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domingo, 8 de agosto de 2010

India

India (nombre oficial, Bhārat Juktarashtra, República de la India), república federal situada en el sur de Asia, que comprende, junto a Pakistán y Bangladesh, el denominado subcontinente indio. La India es el séptimo país más extenso del mundo y el segundo más poblado después de China. Desde el punto de vista geográfico está formado por toda la península india y partes del continente asiático. Limita al norte con Afganistán, Tíbet, Nepal y Bután; al sur con el estrecho de Palk y el golfo de Mannār, que lo separa de Sri Lanka y el océano Índico; al oeste con el mar Arábigo y Pakistán; al este con Myanmar (Birmania), el golfo de Bengala y Bangladesh, que casi separa por completo el noreste de la India del resto del país. Oficialmente denominada República de la India (en hindi, Bharat Ganarajiyá), es miembro de la Commonwealth. Junto a Jammu y Cachemira (cuyo estatuto jurídico-territorial definitivo aún no se ha determinado), la India tiene una superficie de 3.165.596 km². La capital de la India es Nueva Delhi y la mayor ciudad Bombay.
La India se divide en cuatro grandes regiones: el Himalaya, las llanuras fluviales del norte, el Decán y los Ghates oriental y occidental.

El sistema montañoso del Himalaya tiene de 200 a 300 km de ancho y se extiende 2.400 km a lo largo de los márgenes norte y este del subcontinente indio, al que separa del resto de Asia. Es el sistema montañoso más alto, joven y uno de los más activos del mundo. Los picos más importantes que están del todo o en parte dentro de la India son: Kānchenjunga (8.598 m), el tercer pico más alto del mundo después del Everest y el K2, Nanga Parbat (8.125 m), Nanda Devi (7.817 m), Rakaposhi (7.788 m) y Kamet (7.756 m).
A causa de la continentalidad, la insólita topografía y la posición geográfica de la India, sus condiciones climáticas están muy diversificadas, tanto en el sentido estacional como regional. Esta diversidad varía desde zonas tropicales hasta áreas templadas; la temperatura más extrema está confinada en gran parte a las laderas del Himalaya. Excepto en las regiones más montañosas, la mayor parte de la India tiene un clima tropical. Las variaciones estacionales, resultado de los monzones suroccidentales y nororientales, influyen mucho en la temperatura, humedad y precipitaciones en todo el subcontinente. De modo general, las estaciones de la India pueden clasificarse como lluviosas y secas. La estación lluviosa, que va desde junio hasta noviembre, es la estación del monzón del suroeste, viento cargado de humedad que sopla desde el océano Índico y el mar Arábigo. El monzón comienza a principios de junio en la costa occidental de la península y afecta gradualmente a casi todo el país. Durante esta estación las lluvias pueden ser muy fuertes (a lo largo de las laderas de los Ghates occidentales a menudo pueden llegar hasta más de 3.175 mm). En Cherrapunji, en los montes Khasi del noreste de la India, las precipitaciones anuales son de unos 10.920 mm. La precipitación media anual a lo largo de las laderas sur del Himalaya es de unos 1.525 mm. El monzón del suroeste algunas veces reduce su actividad, lo que da lugar a sequías y, como consecuencia, una disminución de la producción que provoca graves situaciones de hambre a la población. No obstante, las lluvias también traen consigo efectos negativos, como por ejemplo la proliferación de los mosquitos portadores de malaria. Otro efecto negativo de carácter climático es el contraste entre las temperaturas diurnas y nocturnas, que favorece problemas respiratorios. Por lo general, la influencia del monzón disminuye en septiembre.
La estación fría del monzón del noreste, que se extiende desde principios de diciembre hasta poco después del fin de febrero, está acompañada por lo general de un clima muy seco (aunque a veces cruzan el país fuertes tormentas, con pocas precipitaciones en las llanuras del norte y fuertes nevadas en el Himalaya). La estación cálida, que comienza alrededor de mediados de marzo y se extiende hasta el comienzo del monzón del suroeste, es más sofocante durante mayo, cuando se pueden encontrar temperaturas tan extremas como 51,7 ºC. En las cercanías de Calcuta el promedio de temperatura anual es de unos 26,1 ºC. La temperatura anual en la región costera centro-occidental de la península es de unos 27,8 ºC de promedio. En los alrededores de Madrás, las temperaturas varían entre unos 24 y 33 °C, lo que supone unos 28,5 ºC de promedio.
En las zonas áridas junto a Pakistán la flora es escasa y en gran parte herbácea. Son comunes especies espinosas, que incluyen representantes del genero capparis (alcaparra) y zizyphus (azufaifa). El bambú crece en algunas áreas y la palmera se encuentra entre las pocas variedades de árboles. La llanura del Ganges, más húmeda, cuenta con un mayor número de especies. En las llanuras surorientales la vegetación es exuberante y crecen el mangle y el sal (una madera dura). En las laderas más altas del Himalaya se pueden encontrar muchas variedades de flora ártica, y en las laderas hay numerosas especies de plantas subtropicales, en especial las del género de las orquídeas; en la zona noroccidental de esta cordillera predominan las especies de coníferas, entre las que están el cedro y el pino. Hacia el este, en las laderas del Himalaya abunda la vegetación tropical y subtropical, entre la que destaca el rhododendron. Los árboles más abundantes son el roble y la magnolia. La costa de Malabar, en la península suroccidental y las laderas de los Ghates occidentales, son áreas de fuertes precipitaciones y están muy arboladas; predominan las perennes, bambú y variedades valiosas de madera, entre ellas la teca. En las tierras bajas pantanosas hay grandes regiones de jungla impenetrable y también a lo largo de las laderas bajas de los Ghates occidentales. La vegetación del Decán es menos exuberante, pero a través de toda la península se pueden encontrar espesuras de bambú, palmera y árboles caducifolios.
Las selvas, llanuras, colinas y montañas de la India están habitadas por gran variedad de vida animal. Los felinos están bien representados, con tigres y panteras, leopardos y, en el Decán, el guepardo. También se pueden encontrar leones, aunque ahora se limitan al Parque Nacional Gir en Gujarāt. Los esfuerzos nacionales e internacionales para proteger al tigre como especie en peligro de extinción han dado como resultado un aumento de las poblaciones, protegidas en reservas como la existente en Ranthambore, en Rājasthān, aunque en los últimos años ha reaparecido la cuestión de su futuro como especie. A lo largo de las laderas nororientales del Himalaya y en las lejanas selvas del Decán se puede encontrar el elefante asiático; también son nativos de la India los rinocerontes, guar, oso negro, lobo, chacal, dhole, búfalo salvaje, jabalí y diferentes especies de simios, antílopes y ciervos. En el Himalaya y otras áreas montañosas hay distintas especies de cabras y ovejas salvajes, así como el ibex y el serow (relacionado con la gamuza). El cerdo pigmeo, la rata bandicut y el ratón arborícola son típicos entre los mamíferos de menor tamaño.
La India posee distintas especies de serpientes; las venenosas incluyen la cobra, la daboia y las serpientes de agua salada. Entre las especies no venenosas están las pitones, que son muy útiles pues se alimentan de roedores destructivos. Entre los reptiles también cabe destacar a los cocodrilos. Las especies de aves más importantes en la India incluyen loros, pavos reales, martín pescador y garzas. En los ríos y aguas costeras abundan los peces y dentro de ellos hay muchas variedades comestibles.
Los grandes grupos religiosos de la India son el hinduismo (83%), el islam (11%), el cristianismo y los sijs (2% cada uno). Otras importantes minorías religiosas son budismo, jainismo y parsis. El crecimiento del nacionalismo religioso y del fundamentalismo en la India durante la década de 1980 y 1990 ha hecho crecer las tensiones políticas y sociales en algunas áreas, como por ejemplo las revueltas de 1992 y 1993 en Punjab.

En India se hablan más de 800 idiomas o dialectos, comprendidos en 14 grandes grupos lingüísticos. La Constitución estipula que el hindi (hablado por el 40% de la población) es el idioma oficial del país, mientras el inglés es un idioma asociado a los asuntos administrativos y comerciales. No obstante, el dominio oficial del hindi es inaceptable para estados como Tamil Nadu, en el sur. La Constitución también reconoce otros 21 idiomas regionales oficiales, de los cuales los más extendidos son el bengalí, el telugu, el maratí, el tamil, el urdu y el gujarati. El indostánico es una variante popular del hindi/urdu que se habla en el norte del país.
La India tiene una economía mixta en la cual tanto el gobierno central como los del estado desempeñan un importante papel como reguladores y planificadores a través de la propiedad de empresas públicas. El compromiso a gran escala del gobierno en la economía comenzó en la década de 1950 como un reflejo del nacionalismo y del socialismo del primer gobierno tras la independencia, dirigido por Sri Pandit Jawaharlal Nehru, con el fin de acelerar el desarrollo económico y el crecimiento para alcanzar así las necesidades de la población de la India que crecía con rapidez. El primero de los planes quinquenales de la India se inició en 1951. Durante las siguientes décadas el estado se ocupó de ciertos sectores clave e hizo grandes inversiones en otros, mientras que el sector privado estaba sujeto a una amplia variedad de controles estatales. Se crearon aranceles y otras barreras para proteger las industrias nacionales y se iniciaron diferentes programas de reforma agraria.
En general los resultados fueron positivos, en especial cuando se comparan con los de otros muchos países en vías de desarrollo. El crecimiento económico, excepto en momentos de fuerte sequía como en 1979 y en 1987, fue constante; entre 1965 y 1980 tuvo una media del 3,6% anual en términos reales (es decir, después de tener en cuenta el crecimiento de la población) y más del 5% anual durante la década de 1980. Por lo general se pudieron mantener bajas la inflación y la deuda nacional. La producción agrícola creció de una manera significativa y el fantasma de hambruna masiva desapareció. Se pusieron las bases de un estado industrial moderno; la India es el noveno mayor productor mundial de acero. En 2006 el producto interior bruto de la India era de 911.813 millones de dólares (según estimaciones del Banco Mundial), lo cual suponía unos ingresos per cápita de tan solo 821,60 dólares. Sin embargo, los niveles de crecimiento eran aún demasiado bajos para tener más que un impacto marginal en los ingresos de la mayoría de los indios. Además, todavía el 20% de la población sufría malnutrición en el periodo 2002–2004, y el acceso a agua limpia y a instalaciones sanitarias aún estaba limitado a una minoría de la población.
En 1991 P. V. Narasimha Rao se convirtió en primer ministro e instituyó un cambio importante en la política económica. Se abolieron muchos de los controles sobre el sector privado y fue cayendo el monopolio del estado en ciertas áreas, como el transporte aéreo. La economía en general se abrió más al exterior por la reducción de los controles arancelarios y por el favorecimiento de la inversión extranjera; estos cambios se han ido produciendo por la necesidad de mantener una tasa de crecimiento mayor. No obstante, el gobierno también necesitaba recortar el gasto público, reducir la inflación y la deuda y controlar el balance del déficit de pagos, pues todos habían crecido de manera brusca como resultado de los problemas creados por la guerra del Golfo Pérsico y por los empréstitos del gobierno a finales de la década de 1980. En 1991 y 1992 el crecimiento económico real cayó hasta un 1,1% y en el periodo 2006 fue del 9,20 por ciento.
Los cambios a nivel nacional se han reflejado también en los estados; éstos tienen un control importante sobre la política interna e interpretan la política nacional de maneras muy diferentes. Algunos, como Bengala occidental, tienen un mayor control del gobierno sobre la economía; otros, como Mahārāshtra, han estado más orientados hacia una economía de mercado. Sin embargo, desde 1991 casi todos los estados han abierto sus puertas a las inversiones extranjeras, han reducido los controles sobre el sector privado y han permitido la privatización de algunas compañías estatales.
La unidad monetaria básica es la rupia india, que se divide en 100 paise (en 2006 45,30 rupias indias equivalían a un dólar estadounidense).
El Banco de la Reserva de la India, fundado en 1934 y nacionalizado en 1949, funciona como el banco central y único banco emisor. Una serie de nacionalizaciones llevaron a la mayor parte de los bancos comerciales al sector público. Aunque había catalogados más de 300 bancos comerciales a comienzos de los años noventa, más del 80% de los depósitos y créditos se llevaban a cabo en los 28 bancos públicos.
Las costumbres de los préstamos en la India rural han llevado a verdaderos problemas de endeudamiento. Se han creado sociedades de crédito y bancos cooperativos para intentar superar estos problemas; en particular para proporcionar créditos a agricultores que les permitan comprar semillas, fertilizantes y otras inversiones agrarias.
El siguiente relato de la historia de la India tiene una extensión limitada; solo se hace hincapié en los momentos más destacados de su discurrir. Para información suplementaria respecto a la historia y civilización de la India, véase Civilización del valle del Indo; Budismo; Casta; Drávida; Compañía de las Indias Orientales; Hinduismo; Arte y arquitectura de la India; Islam; Jainismo; Parsis; Lengua sánscrita; Literatura sánscrita; Rebelión de los cipayos; Sijs; Yoga. Para más información sobre personajes históricos, véanse las biografías sobre los individuos mencionados.

A causa de que los indios de la antigüedad remota no dejaron documentos escritos de sus actividades sociales, culturales y políticas, los historiadores deben basarse en los descubrimientos arqueológicos para conocer las primitivas civilizaciones que hubo en el subcontinente. Las evidencias indican que, posiblemente durante el periodo neolítico de la edad de piedra, los habitantes del subcontinente fueron dispersados y asimilados en parte por las tribus invasoras drávidas, que probablemente vinieron del oeste. Sobre la base de descubrimientos arqueológicos en el valle del Indo, la civilización que luego desarrollaron los drávidas se podía equiparar y quizá sobrepasara en esplendor a las civilizaciones de la antigua Mesopotamia y Egipto.

Hacia mediados del tercer milenio a.C., la India drávida sufrió la primera de una serie de invasiones continuadas de tribus del grupo lingüístico indoeuropeo. Estas tribus, de origen incierto pero a las que por lo general se conoce como indoarias, entraron en el subcontinente a través de puertos de las montañas a lo largo de la frontera noroccidental y fueron ocupando la mayor parte del territorio norte de la cordillera Vindhya y el oeste del río Yamuna. Muchos drávidas huyeron al norte y al interior de la península india, regiones dónde el grupo lingüístico drávida aún es grande. El resto del pueblo drávida y, según determinados expertos, gran parte de su cultura fue absorbida por los indoarios.
La oscuridad rodea la historia política de la India durante muchos siglos después de la conquista de los drávidas, pero los Veda, una colección de escritos sagrados que datan del año 1200 a.C., contienen bastante información sobre las costumbres sociales, las creencias religiosas y los logros culturales. Tal como aparece representada en algunos himnos védicos, la civilización que emergió durante los primeros siglos después de entremezclarse las culturas indoaria y drávida en el subcontinente fue notable en varios aspectos. Los órganos de política tribal funcionaban de acuerdo con los principios democráticos, la condición social de las mujeres era comparable a la de los hombres y el matrimonio se consideraba sagrado. Los indoarios lograron grandes avances en distintas artes y ciencias, entre las que se contaba la ganadería, la artesanía del metal, la carpintería, la construcción de barcos y las ciencias militares.
Los himnos védicos compuestos durante este y posteriores periodos también han representado la emergencia y cristalización de las características clave del sistema sociorreligioso conocido como hinduismo. Casi todo lo que se conoce con seguridad de la situación política es que en el curso del I milenio a.C., en la región limitada por el Himalaya, los tramos del sur del Ganges, la cordillera Vindhya y el valle del Indo se establecieron 16 estados autónomos. De estos estados, formados tanto por repúblicas como por reinos, el más importante fue Kosala, reino situado en la región que en la actualidad ocupa Oudh. Otros reinos importantes fueron Avanti, Vamsas y Magadha. Este último reino ocupaba el territorio de la moderna Bihar; a mediados del siglo VI a.C. se convirtió en el reino dominante en la India. Durante el reinado de su primer gran rey Bimbisara (543 hasta 491 a.C.), Buda y Vardhamana Jnatiputra o Nataputta Mahavira, fundadores del budismo y jainismo respectivamente, predicaron y enseñaron en Magadha.
En el año 326 a.C. Alejandro III el Magno dirigió una expedición a través de la cadena montañosa del Hindu Kush hasta el norte de la India. Consiguió algunas victorias durante su marcha hacia la India, cuyo punto culminante fue la batalla de Hydaspes que finalizó con la derrota del rey Poros cerca del río Hydaspes (ahora Jhelum). Sin embargo, Alejandro no permaneció durante mucho tiempo en la India y los efectos políticos y culturales de la invasión fueron insignificantes, excepto por la oportunidad que brindaron al rey Mauryan Chandragupta de expandir su imperio hacia el oeste aprovechando el vacío político.
En el año 321 a.C., Chandragupta, llamado Sandrocottos por los griegos, tomó el control de Magadha. Durante la siguiente década, Chandragupta, fundador de la dinastía Maurya de reyes indios, extendió su soberanía sobre la mayor parte del subcontinente. Fue ayudado por Kautilya (o Chanakya), un ministro brahmán que puede haber sido quien más contribuyera en la redacción del Arthasastra, un libro de texto sobre política similar al Príncipe del historiador italiano Nicolás Maquiavelo. El poder militar del imperio indio hizo que Seleuco I, uno de los generales de Alejandro y el fundador del Imperio Seléucida, formara una alianza con el gobernante Maurya. Una vez que el tratado concluyó en el 305 a.C., se consolidó por el acuerdo matrimonial entre Chandragupta y una hija del gobernante seléucida.
Como resultado de estas relaciones tan estrechas entre los dos imperios, la influencia cultural griega estaba muy extendida por todo el norte de la India. La dinastía Maurya se mantuvo hasta casi el 185 a.C. Durante el reinado (c. 273-232 a.C.) de Asoka, el mayor soberano Maurya, el budismo se convirtió en la religión dominante del imperio. En estos momentos la India era ya un gran centro de saber que contaba con universidades como las existentes en Nalanda y Takshasila que atraían a sabios de China y el Sureste asiático. De las dinastías que aparecieron en el periodo que siguió a la caída de los Mauryas, los Sunga son los que más tiempo permanecieron en el poder, más de un siglo. El principal acontecimiento de este periodo (184-72 a.C.) fue la persecución y declive del budismo en la India y el triunfo de brahmanismo. Como consecuencia de la victoria de los brahmanes hindúes (sacerdotes), el sistema de castas fue arraigando con fuerza en la estructura social india, creando grandes obstáculos para la unificación nacional.
Una extensa sección de la India occidental fue ocupada hacia el 100 a.C. por los invasores shakas (escitas), que entonces se replegaban ante los yueh-chi de Asia central. Empujando hacia el sur, los yueh-chi posteriormente se asentaron en el noroeste de la India, donde Kadphises, uno de sus reyes, fundó la dinastía Kusana hacia el 40 d.C. En poco tiempo una gran parte del norte de la India cayó bajo el poder de los reyes kusana. Uno de los primitivos monarcas kusana estableció relaciones diplomáticas y comerciales con el Imperio romano. El budismo floreció bajo los kusanas y en especial bajo el mandato del emperador Kanishka, gran protector del saber y las artes. Las matemáticas y las ciencias florecieron, y de esta época son también los textos médicos de Charaka.
Los gobernantes de la dinastía indígena Andhra, que llegaron a controlar los antiguos dominios sunga hacia el año 27 a.C. y los mantuvieron durante unos 460 años, realizaron variados intentos de expulsar a los sakas. Todos estos intentos fracasaron y alrededor del 236 d.C. los sakas obtuvieron la soberanía completa sobre la India occidental. Una década antes, poco antes de la caída de la dinastía Andhra, el reino kusana también se desintegró. El siglo siguiente fue un periodo de confusión política a través de la mayor parte de la India.
En el 320 un rajá de Magadha llamado Chandragupta I, conquistó los territorios vecinos y fundó un nuevo régimen imperial y la dinastía Gupta. Su nieto Chandragupta II (que reinó desde c. 375 hasta 413) expandió su reino, subyugando todo el subcontinente al norte del río Narmada. Bajo la dinastía Gupta, que duró 160 años, la cultura india alcanzó nuevas alturas. El periodo fue de paz duradera, crecimiento económico continuo y éxitos intelectuales, en particular en el arte, música y literatura. El hinduismo, que llevaba mucho tiempo en declive, experimentó un fuerte renacimiento al asimilar algunas características del budismo.
Concluido el prolongado periodo de luchas internas, un nuevo poder, sólidamente unido bajo el islam, apareció en Asia occidental. Este nuevo poder era Khurasan, antes una provincia Samaní que Mahmud de Ghazni (que reinó desde 999 hasta 1030) había transformado en un reino independiente. Hábil guerrero cuya soberanía sobre Khurasan había sido reconocida por el califa de Bagdad, Mahmud lanzó en el 1000 la primera de las 17 expediciones consecutivas a través de la frontera afgana hacia la India. Estas incursiones estuvieron marcadas por victorias sobre los indios desunidos. Hacía el 1025 Mahmud había saqueado numerosas ciudades de la India occidental, entre las que se contaba el riquísimo puerto de Somnath y había anexionado la región de Punjab a su imperio.
El más afortunado de los gobernantes musulmanes después de Mahmud fue Muhammad de Gur, cuyo reinado comenzó en 1173. Considerado por la mayor parte de los historiadores como el fundador real del poder musulmán en la India, inició sus campañas de conquista en 1175. En el curso de las tres décadas siguientes, sojuzgó toda la llanura Indo-Gangeática al oeste de Benarés (ahora Vārānasi). A la muerte de Muhammad de Gur, Qutb-ud-Din Aybak, su virrey en Delhi y un antiguo esclavo, se proclamó sultán. La denominada dinastía de los Esclavos, fundada por Qutb-ud-Din, su único gobernante destacado, duró hasta 1288.
Otro hábil musulmán, Ala-ud-Din (que reinó desde 1296 a 1316), fue el segundo gobernante de la dinastía siguiente, la Khalji. Consolidó el reino de la India al conquistar el Decán. No obstante, antes de que finalizase su reinado, los mongoles comenzaron a infiltrarse por las fronteras del norte de sus dominios. Muhammad Tugluq, el último sultán importante de Delhi, enajenó tanto a los musulmanes como a los hindúes por su crueldad y fanatismo religioso. El imperio estaba dividido por levantamientos revolucionarios y algunas provincias, entre las que destaca Bengala, se separaron. Los tumultos se incrementaron tras la muerte de Tugluq. En 1398, cuando el conquistador mongol Tamerlán guió sus ejércitos hasta la India, se encontró con muy poca resistencia organizada. Tamerlán completó su invasión victoriosa al saquear y destruir Delhi y masacrar a sus habitantes. Se retiró de la India poco después del saqueo de Delhi, dejando los restos del imperio a Mahmud (que reinó desde 1399 hasta 1413), el último de los Tugluqs. En 1414 el primero de los sayyids sucedió a Mahmud; esta era una dinastía que después fue expulsada del poder por Bahlol (que reinó desde 1451 hasta 1489), fundador de la línea Lodi de reyes. La dinastía Lodi, por lo general débil e ineficaz, terminó en 1526. En ese año Babur, un descendiente de Tamerlán y el fundador de la gran dinastía mogol, llevó a cabo una serie de incursiones en la India que finalizaron con la derrota del ejército de Lodi. Babur ocupó Āgra, la capital Lodi, y se proclamó a sí mismo emperador de los dominios musulmanes. Después de cuatro años de su victoria inicial, Babur controlaba una gran parte del continente de la India.
El Imperio mogol alcanzó su auge cultural bajo Sha Jahan, nieto de Akbar. El reinado de Sha Jahan (1628-1658) coincidió con la edad dorada de la arquitectura sarracénica india, cuyo mejor ejemplo es el Taj Mahal.
En 1658 fue expulsado del trono por su hijo, Aurangzeb, quien tomó el titulo de Alamgir (‘Conquistador del mundo’). Traicionero y agresivo, Aurangzeb asesinó a sus tres hermanos y prosiguió una serie de guerras contra los reinos autónomos de la India, socavando la moral y la fuerza material del imperio. Durante sus campañas en el Decán, los Marathas, un pueblo escita-drávida, infligieron numerosas derrotas a los ejércitos imperiales. La estabilidad del régimen de Aurangzeb se vio socavada como resultado del antagonismo popular al fanatismo religioso que favorecía. Durante su reinado, que terminó en 1707 con su muerte en el exilio, la fe sij obtuvo un importante medio para entrar en la India.
En el medio siglo que siguió a la muerte de Aurangzeb, el Imperio mogol dejó de existir como un estado efectivo. El caos político del periodo se vio marcado por el rápido declive de la autoridad centralizada. Aventureros musulmanes e hindúes crearon numerosos reinos y principados pequeños y los gobernadores de las provincias imperiales formaron grandes estados independientes. Entre los primeros grandes estados que surgieron estuvo Hyderābād, establecido en 1712. El ruinoso régimen mogol sufrió un golpe definitivo en 1739 cuando el rey persa Nadir Shah dirigió un ejército hacia la India y saqueó Delhi. Entre el botín que buscaban los invasores, la sexta fuerza musulmana que saqueó la India, estaba el gigantesco diamante Koh-i-noor y el fabuloso Trono del Pavo Real, hecho de oro puro y con incrustaciones de piedras preciosas. El rey persa fue pronto expulsado de la India, pero en 1756 Delhi fue capturada de nuevo, esta vez por Ahmad Sha, emir de Afganistán, quien ya se había apoderado antes del Punjab. En 1760 los mahrattas y los sijs unieron sus fuerzas contra los ejércitos de Ahmad Sha. La batalla que siguió, librada en Panipat el 7 de enero de 1761, dio como resultado una victoria completa para los invasores. En 1764, tras la retirada de la India de los invasores, el emperador mogol obtuvo de nuevo su trono. Sin embargo, su autoridad, al igual que la de sus sucesores, era puramente nominal. Con la derrota de los mahrattas y los sijs, la posibilidad de la reunificación de la India en un estado único y fuerte se había desvanecido y el país, que había sido durante mucho tiempo escenario de una encarnizada rivalidad colonial entre los poderes marítimos de Europa, fue cayendo cada vez más bajo el dominio británico.

El control musulmán de las arterias de comercio entre el Mediterráneo y la India llevó a varios poderes europeos a soñar con una nueva ruta hacia el Extremo Oriente mucho antes de que Babur fundara el Imperio mogol. Los portugueses dedicaron un impresionante celo e iniciativa a la búsqueda de tal ruta. En 1497 y 1498 Vasco da Gama, uno de los navegantes reales, encabezó una expedición alrededor del cabo de Buena Esperanza y a través del océano Índico. El 19 de mayo de 1498 da Gama navegó hasta el puerto de Calicut (actual Kozhikode), en la costa Malabar, lo que abría una nueva era de la historia india. Al establecer relaciones de amistad con el reino dominante del Decán, los portugueses se aseguraron el monopolio del comercio marítimo indio y lo mantuvieron durante un siglo. A comienzos del siglo XVII se rompió el monopolio portugués por parte de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, amalgama de mercaderes holandeses fundada en 1602 bajo los auspicios del gobierno holandés. Dos años antes, la reina Isabel I había otorgado un fuero a una organización mercantil similar, la primera Compañía Inglesa de las Indias Orientales. Las negociaciones de la compañía con el gobernante mogol, el emperador Jahangir, tuvieron éxito y en diciembre de 1612 los ingleses fundaron su primera factoría en Surat, en el golfo de Jambhat. El 29 de noviembre una flota portuguesa atacó a una serie de veleros ingleses en el golfo de Jambhat, pero los ingleses vencerían en la batalla siguiente.
Durante la siguiente década los portugueses fueron derrotados en diversas batallas navales por los ingleses, que desde entonces se encontraron con muy poca oposición de esa parte en la India. Los holandeses, que ya estaban atrincherados en el archipiélago Malayo, también se esforzaron por expulsar a los ingleses de la India, pero también fueron eliminados como una fuerza competitiva seria antes del fin del siglo XVII. Mientras tanto, la Compañía Inglesa de las Indias Orientales expandió su esfera de influencia y sus operaciones. Se aseguró una base en Orissa en 1633, fundó la ciudad de Madrás en 1639, obtuvo privilegios comerciales en Bengala en 1651, adquirió Bombay a Portugal en 1661, fijó un tratado comercial con el gobernante mahratta, Shivaji Bhonsle, en 1674 y en 1690 fundó Calcuta después de suprimir por la fuerza la oposición local a esta maniobra.
Durante la primera mitad del siglo XVIII los franceses, que habían comenzado a operar en la India alrededor de 1675, se revelaron como una seria amenaza para el creciente poder y prosperidad de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales. Las fricciones entre Francia y la recién creada Gran Bretaña llegaron a un estado crítico en 1746, cuando una flota francesa se apoderó de Madrás. Esta acción, una fase de la guerra de Sucesión austríaca (1740-1748) y las posteriores luchas que se sucedieron en la India no tuvieron ningún desenlace definitivo; en 1748 los franceses devolvieron Madrás a los británicos. En tres años la enemistad latente entre los rivales europeos dio origen a una nueva confrontación armada. Robert Clive, un empleado de la Compañía Británica de las Indias Orientales, se hizo con la victoria en la lucha por el control de Hyderābād y el Carnatic.
La etapa final de las disputas entre los franceses y los británicos por el dominio en la India se desarrolló como una extensión de la guerra de los Siete Años en Europa. En el curso de las hostilidades, que duraron desde 1756 hasta 1763 e implicaron a grandes contingentes de partisanos indios, los británicos lograron distintas victorias y terminaron de manera efectiva con los planes franceses de control político del subcontinente. El suceso más importante de la guerra fue la victoria de Clive en Plassey, que convirtió a los británicos en los dueños de Bengala. Según las disposiciones del acuerdo de paz que siguió a la guerra de los Siete Años, el territorio francés en la India se redujo a unas pocas factorías. Véase también Guerras de Carnatic.
Como resultado de sus victorias, la Compañía de las Indias Orientales había adquirido posiciones estratégicas políticas y territoriales en Bengala, la provincia india más populosa, y en áreas importantes del Decán. La consolidación y extensión de estas ganancias caracterizaron las posteriores políticas de la compañía, que retuvo su condición de firma comercial privada hasta 1773. En ese año el Parlamento convirtió a la Compañía de las la Indias Orientales en una agencia semioficial del gobierno británico. La aplicación de la política británica en la India se vio facilitada por el vacío de poder que siguió a la batalla de Panipat (1761), cuando ni el Imperio mogol ni la Confederación Mahrata eran lo bastante fuertes para ejercer la autoridad.

Muchos de los abusos que prevalecían en la India durante el gobierno de la Compañía de las Indias Orientales fueron erradicados o modificados después de que el gobierno británico asumiera el control de los asuntos indios. Se instituyeron importantes reformas fiscales, gubernamentales, judiciales, educativas y sociales y el sistema de obras públicas que Dalhousie había inaugurado se extendió de forma notable. El gobierno británico había heredado un gran número de problemas difíciles, entre otros la condición de pobreza en que se encontraba la mayoría de la población india, resentimiento popular sobre la condición colonial del país y un creciente espíritu de nacionalismo. Los frecuentes periodos de hambre que comenzaron con la hambruna de 1866 en Orissa, que se cobró las vidas de 1,5 millones de personas, contribuyeron en gran manera a la situación de inestabilidad política. En 1876 el gobierno británico, entonces encabezado por Benjamin Disraeli, proclamó a la reina Victoria como emperatriz de la India.
Las contiendas políticas continuaron tras la I Guerra Mundial. Como respuesta al gran aumento de la actividad nacionalista, el Parlamento británico aprobó las Leyes Rowlatt, que suspendían los derechos civiles y establecían la ley marcial en áreas en las que se produjeran tumultos y levantamientos. La aprobación de las Leyes Rowlatt precipitó una ola de violencia y desórdenes en muchos lugares de la India. En este periodo de tumultos, Mohandas K. Gandhi, un reformador social y religioso hindú, pidió a los indios que se enfrentaran a la represión británica con la resistencia pasiva (Satyagraha). El movimiento de protesta alcanzó proporciones de insurrección el 13 de abril de 1919, proclamado por Gandhi como un día de luto nacional. En Amritsar, en el Punjab, una muchedumbre desarmada de hombres, mujeres y niños, fue masacrada por las tropas británicas al mando del General Dyer, mientras efectuaban una protesta pacífica en una plaza cerrada. Véase Matanza de Amritsar.
Como consecuencia de la matanza de Amritsar, el movimiento en contra de los británicos en la India alcanzó nuevos niveles de intensidad. La característica más destacada de esta fase de la lucha era la política de Gandhi de no cooperación, instituida en 1920. Entre otras cosas, la política demandaba el boicot de los productos británicos, tribunales e instituciones educativas; la no cooperación en la vida política y la renuncia a los títulos británicos por parte de los indios. El movimiento de no cooperación estuvo a veces acompañado por la violencia, a pesar de las recomendaciones de Gandhi en contra del uso de la fuerza. Combinado con métodos parlamentarios de lucha, el movimiento demostró ser un arma efectiva en la lucha por la independencia india. Desde el punto de vista de los círculos oficiales británicos, las actividades en las que estaba involucrado Gandhi constituían sedición y durante las décadas de 1920 y 1930 el líder indio, junto a otros destacados activistas como Sarojini Naidu, era periódicamente encarcelado o internado. Gandhi, conocido entre sus admiradores como Mahatma (en sánscrito ‘gran alma’), tuvo un papel decisivo en la historia política india.
Entre 1922, el año de la primera encarcelación de Gandhi por sedición, y 1942, cuando fue puesto bajo custodia por última vez, la lucha por la independencia india estuvo marcada por serios contratiempos, entre los que se incluye la renovada disensión entre musulmanes e hindúes.
Con el comienzo de la II Guerra Mundial el virrey de la India, Victor Alexander John Hope, Marqués de Linlithgow, declaró la guerra a Alemania en nombre de la India. Este paso, dado de acuerdo con la Constitución de 1937 pero sin consultar a los jefes indios, alejó a Gandhi y a importantes sectores del Congreso Nacional Indio. Grupos influyentes dentro del Congreso, que apoyaban la postura de Gandhi, intensificaron la campaña por un autogobierno inmediato, designándolo como su precio por la cooperación en la guerra. A finales de octubre de 1939 los ministros de ocho provincias dimitieron como protesta contra la actitud intransigente de los británicos. El Congreso Nacional Indio reanudó la campaña de desobediencia civil en octubre de 1940. Mientras tanto la Liga Musulmana, muchos de los estados principescos y algunos miembros del Congreso Nacional Indio habían aprobado la postura británica. Las posteriores contribuciones de la India a la lucha contra los poderes del eje fueron muy extensas. Alrededor de 1,5 millones de soldados indios estaban de servicio en el país y en los frentes hacia el fin de la guerra, mientras las contribuciones financieras indias eran de un total de 1.200 millones de dólares.
En diciembre de 1941 las autoridades británicas en la India liberaron a los dirigentes del Congreso que habían arrestado en 1940. Siguió una nueva ola de agitación contra los británicos y en marzo de 1942 el gobierno británico envió a la India a sir Stafford Cripps, entonces Lord Privy Seal, con propuestas diseñadas para satisfacer las demandas nacionalistas. Estas propuestas contenían la promesa de la independencia completa para la India después del fin de la guerra y demandaban el establecimiento de un gobierno indio interino responsable de todos los asuntos excepto la defensa nacional y los asuntos exteriores. La misión de Cripps terminó en fracaso a causa de las objeciones básicas que tenían los dirigentes tanto del Congreso Nacional Indio como de la Liga Musulmana a varias secciones de las propuestas.
El movimiento de desobediencia civil se reanudó en agosto de 1942. Gandhi, Nehru y miles de sus seguidores fueron acorralados y encarcelados y el Congreso Nacional Indio ilegalizado. Los japoneses, animados por la desunión india y con la ayuda de Bose, quien había organizado un gobierno indio provisional en Birmania, pronto intensificaron sus operaciones militares a lo largo de la frontera birmanoindia. La invasión japonesa de la India comenzó a lo largo de un frente de 322 km en marzo de 1944. Después de unos triunfos iniciales, los japoneses fueron forzados a volver gradualmente a Birmania por tropas angloindias.
El gobierno británico liberó a Gandhi de la cárcel el 6 de mayo de 1944. Durante su internamiento Gandhi había modificado la mayor parte de sus puntos de vista respecto a la naturaleza de la guerra y el programa de Cripps, y en septiembre de 1944 él y el dirigente musulmán Jinnah comenzaron a discutir sobre las diferencias mutuas. En primer lugar a causa de la insistencia de Jinnah sobre la demarcación de las fronteras de Pakistán antes de la formación de un gobierno interino, las discusiones terminaron en fracaso.
En junio de 1952 la India, que había boicoteado la conferencia de paz japonesa de 1951, firmó un tratado bilateral de paz con Japón. Entre las disposiciones había una renuncia a todas las reclamaciones de reparación. Durante septiembre el gobierno indio aceptó cargamentos de alimentos, para socorrer el hambre, que procedían de la República Popular China y la Unión Soviética, pero solo después de que ambos países accedieran a las estipulaciones indias en contra de unos posibles ‘hilos políticos’.
El 26 de enero de 1957, la India declaró el estado de Cachemira parte integral de la República la India, siguiendo las decisiones tomadas a tal efecto por parte de la Asamblea Constituyente de Cachemira. A continuación tuvieron lugar en Pakistán, que formuló airadas quejas ante la ONU, levantamientos de protesta y quemas de la efigie de Nehru. En las elecciones nacionales celebradas en febrero y marzo de 1957, el Partido del Congreso obtuvo 366 de 494 escaños en la cámara baja; el Comunista ganó 29 escaños y se convirtió en el principal partido de la oposición y también obtuvo el control del estado de Kerala. El primer ministro Nehru y el presidente Prasad mantuvieron sus puestos. En marzo se introdujo el sistema decimal de moneda.
En Kerala los esfuerzos para aumentar el control del gobierno de las escuelas privadas levantó una oposición masiva, expresada mediante frecuentes manifestaciones antigubernamentales durante 1958. Para defender la ley y el orden, Prasad asumió las funciones del gobierno de Kerala en julio de 1959. Las elecciones legislativas en el estado en febrero de 1960 dieron como resultado unas ganancias sustanciales para los partidos anticomunistas.
En mayo de 1960 el estado de Bombay fue dividido a lo largo de líneas lingüísticas en los dos estados de Mahārāshtra y Gujarāt. Para aplacar a las rebeldes tribus naga, Nehru anunció la creación del nuevo estado de Nagaland separado del estado de Assam. Posteriormente, elementos de la población sij se levantaron buscando la creación de un estado sij separado a partir del de Punjab. El tema fue zanjado en 1966 con la formación del nuevo estado de Haryāna.
El tercer plan económico quinquenal indio de desarrollo fue inaugurado en abril de 1961; su costo se estimaba en unos 24.360 millones de dólares y su objetivo era incrementar los ingresos medios per cápita anuales desde 69,30 hasta 80,85 dólares. Una meta de gran alcance era conseguir en 1976 que la India no necesitara la ayuda extranjera.
Durante la revuelta tibetana de marzo de 1959, unos 9.000 refugiados tibetanos buscaron asilo político en la India. Después hubo varios choques fronterizos entre tropas chinas e indias y en agosto tropas chinas penetraron en territorio indio. Una conferencia para acabar con la disputa, que tuvo lugar en abril de 1960 y a la que acudieron Nehru y Zhou Enlai, terminó sin adoptar ninguna solución positiva.
Tras los cargos de una agresión portuguesa, el 18 de diciembre de 1961, las fuerzas indias invadieron y se anexionaron el resto de los enclaves portugueses del subcontinente: Goa, Daman y Diu. Al día siguiente se llevó una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU que condenaba a la India como agresor; no fue adoptada a causa del veto soviético.
Durante 1962 las disputas fronterizas entre China y la India se fueron haciendo cada vez más tensas. A comienzos de ese año ambos países añadieron en el alto Himalaya puestos avanzados a lo largo del territorio fronterizo en disputa y en octubre los chinos atacaron e invadieron dichos puestos indios a ambos lados de la frontera. Los indios, mal preparados y en especial mal equipados para la lucha a grandes alturas, fueron incapaces de frenar el avance chino, que solo terminó cuando Pekín anunció un alto el fuego unilateral a finales de noviembre. La crisis precipitó una drástica revisión de las defensas indias y el ministro de defensa V. K. Krishna Menon, un neutralista convencido, fue expulsado del gobierno a finales de octubre.
El 27 de mayo de 1964 murió Nehru, que había sido el primer ministro desde que la India obtuvo su independencia. Le sucedió Lal Bahadur Shastri, anterior ministro del Interior. Pakistán siguió demandando a la India el estado de Cachemira de mayoría musulmana, donde en agosto de 1965 unos incidentes en los que estaban involucradas guerrillas paquistaníes y tropas indias precipitaron una guerra no declarada entre los dos estados. Las hostilidades continuaron a pesar de que la ONU había ordenado un alto el fuego y la situación permanecía tensa hasta que hubo unas negociaciones entre Shastri y el presidente paquistaní Muhammad Ayyub Kan, con mediadores soviéticos, que el 10 de enero de 1966 dieron como resultado un acuerdo de retirada de tropas.
Unas pocas horas después de que se firmase el acuerdo en Tashkent, URSS, Shastri murió de un ataque al corazón. La hija de Nehru, Indira Gandhi, antigua ministra de información, fue elegida para ser la nueva primera ministra.
En 1969 la primera ministra Gandhi se encontró con una revuelta por parte del ala conservadora del Partido del Congreso, pero obtuvo una impresionante victoria cuando, con su apoyo, el anterior vicepresidente, Varahagiri Venkata Giri, derrotó al candidato oficial del Congreso para presidente. Con la consolidación de su fuerza, Gandhi y su facción, llamada el Partido Gobernante del Congreso o Congreso (R), obtuvo en las elecciones de marzo de 1971 una gran victoria.
Ese mismo mes estalló la guerra civil en Pakistán, al tratar el gobierno nacional, dominado por paquistaníes occidentales, de suprimir los esfuerzos bengalíes de alcanzar la autonomía para Pakistán Oriental. Mientras millones de refugiados bengalíes atravesaban la frontera hacia la India, las relaciones entre la India y Pakistán Oriental empeoraron. En diciembre, la India se unió a la guerra en ayuda de Pakistán Oriental, impuso la rendición allí de las fuerzas paquistaníes y fue el primero en reconocer a la nueva nación de Bangladesh. Después regresaron la mayor parte de los refugiados bengalíes.
Las condiciones económicas en la India empeoraron durante mediados de la década de 1970. Mientras crecía el desempleo, surgieron tumultos por los alimentos y se intensificaron las acusaciones de corrupción del gobierno. Para la sorpresa mundial, la India hizo explotar su primer ingenio nuclear el 18 de mayo de 1974. En julio hubo una tentativa parlamentaria para derribar al gobierno de Gandhi pero no prosperó; en el siguiente mes un candidato respaldado por Gandhi, Fakhruddin Alí Ahmed, fue elegido presidente nacional. A comienzos de 1975 la India se anexionó Sikkim, que se convirtió en estado de la república.
En junio de 1975 Gandhi fue declarada culpable de prácticas corruptas durante la campaña electoral de 1971. Tuvo que afrontar la pérdida de su escaño parlamentario y declaró estado de emergencia. Centralizó el poder en sus propias manos, llevó a cabo medidas duras para fomentar el desarrollo económico y hacer disminuir la tasa nacional de nacimientos. La oposición política fue dominada con encarcelamientos masivos y censura de la prensa. Sus métodos, en especial la censura de la prensa y los métodos severos que se introdujeron en algunas áreas para obligar a la esterilización del pueblo como parte del control de natalidad, produjeron un resentimiento muy difundido.
No obstante, a comienzos de 1977, Gandhi convocó unas elecciones generales esperando ser capaz de demostrar el apoyo popular. En lugar de ello, perdió su escaño en el Parlamento y el Partido del Congreso fue incapaz de obtener la mayoría en la legislatura por primera vez desde 1952. El Partido Janata, una coalición formada para oponerse a su régimen, ganó cerca de la mitad de los escaños en el Parlamento y su dirigente, Shri Morarji R. Desai, fue nombrado primer ministro. La emergencia terminó y se invirtieron las acciones represivas del gobierno de Gandhi. En enero de 1978 Gandhi formó el Congreso-Indira (I) escindido del partido del Congreso. El carisma personal de Gandhi seguía siendo fuerte a pesar de los años del estado de emergencia y el Congreso (I) pronto venció en las elecciones en el sur y en Mahārāshtra; en abril el Congreso (I) fue designado como el principal partido de la oposición en el Lok Sabha (cámara baja).
En 1979, después de más de dos años en el poder, el gobierno Janata perdió su mayoría parlamentaria y Desai dimitió. Las elecciones que tuvieron lugar en enero de 1980 dieron una gran victoria para Gandhi y su partido del Congreso (I) y volvió a tomar el puesto de primera ministra. El 23 de junio Sanjay, hijo menor de Indira Gandhi, que había salido de las elecciones con una destacada fuerza política, murió en un accidente de aviación. Su hijo mayor, Rajiv Gandhi, a quien Indira Gandhi parecía estar preparando como su sucesor pasó a ocupar su escaño en el Parlamento.
Para apaciguar las demandas sijs de autonomía para el Punjab, dónde son mayoría, Indira Gandhi apoyó la candidatura presidencial de Zail Singh, quien en julio de 1982 se convirtió en el primer jefe de estado sij de la India. Sin embargo, continuó la agitación por la autonomía con una serie de incidentes terroristas y en octubre de 1983 Gandhi puso al Punjab bajo mandato presidencial, concediendo a la policía poderes de emergencia.
El centro de la resistencia sij era el templo más sagrado de esta religión, el templo de Oro de Amritsar. El 2 de junio de 1984 el templo fue precintado y ocupado por tropas indias en una operación mal planeada y mal realizada en la que murieron cientos de sijs y se confiscaron alijos de municiones. Las tropas se retiraron hacia finales de ese mes, pero siguieron los ultrajes entre los nacionalistas sijs. El 31 de octubre Indira Gandhi fue tiroteada por miembros sij de su guardia personal y murió a consecuencia de las heridas. En los altercados que siguieron, la muchedumbre mató al menos a 1.000 sijs. Rajiv Gandhi prestó juramento como primer ministro horas después de la muerte de su madre.
Se encontró con una nueva crisis el 3 de diciembre, cuando un escape del gas de una planta de pesticidas que la Union Carbide tenía en Bhopāl, la India central, provocó la muerte de al menos 3.300 personas y la enfermedad de más de otros 20.000. Cuando las elecciones parlamentarias de diciembre de 1984 reafirmaron su liderazgo, Gandhi respondió al malestar entre los sijs accediendo a ampliar las fronteras del Punjab.
A comienzos de 1987 las tropas indias fueron enviadas a Sri Lanka para ayudar a suprimir una rebelión de las guerrillas tamiles. En julio se firmó un acuerdo de paz, pero los choques violentos continuaron. La elección como presidente de Ramaswami Venkataraman pareció consolidar la posición de Gandhi. Sin embargo, las alegaciones de corrupción y mala administración debilitaron al Congreso (I), al igual que la incapacidad de Gandhi para ocuparse de manera efectiva de las peticiones para la autonomía de Punjab y Cachemira. En las elecciones de noviembre de 1989, el Congreso (I) perdió su mayoría parlamentaria y Vishwanath Pratap Singh, dirigente del partido Janata Dal, se convirtió en primer ministro. En 1990 una escisión dentro del propio partido de Singh llevó al colapso de su gobierno minoritario; le sucedió su principal rival, Chandra Shekhar, cuyo gobierno cedió su puesto en marzo de 1991, preparando el camino para nuevas elecciones. Durante la campaña electoral murió Rajiv Gandhi asesinado por un terrorista suicida tamil. Los ultrajados votantes dieron la mayoría parlamentaria al Congreso (I) y P. V. Narasimha Rao, antiguo ministro de Asuntos Exteriores y seguidor de Gandhi, se convirtió en primer ministro.
En enero de 1993 la autoridad de Rao fue socavada por los tumultos a nivel nacional que siguieron a la destrucción de la mezquita Babri Masjid, del siglo XVI, en Ayodhya, por parte de militantes hindúes, que reclamaban que el lugar era en origen un templo hindú dedicado al dios Rama que, según la tradición, había nacido en esa ciudad. En las siguientes seis semanas de violencia sectaria murieron casi unas 3.000 personas. Por miedo a más tumultos, Rao evitó que los nacionalistas hindúes, que pedían su dimisión y la de su gobierno, se amotinaran masivamente en la capital. En marzo, hubo una serie de atentados en Bombay y Calcuta. La ola de explosiones en Bombay mató a más de 300 personas en el distrito financiero de la ciudad. Las explosiones de Calcuta se relacionaron con un grupo de criminales que manejaba mal los explosivos cuando montaban las bombas en un edificio de apartamentos.
Durante comienzos de la década de 1990 aumentaron las tensiones entre la India y Pakistán sobre Cachemira (véase Jammu y Cachemira). Desde 1989 el Estado de Jammu y Cachemira en la India ha sido el lugar donde se han desarrollado luchas esporádicas entre el ejército indio y separatistas musulmanes militantes, que querían tanto el formar un estado independiente como unirse con el Pakistán musulmán. La primera ministra paquistaní, Benazir Bhutto, apoyaba abiertamente a los rebeldes musulmanes en la Cachemira india. En enero de 1994 la India y Pakistán celebraron conversaciones acerca de la región en disputa, pero no se realizó ningún progreso real. Desde entonces Pakistán se embarcó en un programa de desarrollo de armas nucleares y muchos países temían que esa pelea sobre Cachemira llegara hasta un conflicto nuclear.
En septiembre de 1993 un devastador terremoto agitó la India central, unos 320 km al oeste de Hyderābād. Se estima que murieron unas 10.000 personas y destrozó docenas de pueblos.
Los problemas a los que se enfrentaban Rao y el Congreso (I) fueron subrayados hacia finales de 1994 y principios de 1995, cuando el partido fue duramente derrotado en las elecciones regionales celebradas en el sur del país. El rechazo de los votantes del Congreso (I) reflejaba en parte el efecto continuado de los tumultos de 1993 y la permanente tensión entre los seguidores de las diferentes confesiones religiosas, pero también fue el resultado de una antipatía popular a las reformas económicas orientadas al mercado que había introducido el gobierno de Rao desde 1991. Se produjo, además, un importante auge de los partidos regionales. Aunque la apertura de la economía había ayudado a recuperar el crecimiento, había generado también un agudo incremento de la inflación, precios más altos y recortes en los puestos de trabajos de ciertas áreas.
Numerosos escándalos financieros sacudieron la vida política india durante el mandato de Rao, cuya política exterior procuró el entendimiento con las grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China), si bien se mantuvo su litigio con Pakistán en torno a la cuestión de Cachemira.
En las elecciones legislativas celebradas entre abril y mayo de 1996 el derechista BJP obtuvo la mayoría relativa, lo que provocó que el 10 de mayo Rao dimitiera como primer ministro tras conocer la derrota de su partido. Abandonó, asimismo, el 21 de septiembre la presidencia del Partido del Congreso.
Las elecciones, además, provocaron un vuelco en la política india: el BJP obtuvo 186 escaños, el Congreso (I) y el denominado Tercer Frente (formado por una amalgama de grupos de centro-izquierda), 133 escaños. Pese a que el BJP y sus aliados nacionalistas hindúes tenían relativamente asegurada la posibilidad de formar gobierno, finalmente fue el Tercer Frente quien, con el apoyo parlamentario del Congreso (I), constituyó en mayo de 1996 un gabinete presidido por H.D. Dewe Gowda.
El nuevo gobierno tuvo como prioridades mejorar las relaciones con Pakistán y seguir adelante con el proceso de liberalización y modernización de la economía india. Pero, tras diez meses de andadura, el Partido del Congreso le retiró su apoyo alegando una falta del interés por frenar el auge del nacionalismo hindú representado por el Bharatiya Janata. Carente de tan importante apoyo parlamentario para aprobar los presupuestos y la diversa legislación elaborada, Debe Gowda, que no pudo superar un voto de confianza en el Lok Sabha, presentó la dimisión a mediados de abril de 1997. Fue sustituido por Inder Kumar Gujral, militante del Janata Dal (integrado en el Tercer Frente) que contó con el apoyo del Partido del Congreso.
En julio de 1997, los representantes de las distintas cámaras legislativas indias (federales y estatales) eligieron presidente de la República a Kocheril R. Narayanan, hasta ese momento vicepresidente del gobierno; la importancia histórica de tal acontecimiento radica en el hecho de que Narayanan es el primer presidente de la Unión India miembro de la casta de los parias o intocables.
El secretario general del BJP, ex ministro de Asuntos Exteriores y ex primer ministro (durante trece días del mes de mayo de 1996), Atal Bihari Vajpayee, volvió a ocupar la jefatura gubernamental después de la victoria de su partido en las elecciones legislativas de marzo de 1998 que otorgaron una nueva victoria al BJP con 179 escaños. Entre el 11 y el 13 de mayo de ese año, su gabinete ordenó que se llevaran a cabo cinco pruebas nucleares, y dos semanas más tarde, el gobierno paquistaní presidido por Nawaz Sharif respondió con la detonación de otras seis armas nucleares, lo que incrementó el tradicional nivel de crisis en el subcontinente indio. No obstante, en septiembre de 1998, Vajpayee se sumó al ofrecimiento del primer ministro paquistaní y anunció que su país suscribiría el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares.
El 17 de abril de 1999, su gobierno perdió la confianza de la cámara baja del Parlamento por un solo voto de diferencia, tras de lo cual presentó su dimisión al presidente de la República, Narayanan, quien se la aceptó, le instó a proseguir hasta la formación de un nuevo gabinete y convocó nuevas elecciones legislativas. Como primer ministro en funciones, el 26 de mayo siguiente Vajpayee ordenó el ataque contra la guerrilla separatista musulmana de Cachemira, la cual había sobrepasado la línea fronteriza de ese territorio, repartido entre la India y Pakistán, con lo cual se incrementó la tensión entre los dos países indostánicos. El partido de Vajpayee resultó de nuevo vencedor en las elecciones parlamentarias celebradas en septiembre y octubre de 1999, al conseguir la mayoría absoluta la alianza que, encabezada por el BJP, estaba compuesta por 25 partidos, lo que permitió a aquél continuar como primer ministro electo desde el 11 de octubre de ese año.
El 26 de enero de 2001, el país vivió una de las peores tragedias de su historia reciente. Un terremoto, cuya intensidad alcanzó 7,9 grados en la escala de Richter y que tuvo su epicentro en la localidad de Bhuj, asoló el estado de Gujarāt. Pocos días después, fuentes del gobierno indio afirmaron que más de 100.000 personas podrían haber perdido la vida.
El 13 de diciembre de ese mismo año, individuos armados asaltaron el Lok Sabha y en el tiroteo con las fuerzas de seguridad y del Ejército fallecieron, en un primer momento, 12 personas. Vajpayee calificó el hecho de “ataque terrorista” y, poco después, se aseguró que en él estaban implicados guerrilleros paquistaníes de Cachemira. El gobierno indio, que consideraba que los servicios de inteligencia de Pakistán tuvieron conocimiento previo de la acción, incriminó al de Islamabad (cuyo presidente, Pervez Musharraf, negaba cualquier tipo de responsabilidad). La tensión se agudizó y, antes de que finalizara el año, ambos países habían desplegado tropas en su frontera común.
En julio de 2002, un musulmán, A. P. J. Abdul Kalam, accedió a la presidencia del país, en la que sustituyó a Narayanan, tras resultar elegido por las cámaras legislativas con el apoyo de la coalición nacionalista en el poder.
En junio de 2003, Vajpayee realizó un viaje a Pekín, en cuyo transcurso firmó con el primer ministro chino, Wen Jiabao, una declaración conjunta en la que destacaba el reconocimiento indio de la plena soberanía de China sobre la Región Autónoma del Tíbet; en este marco, los gobiernos chino e indio establecieron diversos acuerdos para potenciar la mutua cooperación política y económica.
La conflictividad entre India y Pakistán conoció igualmente momentos de distensión desde el primer semestre de 2003. En enero de 2004, en este nuevo clima, Musharraf y Vajpayee mantuvieron una reunión en Islamabad en la que ambos mostraron su disposición para afrontar un proceso de normalización de las relaciones entre sus respectivos estados. Por medio de una declaración conjunta, India y Pakistán acordaron el inicio de conversaciones para llegar, desde la mutua flexibilidad, a una solución negociada y definitiva al conflicto de Cachemira.