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lunes, 9 de agosto de 2010

Namibia

Namibia (nombre oficial, Republic of Namibia, República de Namibia), república del suroeste de África; limita al norte con Angola y Zambia, al este con Botsuana y Sudáfrica, al sur con Sudáfrica, y al oeste con el océano Atlántico. Tiene 824.269 km² de superficie.

El país se divide en tres regiones fisiográficas: el desierto de Namibia, una meseta central y el desierto de Kalahari. El desierto de Namibia consiste en una franja costera de baja altitud que se extiende a lo largo de la costa del océano Atlántico y presenta una anchura que oscila entre los 100 y los 160 km. Hacia el este, la meseta central se eleva de forma abrupta en el Gran Escarpe; esta meseta presenta una altitud media de 1.100 m, pero alcanza elevaciones superiores a los 1.800 m en varias áreas montañosas. A lo largo de la frontera oriental se extiende el desierto de Kalahari; es un área de tierras altas que comprende extensas regiones cubiertas de arena. Los únicos ríos permanentes, el Orange, el Cunene, el Okovango y el Zambeze, son también fronteras naturales; prácticamente, el territorio no tiene otros cursos de agua superficial. El clima es cálido y seco. La precipitación anual en el desierto de Namibia, a lo largo de la costa, alcanza 51 mm de promedio. Hacia el interior, aumentan las precipitaciones desde los 152 mm recogidos en el sur a los 559 mm del norte. La mayoría de las precipitaciones en forma de lluvia se producen en verano (de octubre a marzo). La temperatura tiene un promedio en la costa de 16,7 ºC y en el interior de 21,1 ºC. La vegetación es pobre en los desiertos de Namibia y Kalahari; en la meseta central se puede encontrar sabana arbolada, pero el verdadero bosque sólo aparece en el noreste. La fauna es abundante y comprende elefantes, rinocerontes, leones, jirafas, cebras y alcélafos. Namibia es rica en recursos minerales, entre los que destacan los diamantes, el uranio, el cobre, el cinc y el plomo.
En el año 2008, Namibia tenía una de las más bajas densidades de población del mundo, 2,5 hab/km². Casi toda la población urbana tiene acceso a agua potable y a instalaciones sanitarias. Sin embargo, sólo el 81% de la población rural tiene acceso a agua segura y sólo el 13% lo tiene a instalaciones sanitarias.
La vegetación es escasa en el desierto de Namibia y el desierto de Kalahari. Aunque existe un bosque de sabana en la meseta central, los verdaderos bosques se encuentran sólo en el noreste. En total, el 9,3% (2005) de la superficie nacional está arbolado. La tasa anual de deforestación de Namibia es baja, del 0,84% (1990–2005), pero la carga de unos cultivos excesivos sobre una ecología frágil ha provocado serios daños en el norte. Gran parte de los bosques y tierras de hierbas perennes han desaparecido, dejando el suelo degradado y sujeto a la desertización. Los diversos rebaños de animales, que incluyen elefantes, rinocerontes, leones y jirafas, han sido diezmados por sequías y cazas intensivas.
A lo largo de la década de 1970, la fauna de Namibia estuvo expuesta a altos niveles de caza furtiva por parte de los habitantes de las zonas rurales, que necesitaban tanto el alimento que les proporcionaban los animales salvajes como el dinero que obtenían con sus pieles. En la década de 1980, la administración dio con una solución creativa del problema. Comenzó a contratar a personas de las comunidades locales para que espiaran y denunciaran a los cazadores furtivos y para que actuaran después como guías turísticos, siempre en un pequeño radio en torno a sus casas. A cambio de unos cuantos meses de trabajo por año, el habitante del campo recibía una ración mensual de alimentos y un sueldo en metálico. Al convertir la preservación de la fauna en una contribución al sustento de los habitantes del campo, sin alterar significativamente su tradicional modo de vida, este programa hizo más efectiva la conservación de flora y fauna e hizo que se beneficiaran de ella directamente los habitantes de las zonas rurales del país. Las existencias de la fauna han aumentado ligeramente y el ecoturismo se expande: 833.000 turistas visitaron Namibia en 2006.
Namibia tiene una de las más altas ratios de tierra protegida por habitante del mundo, de 65,1 km² por cada mil habitantes (1996). El 14,4% (2007) de la superficie total del país está protegido. El gobierno ha ratificado acuerdos medioambientales internacionales relativos a biodiversidad, cambio climático, especies en peligro de extinción, vertidos peligrosos, derecho del mar, protección de la capa de ozono y humedales.
La población de Namibia era de 2.063.927 habitantes en 2008, y la densidad de 2,5 hab/km² en el mismo año. La capital del país y mayor ciudad es Windhoek, con una población de 237.000 habitantes en 2003. Los negros africanos constituyen aproximadamente el 86% de la población del país; los blancos, en torno al 6,5%, y la población de descendencia mixta, alrededor del 7,5%. El principal grupo étnico es el ovambo, un pueblo agricultor que vive en el norte y supone el 55% de la población negra africana. Los ovambo hablan una lengua bantú. Otros grupos étnicos son los damara, los herero, los nama, los khoikhoi, los kavango, los caprivianos, los suana y los san. Aunque el idioma oficial es el inglés, el afrikáans y el alemán son las lenguas más habladas. Aparte, la mayor parte de la población habla al menos una lengua indígena. La población blanca y la mayoría de la negra son cristianos; el resto practica creencias tradicionales. A finales de la década de 1980, había más de 370.000 estudiantes inscritos en unas 1.100 escuelas primarias y secundarias. En 2000 la cifra de alumnos llegó a los 389.434 en enseñanza primaria y a los 124.196 en enseñanza secundaria.

Las principales ocupaciones de la población activa son la cría de ganado, especialmente de vacuno, ovejas karakul y cabras, y la agricultura de subsistencia, la cual está confinada al norte debido a la escasez de precipitaciones. La minería aporta la mayor parte del producto interior bruto, alrededor del 28% a finales de la década de 1980. Los diamantes suponen dos tercios del valor de la producción minera; en 2004 la producción fue de 2.000.000 quilates (la mayoría gemas de gran calidad). Otros productos minerales importantes son el uranio, el cobre (13.800 t), el estaño, el plomo (16.100 t), la plata (50 t), el vanadio, el volframio y la sal. Las aguas costeras de Namibia poseen una rica fauna marina, gracias a las aguas frías de la corriente de Benguela. Debido a la pesca extensiva de épocas anteriores, las capturas comenzaron a disminuir durante la década de 1970; a finales de la década posterior la pesca anual fue de 520.000 t, y ya, en 2005 el volumen de capturas descendió a 551.297 toneladas. Las principales especies que se recogen son la sardina, el boquerón y la caballa. En 1993, la unidad monetaria oficial —que hasta entonces fue el rand de Sudáfrica— pasó a ser el dólar de Namibia (6,80 dólares de Namibia equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). La nueva moneda tiene paridad con el rand. Namibia realiza la mayor parte de las transacciones comerciales con Sudáfrica. El transporte se realiza a través de una red de 42.237 km de carreteras y de 2.382 km de vías ferroviarias. Lüderitz es el único puerto del país junto con Walvis Bay.
El antiguo cuerpo ejecutivo, el Consejo de Ministros compuesto por 12 miembros, así como la Asamblea Nacional de 72 miembros, fueron totalmente disueltos en 1983. En junio de 1985, Sudáfrica impuso un nuevo régimen con un gabinete de 8 miembros, un Consejo Constitucional de 16 y una Asamblea Nacional compuesta por 62 miembros. Un administrador general, elegido por Sudáfrica, tenía el poder de vetar las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional y Sudáfrica mantuvo el control sobre la defensa y los asuntos exteriores. La Constitución de 1990, tras la independencia, proclamó una República dirigida por un presidente que podía mantener el cargo durante dos periodos de cinco años; también establecía un sistema multipartidista y un Parlamento bicameral integrado por la Asamblea Nacional (con 78 miembros elegidos para un periodo de 5 años) y el Consejo Nacional (con 26 miembros elegidos para un periodo de 6 años).
Durante el periodo de gobierno sudafricano, las leyes de seguridad y de apartheid se extendieron a Namibia y se prohibió que los partidos nacionalistas negros participaran en el gobierno. Con la independencia se eliminaron estos obstáculos y los nacionalistas negros de la Organización del Pueblo del África del Suroeste (SWAPO) ganaron por mayoría las elecciones de la Asamblea Constituyente de noviembre de 1989. El partido minoritario más destacado es la multirracial Alianza Democrática Turnhalle.
Las pinturas rupestres halladas, de más de 25.000 años de antigüedad, atestiguan la presencia de grupos de cazadores en el país durante el final del pleistoceno, pero los primeros habitantes identificados son los san, que ocuparon estas tierras desde comienzos del siglo I d.C. Los khoikhoi, un pueblo de lengua nama, llegaron aproximadamente en el año 500 d.C.; los ovambo y los herero lo hicieron mucho más tarde.

Entre el desembarco de Bartolomeu Dias en 1488 y la creación del África Suroccidental Alemana en 1884, los escasos europeos que visitaron este territorio fueron en su mayoría exploradores, misioneros y cazadores. Las tres décadas siguientes de dominación alemana estuvieron marcadas por la sangrienta represión de las sublevaciones indígenas, en especial del pueblo herero, el grupo étnico dominante, cuya rebelión de 1904 no finalizó hasta cuatro años después con la pérdida de casi 60.000 vidas.
En 1915, durante la I Guerra Mundial (1914-1918), las fuerzas armadas de la Unión Sudafricana (desde 1961, República de Sudáfrica) derrotaron a los colonos alemanes. Alemania reconoció la soberanía sudafricana sobre la región en el Tratado de Versalles y, en 1920, la Sociedad de Naciones concedió a Sudáfrica el mandato sobre el África del Suroeste (denominación que recibía el actual territorio de Namibia). En 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) pidió a Sudáfrica que sustituyera el sistema de mandato concedido por la antigua Sociedad de Naciones por una administración de fideicomiso bajo la ONU; Sudáfrica se negó a hacerlo. En 1949, una enmienda constitucional sudafricana extendió la representación parlamentaria a África Suroccidental. Sin embargo, el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya decretó en 1950 que el mandato debía ser administrado por Naciones Unidas. Sudáfrica acordó discutir la cuestión del fideicomiso en un comité especial de la Asamblea General, pero las negociaciones acabaron fracasando en 1951. En consecuencia, Sudáfrica se negó a acceder a las demandas de la ONU, pero permitió que un comité de la ONU entrara en Namibia en 1962 para investigar las acusaciones de atrocidades cometidas contra la población indígena. El comité consideró que los cargos contra Sudáfrica carecían de fundamento.
Movidos por las medidas que el gobierno sudafricano había seguido para establecer el apartheid en el territorio del mandato, Etiopía y Liberia llevaron el caso al Tribunal Internacional de Justicia, pero éste rechazó la querella en 1966 por principios técnicos. En octubre de ese año Sudáfrica extendió las leyes de apartheid al país. La ONU continuó debatiendo la cuestión y, en junio de 1971, el Tribunal Internacional de Justicia declaró ilegal la presencia de Sudáfrica en Namibia, lo que no impidió que Sudáfrica continuara gobernando el territorio. Como consecuencia, el SWAPO, un movimiento nacionalista africano negro dirigido por Sam Nujoma, intensificó su campaña de guerrilla para expulsar a los sudafricanos, creando el Ejército de Liberación del Pueblo de Namibia. A finales de la década de 1970, las principales potencias occidentales, en especial Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Alemania Occidental, empezaron a tomar partido en la cuestión de Namibia. Sudáfrica continuó resistiéndose a abandonar el territorio hasta diciembre de 1988, fecha en la que acordó permitir a Namibia su independencia a cambio de la expulsión de las tropas cubanas de Angola.
En noviembre de 1989, se celebraron elecciones para la Asamblea Constituyente, compuesta por 72 miembros, bajo la supervisión de la ONU, y el SWAPO emergió como el partido mayoritario. Después de que la Asamblea aprobara una nueva Constitución y nombrara presidente de la República a Nujoma, Namibia consiguió la independencia el 21 de marzo de 1990 y recuperó la soberanía sobre Walvis Bay. Nujoma fue reelegido como jefe de Estado en 1994 en las elecciones parlamentarias y presidenciales.
El 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 1999 tuvieron lugar nuevas elecciones legislativas y presidenciales que permitieron la nueva reelección de Nujoma y supusieron otra victoria parlamentaria de su partido, el SWAPO. En ese último mes, el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas falló a favor de Botsuana en el litigio que Namibia y este país mantenían desde hacía años por la soberanía de la isla de Sedudu, situada en el corredor de Caprivi.
Los comicios presidenciales y legislativos de noviembre de 2004 volvieron a mostrar la hegemonía del SWAPO. Su candidato presidencial, Hifikepunye Pohamba, recabó el 76,4% de los sufragios, lo que posibilitó que sustituyera a Nujoma en la jefatura del Estado en marzo de 2005. Por lo que respecta a las elecciones parlamentarias, logró 55 de los 72 escaños en juego.