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domingo, 8 de agosto de 2010

Georgia

Georgia (república) (nombre oficial, Sak'art'velos, Sakartvelo, Georgia), república presidencialista en la región transcaucásica de Asia occidental, rodeada por el mar Negro al oeste, Rusia al norte, y Azerbaiyán, Armenia y Turquía al sur. Durante buena parte del siglo XX constituyó uno de los territorios de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Georgia cuenta con dos repúblicas autónomas, Abjasia y Azaria, y una región autónoma, Osetia del Sur, que han sido el origen de importantes conflictos étnicos durante la década de 1990. Georgia es un Estado con un paisaje muy variado, tiene altas cadenas montañosas así como fértiles tierras costeras. La población se concentra a lo largo de la costa del mar Negro y en los valles de los ríos, especialmente del río Kura, donde se encuentra la capital y más importante ciudad Tbilisi.

Con una extensión de 69.700 km², el paisaje georgiano está dominado por escarpadas cadenas montañosas, y un 40% del mismo está densamente cubierto de bosques. El núcleo de la cordillera del Cáucaso constituye la mayor parte de la frontera norte de la república, y es aquí donde se pueden encontrar los picos más altos; el mayor es el monte Shjara, que se eleva 5.200 m. Le siguen otros con alturas alrededor de los 4.500 m. Las montañas del Cáucaso Menor, que ocupan la parte meridional de la república, no suelen sobrepasar los 3.000 m. El área que se encuentra entre estos dos sistemas montañosos es por lo general mucho más baja, sobre todo a lo largo de los valles de los ríos y la costa del mar Negro, donde las alturas no suelen sobrepasar los 100 m. Los dos ríos más importantes, el Kura y el Rioni, fluyen en direcciones opuestas: el Kura, que nace en Turquía, se dirige generalmente hacia el este a través de Georgia y Azerbaiyán hasta el mar Caspio, mientras el Rioni lleva una dirección oeste hasta alcanzar el mar Negro. Muchos otros ríos fluyen por la fértil llanura de Cólquida, que ocupa la mayor parte de la zona costera en la orilla georgiana del mar Negro. El clima se define por amplias variaciones regionales, que oscilan desde condiciones húmedas y subtropicales en la baja llanura de Cólquida a otras más secas y continentales en las zonas altas del este. La flora y fauna georgianas son también muy variadas. En las zonas bajas la tierra ha sido muy explotada y tiene muy poco de su fauna autóctona. Sin embargo, en áreas alpinas se pueden encontrar marmotas grises, cabras monteses y chamois, y en los bosques aún habitan lobos, zorros y corzos.
Al igual que otras repúblicas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Georgia sufrió una grave degradación medioambiental durante el período soviético en el que se impuso una política económica con especial intensidad en la industria pesada, sin apenas tener en cuenta las consecuencias medioambientales. Como legado de esta política, Georgia sufre hoy día una contaminación seria. La polución del aire es un problema en las principales ciudades, sobre todo en Rustavi que tiene una enorme planta de acero y otras industrias metalúrgicas. Georgia bordea el mar Negro, una importante reserva de recreo que sufre ahora los problemas causados por filtraciones agrícolas y desechos industriales. También el río Kura está fuertemente contaminado. A consecuencia de la contaminación del aire y de la escasez de tratamientos del agua, es elevada la incidencia de enfermedades del aparato digestivo en Georgia. El empleo de pesticidas y fertilizantes ha aumentado la toxicidad del suelo. De la superficie total de Georgia, el 39,6% (2005) está arbolado y el 4% (2007) está protegido. En 2004, 43 especies de mamíferos, invertebrados, reptiles, aves y peces figuraban como en peligro de extinción.
Los problemas económicos de Georgia han obstaculizado la aplicación de modernas tecnologías de control de las emisiones. La protección de los pastos de las tierras altas y de los cultivos de montaña de la erosión del suelo es otro asunto apremiante que el gobierno no ha abordado a causa de la falta de recursos económicos. El gobierno ha ratificado acuerdos medioambientales internacionales relativos a polución del aire, biodiversidad, cambio climático, derecho del mar, protección de la capa de ozono, contaminación naval y humedales.
La población de Georgia, que en 2008 alcanzaba los 4.630.841 habitantes, está compuesta por casi un centenar de grupos étnicos diferentes. En 2008 la esperanza de vida al nacer era de 77 años. Los georgianos forman el grupo mayor con cerca del 70% de la población, seguidos por los armenios (8,1%), rusos (6,3%) y azeríes (5,7%). También habitan en esta república numerosos grupos de osetios, griegos y abjasios. La religión predominante es el cristianismo ortodoxo, aunque hay algunos grupos islámicos, como azeríes, kurdos y azarios (étnicamente son georgianos pero convertidos al islam durante la dominación turca). También existe un grupo importante de judíos. El idioma oficial del país es el georgiano, un idioma único no indoeuropeo, aunque muchas de las minorías étnicas no lo hablan, como los osetios. El ruso es todavía el idioma más hablado en la mayor parte de la república. La densidad de población es de unos 66 habitantes por kilómetro cuadrado.

Alrededor del 51% de la población de Georgia vive en ciudades. Tbilisi, su capital, es la mayor área urbana y en 2003 contaba con 1.064.117 habitantes. Le sigue, con 215.700 habitantes, Kutaisi, que se encuentra en el curso alto del Rioni. Otros centros urbanos con más de 100.000 habitantes son: Batumi (124.100) y Sujumi (112.000), capitales de Adzaria y Abjasia, respectivamente, y Rustavi (138.200), situada al sur de Tbilisi y que alberga la gran acería de Rustavi.

Georgia fue una de las repúblicas con una de las rentas per cápita más elevadas de la antigua Unión Soviética. La agricultura ha sido durante mucho tiempo la base de la economía georgiana, y que, unida a la silvicultura, representaban una proporción algo mayor que la industria, en el conjunto de la actividad económica —alrededor del 13%. La desecación de tierras bajas costeras en los alrededores de la desembocadura del río Rioni ha hecho aumentar las tierras fértiles; esta región produce té y cítricos. Otros cultivos son vides, tabaco y seda. La actividad ganadera también es importante. Georgia ha ido adquiriendo una importancia creciente como región industrial a causa de la gran capacidad de producción de energía eléctrica, los yacimientos minerales (manganeso, mineral de hierro, molibdeno y oro) y combustibles (carbón y petróleo). También se extraen mármol, alabastro y esquistos. Sus industrias producen hierro y acero, cemento, vehículos de motor y productos textiles. La costa del mar Negro es una importante área de descanso que atrae visitantes de todo el mundo. Sin embargo, algunas tensiones étnicas cerca de estas zonas turísticas redujeron el número de visitantes a principios de la década de 1990. En 2006 visitaron Georgia 983.000 turistas. El coste del armamento militar ha contribuido a la caída general de su economía desde la disolución de la URSS en 1991. En ese año, de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial el producto nacional bruto (PNB) de Georgia era de 9.000 millones de dólares, que equivalían a 1.640 dólares per cápita. En 1992 se estimaba que la caída del producto nacional neto era de un 30%, y los precios se multiplicaron por diez. En los primeros ocho meses de 1993, la producción industrial cayó en más de un 30% en comparación con el mismo periodo de 1992. El valor de la moneda georgiana ha caído dramáticamente desde que en julio de 1993 pasó a ser la única de curso legal. Esta evolución ha continuado, y en 2006, el producto interior bruto (PIB) fue de 7.744 millones de dólares.
La estructura gubernamental de Georgia cambió de forma radical después de la disolución de la URSS. Cuando el primer presidente Zviad Gamsajurdia (1991-1992) fue forzado a abandonar el gobierno en enero de 1992, se abolió la presidencia y el Soviet Supremo, la cámara legislativa del país, fue disuelto. Se formó un Consejo Militar que finalmente cedió el poder a un Consejo de Estado.
El presidente de la República es el jefe de Estado y del poder ejecutivo. Es elegido por sufragio universal para un periodo de cinco años y no más de dos mandatos consecutivos. Cualquier ciudadano con derecho a voto, mayor de 35 años y que resida en el país desde hace 15 puede presentarse para ocupar el cargo de presidente.
El poder legislativo reside en el Parlamento de Georgia (Sakartvelos Parlamenti), de carácter unicameral e integrado por 235 miembros (85 elegidos mediante sistema mayoritario y los restantes 150 mediante un sistema de representación proporcional a partir de listas de partidos). Los diputados, que son elegidos por sufragio universal para un periodo de cuatro años por todos los ciudadanos mayores de 18 años, pueden agruparse en fracciones parlamentarias, siempre y cuando sean más de diez miembros.
La Unión de Ciudadanos de Georgia, la Unión para el Renacimiento de Todos los Georgianos, la Alianza Nacional Democrática-Tercera Vía, la Industria Salvará Georgia, el Partido del Trabajo de Georgia y el Partido Popular son las principales organizaciones políticas del país.
El Tribunal Supremo es la más alta instancia judicial de apelación en el país y se encarga de supervisar la actividad de los restantes tribunales; su presidente es nombrado por el Parlamento a petición del presidente. El Tribunal Constitucional, por su parte, está integrado por nueve jueces, nombrados, a partes iguales, por el presidente, el Parlamento y el Tribunal Supremo.

El país es miembro de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Desde el siglo VI a.C. Georgia fue colonizada por los griegos jónicos; la región occidental era conocida como reino de Cólquida y la oriental como reino de Iberia. Hacia el siglo IV a.C. Georgia fue unificada en un solo reino, siendo Mtsjeta su capital. En el siglo IV d.C. se introdujo el cristianismo. Hasta el siglo VII el Imperio bizantino y el persa se disputaron el control de Georgia. Los árabes conquistaron la región en el siglo VII y los turcos selyúcidas en el XI. A comienzos del siglo XII, el rey David III el Constructor expulsó a los turcos reunificando Georgia en un solo reino que fue aplastado por invasores mongoles en el siglo XIII. A partir de ese momento, y hasta el siglo XVIII, Georgia estuvo bajo el control de Persia y del Imperio otomano. A mediados de ese siglo se proclamó un reino georgiano, pero en 1783 Rusia obtuvo el control de los asuntos exteriores de ese Estado. En 1801 abdicó el último rey georgiano y pasó a formar parte del Imperio Ruso.
En 1918, tras la Revolución Rusa, Georgia se convirtió en un Estado independiente. En 1921 las tropas soviéticas invadieron el país y la región se incorporó a la URSS. En 1922, Georgia, Armenia y Azerbaiyán formaron la República Socialista Federativa Soviética de Transcaucasia. Cuando ésta se disolvió en 1936, Georgia pasó a ser una república federada de la Unión Soviética. Georgia declaró su independencia en abril de 1991. En diciembre de ese mismo año, la URSS se desintegró.
Poco antes de la disolución de la Unión Soviética, Georgia vivió continuos enfrentamientos armados internos. Desde que a finales de la década de 1980 el anterior mandatario soviético Mijail Gorbachov (1985-1991) llevara a cabo una política denominada glasnost ('apertura'), los nacionalistas abjasios y osetios de Georgia demandaron una mayor autonomía. Cuando en 1989 el Soviet Supremo georgiano aprobó una ley que establecía la oficialidad del idioma georgiano se incrementaron las fricciones entre el gobierno y los grupos étnicos. Después de que en 1990 Osetia del Sur se declarara república soberana, el Soviet Supremo georgiano suprimió la autonomía de tal región. Las luchas entre los georgianos y los osetios se sucedieron y no aminoraron hasta que se desplegó una fuerza pacificadora compuesta por contingentes rusos, georgianos, osetios del sur y del norte.
Poco después de la elección del primer presidente de la República de Georgia, Zviad Gamsajurdia, en mayo de 1991 se desarrolló un segundo conflicto. En enero de 1992 Gamsajurdia fue expulsado del gobierno, acusado de corrupción, violaciones de los derechos humanos y abuso de poder; en su lugar fue elegido Eduard Shevardnadze. Gamsajurdia y sus seguidores organizaron varios intentos de retomar Tbilisi por la fuerza, y en octubre de 1993 amenazaron Kutaisi. Tras el aparente suicidio de Gamsajurdia el 31 de diciembre de 1993, o el 1 de enero de 1994, finalizó la revuelta.
Después que el Soviet Supremo de Abjasia declarara la independencia en julio de 1992 se inició un tercer conflicto entre tropas georgianas y abjasias. Las autoridades georgianas enviaron tropas a Abjasia aparentemente para proteger las rutas de suministros y perseguir a las tropas leales a Gamsajurdia. Pronto dieron comienzo cruentas luchas, siendo ayudados los abjasios por pueblos caucásicos que tenían un entorno étnico similar en Rusia. Hasta que se alcanzó un acuerdo de alto el fuego en julio de 1993 las fuerzas georgianas habían perdido bastante terreno. Los abjasios violaron el acuerdo y hacia octubre de 1993 expulsaron a la milicia georgiana y a unos 200.000 refugiados georgianos. En ese mismo mes el gobierno georgiano se unió a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) para obtener la ayuda militar rusa. Se alcanzó un acuerdo en febrero de 1994 que permitía a Rusia mantener tres bases militares en el territorio de Georgia, a cambio de entrenamiento militar y suministros. En 1994 Georgia se unió al programa de Asociación para la Paz, un acuerdo sobre cooperación militar limitada con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Shevardnadze, que fue reelegido presidente de la República en 1995 y en 2000 (en ambos casos con más del 74% de los votos), tuvo que afrontar una grave crisis social y política en noviembre de 2001. Ésta estuvo motivada por la ocupación de una cadena de televisión privada (Rustavi-2) por miembros de los cuerpos de seguridad del Estado. Pese a que oficialmente el hecho se justificó como una inspección fiscal, muchos sectores sociales lo consideraron una medida arbitraria adoptada para silenciar a la oposición (a la que estaba vinculada la citada cadena). Para superar esta situación, agravada por la proliferación de manifestaciones populares y la apertura de mociones de censura parlamentarias contra miembros del gobierno, Shevardnadze optó en diciembre por destituir a su gabinete en pleno y constituir otro en el que Giorgi Arsenishvil, jefe de gobierno desde mayo de 2000, fue sustituido por Avtandil Djorbenadze. Además, una significada opositora a Shevardnadze, Nino Burjanadze, resultó elegida presidenta del Parlamento.
Georgia afrontó el siglo XXI lastrada por una grave crisis económica, un elevado grado de corrupción, y el problema derivado de la carencia de integridad territorial del Estado (discutida desde Osetia del Sur, Abjasia y Azaria). Las protestas contra la presidencia siguieron creciendo y alcanzaron su punto álgido tras las elecciones legislativas del 2 de noviembre de 2003. La oposición denunció que el proceso electoral había sido fraudulento, y que en su transcurso se habían cometido numerosas irregularidades. Ante las primeras noticias del escrutinio, que señalaban el triunfo de Por una Nueva Georgia (formación gubernamental establecida por Shevardnadze para esta cita con las urnas), se incrementaron las manifestaciones de protesta que requerían la anulación de los comicios y la dimisión presidencial. Los grupos opositores más activos fueron el nacionalista Nuevo Movimiento Nacional, la coalición reformista Burjanadze-Alianza Democrática, y Demócratas Unidos, liderados, respectivamente, por Mijaíl Saakashvili, Burjanadze, y Zurab Zhvania. La situación llegó a una tensión extrema una vez que se hicieron oficiales los resultados; los manifestantes asaltaron el Parlamento cuando éste celebraba su sesión inaugural. El 22 de noviembre, Burjanadze se declaró jefa del Estado interina, y al día siguiente, Shevardnadze presentó su renuncia. Antes de que concluyera al mes, el Tribunal Supremo anuló parcialmente los resultados electorales, y el Parlamento nombró ministro de Estado (primer ministro) a Zhvania (una vez que dimitió Djorbenadze) y fijó la fecha del 4 de enero de 2004 para celebrar elecciones presidenciales extraordinarias. En éstas se impuso Saakashvili, quien, tras su rotunda victoria (recibió aproximadamente el 90% de los votos), anunció que sus primeros objetivos serían la convocatoria de elecciones parlamentarias, promover una reforma constitucional, aprobar una serie de medidas contra la corrupción, e intentar restablecer la integridad territorial del país. Por lo que respecta a esto último, en marzo, Saakashvili ordenó el bloqueo económico de Azaria (cuyo líder, Aslán Abashidze, no había tardado en reafirmar su actitud de hostilidad frente a Tbilisi), y en mayo decretó el gobierno presidencial directo sobre esta república autónoma. Finalmente, Abashidze renunció.
El 3 de febrero de 2005, falleció Zurab Zhvania, quien ejercía el cargo de primer ministro desde febrero del año anterior. Durante ese mismo mes, Saakashvili propuso a Zurab Nogaideli, hasta entonces ministro de Finanzas, para encabezar un nuevo gabinete.
En noviembre de 2007, Saakashvili vivió el peor momento desde que accediera a la presidencia. Millares de personas se concentraron en Tblisi para protestar contra la presunta corrupción de su gobierno y para reclamar la convocatoria de elecciones anticipadas. Saakashvili, que calificó tales manifestaciones de intentos desestabilizadores promovidos desde Rusia, declaró el estado de excepción en la capital. Sin embargo, el 8 de noviembre convocó comicios presidenciales anticipados para enero de 2008. El día 16 de ese mes de noviembre, Nogaideli dimitió y fue sustituido como primer ministro por Lado Gurgenidze. Nueve días después, para poder presentar su candidatura en las referidas elecciones, Saakashvili renunció a la presidencia (que pasó a ser ejercida, en funciones, por la presidenta del Parlamento, Burjanadze). El 5 de enero de 2008, Saakashvili logró el respaldo del 52% de los votos (su principal rival, Leván Gachechiladze, consiguió el 25 por ciento), lo que le garantizó un nuevo mandato como jefe del Estado. Ese mismo día, la ciudadanía también se pronunció en las urnas acerca del ingreso del país en la OTAN, siendo favorable al mismo el resultado de la consulta.