Paises, banderas y mapas

Paises, Capitales y mucho más

lunes, 9 de agosto de 2010

Malta

Malta (república) (nombre oficial en inglés, Republic of Malta; en maltés, Reppublica ta’Malta, República de Malta), república independiente perteneciente a la Commonwealth, comprende un pequeño grupo de islas —Malta, Gozo, Comino, Cominotto y Filfla— localizadas en el mar Mediterráneo, al sur de Sicilia, al norte de Libia y al este de Túnez. La superficie de la mayor isla, Malta, es de 246 km², Gozo ocupa 67 km² y Comino tiene 3 km². La superficie total es de 316 km². La capital es La Valeta. Ingresó en la Unión Europea en 2004.

Malta es un país poco montañoso, de relieve ondulado en el que destacan las planicies rocosas y las terrazas agrícolas. La mayor altitud se eleva 239 m sobre el nivel del mar. Carece de ríos y lagos. La costa es recortada y rocosa, con pequeñas calas arenosas, amplias bahías y acantilados que llegan a alcanzar los 250 metros en el sur de la mayor isla. El clima es mediterráneo, con veranos cálidos y secos e inviernos templados y húmedos; la temperatura alcanza un promedio de 19 °C, mientras que las precipitaciones anuales son de 560 mm aproximadamente.

Es un territorio deforestado en el que la piedra caliza se sigue explotando de forma rentable. La creciente presión de la industria y el continuo crecimiento del turismo suponen un grave peligro para las reservas de agua en Malta. El país cuenta con costosas instalaciones de desalinización del agua marina con el fin de aumentar el suministro de agua potable. Gozo es la isla más verde debido a sus cuantiosas reservas de aguas subterráneas.
La población de Malta (2008) era de 403.532 habitantes, que suponían una densidad de población de 1.277 hab/km², una de las más elevadas del continente europeo. En 2008 la esperanza de vida era de 77 años para los hombres y 82 para las mujeres.
La capital y puerto principal es La Valeta, con una población (2004) de 7.137 habitantes.
Los malteses son sobre todo católicos y hablan un idioma que tiene un vocabulario similar al árabe, aunque su alfabeto y estructura gramatical derivan del latín. Tanto el inglés como el maltés son los idiomas oficiales, aunque el italiano está muy extendido. La educación es gratuita y obligatoria entre los 5 y los 15 años. La Universidad de Malta (1592) tiene su sede en Msida; en 1991 albergó 2.500 estudiantes.
El producto interior bruto (PIB) era de 6.375 millones de dólares en 2006, lo cual suponía una renta per cápita de 15.702,80 dólares (según datos del Banco Mundial). El sector económico más importante es el turismo que en 2006 generó unos ingresos de 319 millones de dólares y proporcionó trabajo a una parte importante de la población activa.
La agricultura desempeña un importante papel en la economía; alrededor del 31% de la tierra está cultivada, pero a causa de la alta densidad de población del país y la pobreza de los suelos, se deben importar alimentos. Los principales cultivos son: patatas o papas (22.000 t), fruta (7.872 t, principalmente melones), trigo (9.500 t), tomates y flores. Se crían también aves de corral (1.010.000), vacas (19.742), cabras (6.272), ovejas (14.642), y conejos.
La principal industria es la reparación de barcos en los astilleros, que son propiedad estatal. También hay industrias dedicadas a la transformación de alimentos, imprenta y publicaciones, producción de textiles y ropa, muebles y productos de madera, derivados del tabaco, equipamiento de transporte (especialmente barcos), maquinaria, caucho, plásticos y productos químicos.
El presupuesto nacional de Malta en 2006 tenía unos ingresos de 2.425 millones de dólares y unos gastos de 2.672 millones. En cuanto al comercio internacional, las exportaciones aportaron unos 2.126 millones de dólares y las importaciones costaron unos 2.839 millones. Las principales exportaciones son ropa, equipamiento de transporte, manufacturas básicas y maquinaria, mientras que las principales importaciones se centran en maquinaria, textiles, productos químicos, materias primas, combustible y alimentos. Los intercambios comerciales de Malta se dan principalmente con los demás países de la Unión Europea, destacando en 2006 Francia, Italia y Alemania, además de Singapur.
Hasta 2008, la unidad monetaria de Malta fue la lira maltesa, dividida en 100 céntimos (en 2006, 0,30 liras equivalían a un dólar). El 1 de enero de ese año, Malta se incorporó a la zona del euro.
De acuerdo con los términos de la Constitución de 1964, y su posterior enmienda en 1974, Malta es una república constitucional. El máximo dirigente del Estado es el presidente, elegido por el Parlamento para gobernar durante cinco años. La autoridad legislativa reside en la Cámara de Representantes, compuesta por 65 miembros elegidos para cinco años por sufragio universal sobre la base de una representación proporcional. El gobierno es dirigido por un primer ministro elegido por el presidente de entre los miembros del Parlamento, y es responsable ante el poder legislativo; un consejo de ministros ayuda en su labor al primer ministro.

Los numerosos monumentos antiguos, así como los restos existentes en Malta, dan testimonio de la antigüedad de su civilización. Alrededor del año 1000 a.C. las islas se convirtieron en una colonia fenicia. En el 736 a.C. estuvieron ocupadas por los griegos, quienes denominaron a la colonia Melita; posteriormente estuvieron bajo dominio de Cartago y luego de Roma. Con la división del Imperio romano en el año 395 d.C., Malta fue adjudicada al Imperio de Oriente. Los árabes ocuparon las islas en el 870, que les fueron arrebatadas por normandos en el año 1090, y posteriormente Malta pasó a ser un feudo del reino de Sicilia. En 1530 Carlos I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, concedió Malta a los Caballeros de San Juan de Jerusalén (o Caballeros Hospitalarios), quienes gobernaron las islas hasta el siglo XIX. Tras un famoso e infructuoso asedio por parte de los turcos otomanos en 1565, los caballeros fortificaron La Valeta, que se convirtió en una de las más importantes plazas fuertes del Mediterráneo.

En 1798, durante su campaña egipcia, Napoleón Bonaparte ocupó las islas. Sin embargo, los malteses solicitaron la ayuda de Gran Bretaña y en 1799 el marino británico Horatio Nelson asedió La Valeta y completó la expulsión de los franceses. De acuerdo con las condiciones de los Tratados de París de 1814, Malta pasó a formar parte del Imperio Británico como colonia. Durante el siglo XIX los malteses demandaron un mayor autogobierno. En 1921, como recompensa por la ayuda prestada durante la I Guerra Mundial, se concedió a Malta una Constitución que permitía la formación de un Parlamento elegido localmente. En 1936, a causa del aumento de la influencia italiana, Gran Bretaña derogó la Constitución. Durante la II Guerra Mundial, Malta tuvo que soportar ataques aéreos casi diarios por parte de alemanes e italianos; en 1942 Jorge VI, rey de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, concedió a la colonia la cruz de San Jorge en reconocimiento a su contribución al triunfo sobre las potencias del Eje.

El 1 de noviembre de 1961 Malta obtuvo el autogobierno. En la campaña que precedió a las primeras elecciones, el Partido Laborista pidió la independencia del Estado al margen de la Commonwealth, mientras el Partido Nacionalista solicitaba la independencia sin salir de la organización. Los segundos ganaron las elecciones y su dirigente, George Borg Olivier, se convirtió en primer ministro. El 21 de septiembre de 1964 Malta proclamó su independencia y el 1 de diciembre se convirtió en miembro de las Naciones Unidas.
En las elecciones de junio de 1971, el Partido Nacionalista de Olivier fue derrotado y Dominic (Dom) Mintoff, líder laborista, se convirtió en primer ministro. Malta se convirtió en 1974 en una república dentro de la Commonwealth.
En los años siguientes, mientras el gobierno de Mintoff radicalizaba su política, la opinión pública de Malta se fue polarizando violentamente. Al declarar la neutralidad de Malta y su no alineamiento en asuntos internacionales, en 1979 el gobierno declinó renovar el acuerdo bajo el cual Gran Bretaña y la Organización del Tratado del Atlántico Norte contaban con bases militares en la isla. Malta y Libia cooperaron muy estrechamente a finales de la década de 1970, pero en los años siguientes las relaciones se hicieron tirantes a causa de los derechos para realizar prospecciones petrolíferas en aguas del mar Mediterráneo. En diciembre de 1981, el gobierno de Mintoff fue reelegido para su tercer periodo de cinco años. En diciembre de 1984 Mintoff dimitió y le sucedió en el cargo su ministro de Educación, Carmelo Mifsud Bonnici. Después de 16 años sin ejercer el poder, los nacionalistas ganaron las elecciones de mayo de 1987 y su dirigente, Edward Fenech Adami, se convirtió en primer ministro. El Partido Nacionalista mantuvo su mayoría en las elecciones de febrero de 1992. En 1991, Malta y Libia renovaron su tratado de cooperación bilateral hasta 1995. Malta solicitó su entrada como miembro de pleno derecho en la Comunidad Europea (hoy Unión Europea, UE) en 1990. Su petición fue rechazada por la Comisión Europea en 1993, sobre todo a causa de la pequeña extensión del Estado.
En las elecciones generales de octubre de 1996, el Partido Nacionalista fue derrotado por un estrecho margen por los laboristas, liderados por Alfred Sant, cuyo programa electoral había manifestado su oposición al ingreso en la UE y al impuesto sobre el valor añadido creado por los conservadores (que el nuevo gobierno aboliría en julio de 1997). Ante el rechazo social que provocó el programa de privatizaciones del gabinete de Sant, así como el encarecimiento de los productos y los servicios de primera necesidad, fueron convocadas elecciones anticipadas para el 5 de septiembre de 1998. La victoria fue esta vez para los nacionalistas (que obtuvieron 35 escaños en la Cámara, por 30 de los laboristas), lo que permitió que Edward Fenech Adami volviera a ocupar el cargo de primer ministro. Asimismo, su correligionario Guido de Marco fue elegido presidente de la República en abril de 1999.
Europeísta convencido, Adami centró buena parte de sus objetivos políticos en intentar retomar las negociaciones para la adhesión de Malta a la UE, paralizadas tras la llegada de Sant al poder. Como consecuencia de su gestión, a finales de 1999 el Estado maltés fue confirmado por la UE como candidato para ingresar en su seno. En octubre de 2002, la organización europea fijó que tal circunstancia tendría lugar en el año 2004. En un referéndum celebrado el 9 de marzo de 2003, más del 53% de los ciudadanos de Malta votó favorablemente a la incorporación del país a la UE. De forma repentina, Adami convocó elecciones legislativas para el día 12 del mes siguiente; en ellas, el Partido Nacionalista obtuvo 34 escaños (por 31 de los laboristas), lo que refrendaba la política europeísta del gobierno. Cuatro días después de esta cita con las urnas, el ejecutivo maltés y los respectivos gobiernos de otros nueve estados candidatos firmaron en Atenas el Tratado de Adhesión a la UE. Adami renunció a la jefatura de gobierno en marzo de 2004, siendo sustituido por Lawrence Gonzi. A continuación, el Parlamento eligió presidente del país a Adami, el cual tomó posesión del cargo el 4 de abril. El 1 de mayo de ese año 2004, según lo previsto, Malta ingresó oficialmente en la UE. Posteriormente, el 1 de enero de 2008, se sumó a la zona del euro.