, quien, ante la gravedad de la revuelta, se había tenido que refugiar en la embajada brasileña. La jefatura del Estado pasó entonces a ser desempeñada por el hasta entonces vicepresidente, Alfredo Palacio.
Nuevos conflictos surgieron en marzo de 2006, cuando las organizaciones indígenas (como la CONAIE) multiplicaron sus protestas contra la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Ante los desórdenes y disturbios acaecidos, Palacio tuvo incluso que decretar el estado de excepción en algunas de las provincias más afectadas por las movilizaciones. En las elecciones presidenciales celebradas el 15 de octubre de ese año, Álvaro Noboa (26,8% de las papeletas) y Rafael Correa (22,8%), respectivos candidatos del PRIAN y de la izquierdista Alianza País, fueron los aspirantes más votados; ambos tuvieron que enfrentarse el siguiente 26 de noviembre en una segunda vuelta, en la que se impuso Correa. Durante su mandato, que comenzó el 15 de enero de 2007, el nuevo máximo mandatario habría de hacer frente a la dificultad que supondría la composición del nuevo Congreso emanado de los comicios legislativos celebrados igualmente aquel 15 octubre, ya que el grupo con mayor representación parlamentaria sería el PRIAN (28 escaños).
Tras una grave crisis, provocada por el enfrentamiento entre Correa y el Congreso, el presidente consiguió que el 15 de abril de 2007 tuviera lugar un referéndum acerca de la convocatoria de una Asamblea Constituyente que elaborara una nueva Carta Magna, eje vertebrador de todo el proyecto presidencial. Gracias al 81% de los votos otorgados al “sí” (lo que suponía una gran victoria del jefe del Estado), el 30 de septiembre de ese año se celebraron los comicios para elegir a los miembros de la referida Asamblea Constituyente. En esa nueva cita electoral, la Alianza País de Correa logró mayoría absoluta en la cámara.