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viernes, 6 de agosto de 2010

Estados Unidos de América

Estados Unidos de América (nombre oficial, United States of América, Estados Unidos de América), república federal situada en Norteamérica y constituida por 48 estados contiguos más Alaska y Hawai. De Estados Unidos dependen, bajo formas variadas, el estado asociado de Puerto Rico, la dependencia de las islas Vírgenes y la bahía de Guantánamo en la isla de Cuba; en el océano Pacífico, las islas de Samoa Oriental, las Marianas, el archipiélago Midway, los Estados Federados de Micronesia, las islas Palau, el archipiélago de las islas Marshall y otras pequeñas islas e islotes que tienen importancia militar. El conjunto de los 48 estados limita al norte con Canadá, al este con el océano Atlántico, al sur con el golfo de México y México, y al oeste con el océano Pacífico. Los Grandes Lagos y el río San Lorenzo forman parte de la frontera norte; el Río Grande del Norte o Bravo, forma parte de la frontera sur. Nueva York es la ciudad más grande de Estados Unidos. La capital es la ciudad de Washington.

La superficie total es de 9.826.630 km² (incluyendo el distrito federal de Columbia). El monte McKinley o Denali (6.194 m), en Alaska, es el punto más alto de América del Norte; el punto más bajo está en el valle de la Muerte, en California, una depresión situada a 86 m bajo el nivel del mar.

Estados Unidos tiene una enorme variedad de características físicas y una amplia diversidad de flora y fauna, las cuales se recogen de forma más amplia cuando se trata cada estado por separado.
Por lo general, las temperaturas disminuyen desde el sur hasta el norte; sin embargo, en verano, la mayor duración de los días compensa, en parte, esta disminución de temperatura. Por el contrario, en invierno, la presencia de días más cortos en el norte exagera el efecto del ángulo bajo de los rayos solares, creando una gran amplitud de temperaturas desde el sur hasta el norte. Los bosques usan mucha energía solar para evaporar agua; por consiguiente, los estados húmedos del este de Estados Unidos, que presentan una buena cobertura vegetal, no son tan cálidos como los secos desiertos del oeste, desprovistos de vegetación. Los océanos y los lagos moderan las temperaturas y las áreas montañosas son algo más frescas durante el día y mucho más frías por la noche que las tierras bajas de los alrededores.
El régimen de precipitaciones es, en gran parte, consecuencia de la interacción del viento y la topografía. Dos características de la circulación atmosférica global son especialmente destacadas para Estados Unidos: la primera es una corriente de aire débil y moderada, pero persistente, procedente de las capas altas de la atmósfera. Esta subsidencia es parte del ciclo de convección global que comienza con la elevación de corrientes de aire cálido y húmedo cerca del ecuador; el aire pierde humedad cuando se dirige hacia la atmósfera superior y hacia los polos. A una latitud de 30º norte el aire empieza a descender, provocando un tiempo caluroso y seco en el sur de Estados Unidos, especialmente en verano.
El otro hecho destacado de la circulación atmosférica es la corriente en chorro, una zona cambiante de vientos rápidos que se desplazan, por lo general, de oeste a este a gran altura sobre la superficie terrestre. El curso de la corriente en chorro determina en gran medida las condiciones atmosféricas en la superficie. En verano, la corriente atraviesa el país a la altura de la frontera con Canadá, mientras que en invierno se desplaza a la latitud del estado de Oklahoma.
Las características del tiempo a escala regional están íntimamente asociadas con la posición que ocupa durante las diversas estaciones la corriente en chorro y el paso de los frentes. Las lluvias torrenciales son más comunes cerca del golfo de México; los tornados suceden en el centro de Estados Unidos, donde las masas de aire canadienses y del golfo chocan, a menudo, de forma violenta. Los huracanes se forman a finales del verano en las zonas cálidas del océano Atlántico y se desplazan hacia los estados del sureste en otoño.
El rápido enfriamiento del aire procedente del golfo de México provoca fuertes nevadas durante el invierno en el este de Estados Unidos y las brisas locales en la región de los Grandes Lagos incrementan este tipo de precipitaciones. En enero, se da un tiempo de intenso frío y escasa caída de nieve, a causa de que las masas de aire del Atlántico no pueden penetrar muy al norte en pleno invierno. Finalmente, las ocasionales tormentas en la kona (costa oeste) de Hawai durante el invierno son consecuencia de la entrada de masas de aire procedentes del norte del Pacífico que aprovechan el desplazamiento de la corriente en chorro hacia el sur. El régimen de lluvias habitual viene determinado por la presencia de vientos alisios que causan precipitaciones sólo en las laderas nororientales de las islas.
En la época en que los europeos empezaron a asentarse en el actual Estados Unidos, los bosques cubrían la mitad de su territorio; hoy sólo abarcan el 31% de la superficie. Del mismo modo, la colonización del continente ha causado la pérdida de pastos y de otras especies naturales.
En el norte, Alaska es una tundra desolada y azotada por los vientos, una región de líquenes, musgos, arbustos bajos resistentes y plantas de flor; en el interior y en el sur, crecen cultivos estacionales y ciertos árboles pueden sobrevivir; unas pocas especies de árboles de hoja de aguja, sobre todo piceas y abetos, dominan un vasto bosque siempre verde, apareciendo también en áreas rocosas cubiertas de líquenes y pantanos cubiertos de hierbas, donde se entremezclan con álamos temblones cortados con señales de fuego. Este bosque, conocido como la taiga, se extiende por el sureste del interior de Alaska y surge de forma aislada en el norte de Nueva Inglaterra y en la región de los Grandes Lagos. Al sur de la taiga se desarrolla un bosque mixto que contiene árboles de hoja de aguja y hoja ancha como pinos, arces, olmos, abedules y robles, así como nogales americanos, hayas y sicomoros. Este tipo de bosque cubría la región que rodea los Grandes Lagos y el este cuando llegaron los colonizadores europeos.
Todavía más al sur, el bosque alcanza su máxima diversidad: el Parque nacional de las Grandes Montañas Humeantes (Great Smoky Mountains), que se extiende por el oeste de Carolina del Norte y el este de Tennessee, contiene más especies de árboles que todo el continente europeo. La zona del golfo de México es más calurosa que esta área montañosa, pero sus llanuras y colinas bajas no albergan un bosque tan complejo; además, los suelos arenosos y los veranos calurosos propician fuegos, que suprimen los robles y otras especies de madera noble y favorecen los pinos de rápido crecimiento que hoy representan el mayor recurso forestal de la nación. Otras especies propias de esta zona son magnolias, pacanas, eucaliptos y tupelos; un número de especies subtropicales y tropicales crecen en el sur de Florida. A lo largo de la costa del golfo de México las zonas pantanosas de sal y las gramíneas de ciprés y mangle ayudan a proteger la costa contra el viento y las olas.
La diversidad de los bosques también decrece al oeste de los Apalaches; en primer lugar, las piceas de las zonas elevadas de las montañas, los abetos y los fresnos desaparecen y, además, disminuyen las precipitaciones en cantidad y regularidad, por lo que los incendios se hacen más frecuentes. Los exuberantes bosques de madera noble de las zonas bajas del valle del Mississippi poco a poco se reducen en tamaño y complejidad. Los bosques de roble y nogal americano dan paso a zonas aisladas de roble y a praderas de hierbas altas, las cuales, antes de ser cultivadas, ocupaban el actual Corn Belt (‘cinturón de maíz’) desde Indiana hasta el este de las Grandes Llanuras.
En las áreas árticas y las regiones montañosas de tundra viven marmotas, ardillas de tierra, peces de aguas frías como tímalo y trucha común, y algún que otro oso. Las aguas costeras de Alaska son el hábitat de grandes mamíferos, entre los que se encuentran la morsa y la foca de piel. El caribú y el alce permanecen los veranos en la tundra pero se desplazan a los bosques de coníferas durante el invierno. En los bosques de madera noble del este de Estados Unidos viven alces, osos negros, ciervos, zorros, mapaches, mofetas, ardillas y una diversidad de pájaros pequeños. A lo largo de la costa del golfo de México viven pájaros más grandes y coloridos como el pelícano, el flamenco y el martín pescador verde; también existen ejemplares de caimán americano, peces de agua cálida como el pez gato y serpientes venenosas.
El bisonte está asociado por lo general a las praderas, aunque de hecho una vez ocupó la mayor parte del este de América del Norte antes de que la caza estuviera a punto de exterminarlo; ahora sólo vive en cautividad o en áreas protegidas. Tuzas, conejos, perrillos de las praderas, turones de pies negros, hormigas y otras criaturas que hacen madrigueras son los mejor adaptados a las praderas. Los estados montañosos occidentales, sobre todo Alaska, son el último refugio en Estados Unidos de los grandes animales de caza mayor: alce, berrendo, alce americano, ciervo, muflón de las rocas, cabra montesa, lobo gris y, en unas pocas áreas remotas, oso pardo. El oso americano, el carnívoro más grande de América del Norte, vive en Alaska. Los desiertos tienen pocas plantas y una fauna diminuta: ratas canguro, lagartos y una amplia gama de pájaros son los animales característicos en estas duras regiones. Los animales de Hawai engloban muchas especies endémicas; el único mamífero autóctono de este estado es el murciélago.
Según el censo de 1990, la población residente en Estados Unidos era de 248.709.873 habitantes. El mayor incremento de población en los últimos años ha ocurrido en los estados de California, Texas y Florida. En 2008, la población estimada de Estados Unidos era de 303.824.650 habitantes.
El congregacionalismo era la confesión más practicada en Nueva Inglaterra durante la época colonial, establecida por grupos separatistas y puritanos disidentes de la Iglesia de Inglaterra. Los colonizadores de la región más al sur eran oficialmente miembros de la Iglesia de Inglaterra mientras que hacia el norte había diversos credos y sectas.
Las iglesias de los puritanos eran congregaciones separadas, cada una vinculada por un pacto entre sus miembros. Hasta 1691, la colonia de la bahía de Massachusetts era una teocracia; la asistencia a la iglesia era obligatoria, y la pertenencia a la misma, un requisito indispensable para tener derecho al voto y a ocupar un cargo público. Las confesiones no congregacionalistas, en especial el baptismo y los cuáqueros (véase Sociedad de los Amigos), eran vistas con hostilidad y, a menudo, eran perseguidas por el gobierno colonial.
En la región costera del sur del Atlántico estaba establecida la Iglesia de Inglaterra; a los miembros de confesiones no anglicanas —por ejemplo, baptistas y presbiterianos— solía prohibírseles predicar y celebrar matrimonios.
Las colonias más al norte permitían mayor libertad religiosa. Los primeros colonizadores europeos de esta región fueron los holandeses, que trajeron las creencias y prácticas de la Iglesia reformada. En 1654, el primer grupo organizado de colonos judíos llegó a Nueva Amsterdam, capital de Nueva Holanda. Después de que los británicos tomaran Nueva Holanda (1654), la Iglesia de Inglaterra aumentó allí su influencia. En 1632, el territorio que ahora comprende Maryland fue concedido a la familia católica de los Calvert, que colonizaron la región con el objetivo de proporcionar un refugio a sus correligionarios perseguidos; pero con el paso del tiempo el anglicanismo pasó a ser la religión de Maryland. Según los términos de la carta otorgada en 1681, el cuáquero inglés William Penn fundó Pennsylvania como refugio para los seguidores de todas las religiones. Durante el periodo colonial se introdujo el luteranismo en Pennsylvania, Nueva York y Delaware. A finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII, los colonizadores escoceses e irlandeses introdujeron el presbiteranismo en las colonias del Atlántico Medio. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, los metodistas se establecieron en esta región.
El movimiento de los renacimientos religiosos que se desarrolló a mediados del siglo XVIII (conocido como Gran despertar) supuso una influencia liberalizadora para la religión del territorio colonial: permitió fortalecer las confesiones metodistas y baptistas, lo que preparó el terreno para la separación de la Iglesia y el Estado cuando se fundó Estados Unidos como nación independiente.
Entre los acontecimientos religiosos del siglo XIX destaca la fundación de varias iglesias autóctonas, entre las cuales estaba la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (cuyos seguidores se conocen popularmente como mormones), la Ciencia cristiana, los adventistas y los Testigos de Jehová. En la actualidad el grupo religioso más grande lo representan los católicos, con un 25% de la población estadounidense. Entre los principales grupos protestantes están los baptistas (19,4%), metodistas (8%), presbiterianos (2,8%), pentecostales (1,8%) y episcopalianos (1,7%). La Iglesia ortodoxa tiene un gran número de fieles, cercano al 3%. Las religiones no cristianas más numerosas son el judaísmo (2%) y el islam; el budismo y el hinduismo también tienen bastantes seguidores.
El inglés es la principal lengua de Estados Unidos, hablada por la gran mayoría de sus ciudadanos. Sin embargo, cerca de 32 millones hablan en sus hogares una lengua distinta al inglés. De estos, aproximadamente el 54% habla español, y el resto otras lenguas (chino, japonés, coreano, vietnamita, árabe, italiano, francés, alemán, polaco, griego, portugués y lenguas americanas autóctonas).
Desde comienzos del siglo XX Estados Unidos ha sido el principal país industrial del mundo. Hasta la segunda mitad del siglo XIX, la agricultura era la actividad económica predominante, pero después de la Guerra Civil (1861-1865) se produjo un notable desarrollo en la fabricación de productos industriales básicos. Antes del estallido de la II Guerra Mundial (1939-1945) la exportación de productos manufacturados superaba a la de materias primas; a medida que la industria creció, la agricultura se hizo cada vez más mecanizada y eficiente, ocupando menos mano de obra. El desarrollo más importante en la economía desde 1945 ha sido el tremendo crecimiento del sector de servicios, como el comercio y las actividades financieras, mientras ha aumentado el número de funcionarios y de profesionales; en 2004 las industrias de servicios eran el sector más importante de la economía, dando empleo al 78% de la población activa.
Aunque la economía estadounidense se basa en la libre empresa, el gobierno regula los negocios de varias formas. Algunas de sus normativas pretenden proteger a los consumidores de la mala calidad de los productos, garantizar a los trabajadores condiciones de trabajo adecuadas que reduzcan el riesgo de accidentes y reducir la contaminación medioambiental.
Los ingresos en 2006 se estimaron en 2,54 billones de dólares y los gastos en 2,80 billones. Desde comienzos de la década de 1980 Estados Unidos había venido registrando un déficit presupuestario de unos 100.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, a finales de la década de 1990 se logró no sólo equilibrar el presupuesto federal sino incluso obtener un superávit.
Este sector supone el 1% del PIB anual y emplea al 2% de la mano de obra estadounidense; sin embargo, es el principal productor mundial de algunos artículos. La producción no sólo abastece las necesidades interiores, sino que también es el principal exportador mundial al año de una serie de productos agrícolas. El valor total anual de la producción agropecuaria se incrementó desde 55.000 millones de dólares, en 1970, hasta los 187.000 en 1992. La mayoría de los productos agropecuarios se desarrollan en grandes granjas comerciales para su envío a los mercados urbanos e industriales.
La creciente mecanización y la difusión de las técnicas de la nueva agricultura científica han llevado a una disminución del número de explotaciones —y a un incremento de su tamaño— y del de trabajadores empleados en este sector.
La ganadería y sus productos derivados suponen el 50,5% del valor de toda la comercialización, mientras que los cultivos alcanzan el 45,5%.
El ganado vacuno, con 96,7 millones de cabezas en 2006, figura como el producto más valioso de las explotaciones agropecuarias, ascendiendo casi a un 25% de los ingresos anuales de este sector. Gran parte del vacuno se cría en los grandes ranchos de los estados del suroeste. Los productos lácteos suponen un 12% del valor anual de la comercialización de las explotaciones y son el segundo producto más valioso que procede de las granjas estadounidenses. Le siguen en importancia la ganadería porcina (61,4 millones), la ovina (6,23 millones) y la cría de aves de corral (2.319 millones).
Los principales cultivos agrícolas son maíz, soja, trigo, cítricos, heno, patatas (papas), azúcar, remolachas (betabel), arroz y uvas. El algodón se concentra ahora en algunas terrenos llanos donde se puede aplicar la mecanización a gran escala. El tabaco mantiene su importancia comercial.
Otros cultivos importantes son cacahuetes (manises), melocotones (duraznos), tomates y manzanas. En sus explotaciones también se produce caña de azúcar, arroz, sorgo, judías o frijol seco, brécol, coles, zanahorias, apio, pepino, lechuga, cebollas, pimienta verde, champiñón, melón cantalupo y melón de agua. Los cultivos frutales comerciales más destacados son cerezas, peras, ciruelas, ciruelas pasas y fresas. Los principales cultivos de cáscara son almendras, pacanas y nueces. Las producciones de los principales cultivos, en 2006, fueron: maíz (268 millones de t); soja (88 millones de t); trigo (57,3 millones de t); patatas (papas, 19,7 millones de t); fruta (27,3 millones de t); caña de azúcar (26,8 millones de t); hortalizas (37,1 millones de t); arroz (8,79 millones de t) y tabaco (338.060 toneladas).
La moneda de Estados Unidos es el dólar, en monedas y billetes. Según la legislación federal, sólo el Departamento del Tesoro y el Sistema de la Reserva Federal pueden acuñar monedas y emitir billetes.
Los bancos en Estados Unidos se rigen por las leyes de cualquier estado o del gobierno federal; los funcionarios del Estado regulan los bancos de concesión estatal en el lugar donde estén localizados y están bajo la supervisión de la Oficina del Interventor Monetario.
El Sistema de la Reserva Federal es la organización central bancaria que controla, por ley, la actividad de todos los bancos nacionales. Los bancos de los estados pueden, voluntariamente, pertenecer a éste si cumplen ciertos requisitos. Cada banco miembro opera dentro de uno de los doce distritos bancarios establecidos por la Reserva Federal. Un 60% de todas las oficinas bancarias comerciales pertenecen a los bancos integrados en el Sistema de la Reserva Federal.
En 1996 Estados Unidos contaba con 1.924 asociaciones de ahorro y préstamo, con unos activos que superaban el billón de dólares.
La ciudad de Nueva York constituye el principal centro financiero de Estados Unidos y del mundo al albergar la bolsa y banca de Wall Street.
Además de las referencias cruzadas contenidas en este apartado, el lector debe consultar las secciones de historia de los artículos de cada uno de los estados y los artículos independientes dedicados a los presidentes estadounidenses.
Los Estados Unidos surgen como entidad política a finales del siglo XVIII, pero la historia nacional se inicia con una breve reseña de los principales acontecimientos que dieron lugar al nacimiento de la Unión. Los viajes, a finales del siglo XV, de Cristóbal Colón y en menor medida de Giovanni Caboto, constituyeron el inicio del descubrimiento y de la colonización del continente americano. Tras los viajes de Colón y de los descubridores españoles, España conquistó vastos dominios en todo el continente americano. Caboto, navegante al servicio del monarca inglés Enrique VII, consiguió tocar brevemente Terranova en 1497.

Las tierras que estos navegantes conocieron estaban habitadas desde hacía más de 20.000 años antes de la llegada de Colón. En 1492, la población indígena sobrepasaba los 90 millones de personas, de los cuales unos 10 millones vivían al norte del México actual. El contacto con los europeos provocó un desastre demográfico para la población indígena. La gripe, el tifus, el sarampión y la viruela redujeron el número de habitantes de las regiones más pobladas de América Central y del Sur: hasta en un 95% durante los primeros 150 años. En algunas zonas de América del Norte donde, con la excepción de México, las culturas autóctonas eran seminómadas y la densidad de población más baja, el colapso demográfico fue menor, pero no por ello menos devastador. La colonización europea supuso la destrucción completa de las culturas autóctonas. Para mayor detalle sobre la historia de los pueblos indígenas de Estados Unidos, véase Indígenas americanos y los artículos individuales de estos pueblos.
Entre 1776 y 1865 la confederación estadounidense pasó de 13 a 36 estados miembros. La joven nación tuvo que hacer frente a serios problemas sociales, económicos y políticos. Los dos más graves fueron cuál de las autoridades prevalecería, la del gobierno federal o la de cada uno de los estados, y hasta qué punto la esclavitud debería permitirse. La controversia sobre ambas cuestiones se hizo cada vez más agria y dividió al país en dos bandos opuestos: el Norte y el Sur.

Este periodo de fuerte unidad nacional (a veces conocido como ‘época de las buenas intenciones’) fue el preludio de otro periodo de enfrentamientos entre distintos sectores del país por cuestiones económicas, sociales y políticas que se prolongaría durante cuatro décadas y desembocaría en la Guerra Civil estadounidense.
Durante el siglo XVII se habían llevado unos 25.000 negros africanos a las colonias norteamericanas y la esclavitud era legal en todas ellas. La demanda de una mano obra barata para trabajar en las plantaciones de algodón, principal cultivo de los estados sureños, provocó un gran incremento en el número de esclavos en el Sur. El Norte consideraba a la esclavitud una institución deplorable y poco apropiada para la actividad industrial; así, a finales del siglo XVIII todos los estados al norte de Maryland, excepto Nueva Jersey, habían declarado la abolición de la esclavitud.
La Constitución estadounidense, sin embargo, reconocía esta institución y el Congreso actuó en sus inicios a veces en contra de la esclavitud y en otras su favor; así, una ordenanza de 1787 prohibía la esclavitud en el Territorio del Noroeste y otra, por el contrario, en 1793, aprobó las leyes de los esclavos fugitivos. En 1808 el Congreso prohibió la importación de esclavos a Estados Unidos.
La primera gran controversia sobre esta cuestión tuvo lugar en 1818 cuando el territorio de Missouri, donde la esclavitud era legal, solicitó su ingreso en la Unión. Tras una larga y violenta polémica en todo el país, el Congreso promulgó el Compromiso de Missouri. Según esta ley, Missouri fue admitido como estado esclavista, aunque la esclavitud quedó prohibida en todos los estados que se crearan más allá del territorio de Luisiana. La disputa que siguió a la entrada en vigor del Compromiso de Missouri centró la atención de todo el país sobre la cuestión de la esclavitud. Desde 1820, creció el sentimiento abolicionista en los estados del Norte fundamentado en criterios éticos, mientras que el Sur veía en la abolición un ataque directo a su tradicional modo de vida.
La división de la opinión pública nacional sobre la esclavitud se hizo más violenta a partir de 1830, convirtiéndose en una crisis 1840. En esa época, Estados Unidos había adquirido gran cantidad de territorio al oeste y, de nuevo, comenzó la disputa entre el Norte y el Sur sobre si la esclavitud debía permitirse en aquellas regiones.
En 1849, los grupos esclavistas y abolicionistas del Congreso estaban tan divididos que no se pudo llegar a un acuerdo sobre la cuestión de la esclavitud en los territorios recién adquiridos. A pesar de ello, se llegó a un pacto entre ambos grupos que permitió aparcar durante cuatro años la polémica sobre la esclavitud.
La Guerra Civil puso fin a los dos grandes problemas del país: la relación entre el gobierno federal y los estados, y la esclavitud. El Congreso abolió la esclavitud en 1862; el 1 de enero de 1863, Lincoln promulgó la proclamación de la Emancipación, por la que se declaraba libres a todos los esclavos en los estados esclavistas. Por último, el 6 de diciembre de 1865, la decimotercera enmienda de la Constitución abolió la esclavitud en todos los estados.
El periodo de posguerra estuvo marcado por el dominio de los republicanos en los asuntos nacionales.
En 1885 fue elegido presidente Grover Cleveland, y así, por vez primera desde 1856, los demócratas llegaban al poder. Su mandato estuvo caracterizado por el nacimiento del movimiento obrero organizado, con una influencia política y económica. Los sindicatos adquirieron una dimensión nacional entre 1861 y 1866. El primer intento para unir a todas las organizaciones sindicales en una sola federación tuvo lugar en 1866 con la creación de la National Labor Union (‘Sindicato Nacional del Trabajo’), que se disolvió en 1872 debido a sus disensiones internas. Surgieron otros grupos sindicales de carácter clandestino, el más importante de los cuales era conocido como Knights of Labor (‘caballeros del trabajo’), que hacia 1886 era una organización nacional con más de 700.000 afiliados. Su importancia disminuyó cuando se crearon organizaciones dependientes de la Internacional socialista. Durante la presidencia de Cleveland, el movimiento obrero llevó a cabo por vez primera movimientos reivindicativos en demanda de mayores salarios y reducción de horas de trabajo; entre 1886 y 1887 tuvieron lugar en Estados Unidos unas 3.000 huelgas.
Durante el mandato de Cleveland se redujeron los privilegios de las compañías ferroviarias y se intentó reducir los aranceles con el fin de mejorar el nivel de vida de los consumidores.
Su sucesor en la presidencia, Benjamin Harrison, llevó a cabo una política financiera contraria a la de Cleveland. Se aumentaron los aranceles aduaneros y se declaró ilegal toda forma restrictiva de comercio. En 1892, el antiguo presidente Cleveland volvió a ser reelegido.
Desde 1865 hasta 1898 la política exterior estadounidense estuvo determinada principalmente por las actitudes y acciones de los gobiernos de países extranjeros. La política internacional de Estados Unidos tuvo durante estas tres décadas un fuerte componente nacionalista, por lo que no participó ni se implicó en cuestiones y asuntos mundiales. El resultado de la Guerra Hispano-estadounidense permitió que Estados Unidos adquiriera nuevos territorios fuera de su área continental, cuyo control colonial, junto a otros factores, obligó al país a una mayor implicación en los asuntos internacionales. En 1917 Estados Unidos entró en guerra contra Alemania y sus aliados e influyó en la redacción del Tratado de Versalles (1919) que puso fin a la I Guerra Mundial. El rechazo del Senado a este tratado y al ingreso de Estados Unidos en la Sociedad de Naciones dio temporalmente la vuelta a esta tendencia intervencionista de Estados Unidos en la política mundial.

Con las elecciones celebradas en 1920 se inicia un periodo de dominio republicano caracterizado por el establecimiento de unos elevados aranceles. En esta década, el Congreso estadounidense cambió la tradicional política estadounidense de una inmigración sin restricciones, lo que provocó una considerable reducción de la inmigración europea. Además, en el movimiento obrero se produjo la decadencia de las organizaciones socialistas, cuyo principal representante era el Partido Socialista de América (SPA).

La política económica y social de Roosevelt fue conocida como New Deal. Tenía un doble objetivo: la recuperación de la depresión económica que había surgido tras la crisis financiera de 1929 y la estabilización de la economía nacional para evitar otras severas crisis en el futuro.
El 7 de diciembre de 1941 el gobierno japonés lanzó un ataque aéreo sobre la base naval estadounidense de Pearl Harbor, en Hawai. Al día siguiente, Estados Unidos declaró la guerra a Japón. El 11 de diciembre Alemania e Italia declararon la guerra a Estados Unidos.
En julio de 1960 los demócratas nominaron candidato presidencial a John Fitzgerald Kennedy, que derrotó por un estrecho margen al candidato republicano Richard Nixon.
Las primeras propuestas económicas de Kennedy estaban destinadas a contrarrestar los efectos de la recesión económica para lo cual era necesario aumentar el gasto público. Otras medidas adoptadas consistieron en ayudar a las regiones más deprimidas económicamente y en aumentar el salario mínimo de los trabajadores empleados en el comercio interestatal. Sin embargo, gran parte de su programa de política nacional fue rechazado por el Congreso.
Mientras que las relaciones con la Unión Soviética mejoraban, la situación en el Sureste asiático se deterioró. La constante presión del Vietcong, grupo nacionalista vietnamita dominado por los comunistas, hizo que Kennedy aumentara la ayuda militar al gobierno de Ngô Dinh Diêm. El 1 de agosto el impopular régimen fue derrocado y Diêm fue asesinado con la tácita aprobación estadounidense. Le sucedió una junta militar que fue reconocida de inmediato por Estados Unidos.
El presidente Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas (Texas) y fue sucedido por el vicepresidente Lyndon Baines Johnson. Lee Harvey Osvald, sospechoso del asesinato, fue detenido casi inmediatamente. Antes de que pudiera ser interrogado sobre el magnicidio, fue asesinado a su vez por Jack Ruby. Todas estas circunstancias dieron lugar a numerosas dudas y rumores de una posible conspiración. El presidente Johnson nombró una comisión encabezada por el presidente del Tribunal Supremo para que investigara el asesinato. En el polémico informe final se afirmaba que Oswald había actuado en solitario. Véase Comisión Warren.
Poco después de iniciar su segundo mandato en enero de 1973 aparecieron las revelaciones sobre la ilegal intervención de las líneas telefónicas y del frustrado allanamiento del cuartel general del Partido Demócrata en el edificio de oficinas Watergate en Washington, el 17 de junio de 1972. Las investigaciones posteriores implicaron a altos funcionarios del gobierno de Nixon.
Estados Unidos tuvo que afrontar una crisis política y económica en los años siguientes. El vicepresidente Agnew dimitió el 10 de octubre de 1973 tras la acusación de sobornos y evasión de impuestos. El 6 de diciembre de 1973 le sucedió Gerald Ford.
Carter obtuvo su nominación para las elecciones de 1980, mientras que los republicanos presentaron como candidato al antiguo actor y gobernador de California Ronald Reagan que triunfó de forma abrumadora, aprovechando el desprestigio popular del presidente Carter por la crisis de los rehenes y la mala situación económica. Los republicanos se hicieron con el control del Senado por vez primera desde hacia treinta años.
El programa de Reagan establecía la reducción de impuestos, del gasto público y el reforzamiento de la defensa nacional. El presidente sufrió un atentado en marzo de 1981, lo que no impidió llevar a cabo su programa y le permitió aumentar su popularidad. Durante los siguientes meses el Congreso promulgó la rebaja de impuestos más grande de la historia de Estados Unidos, redujo el gasto al recortar partidas presupuestarias para gastos sociales y ayudas a los estados y autoridades locales, y aumentó el presupuesto de Defensa. Sin embargo, durante los años 1981 y 1982 se produjo una notable recesión económica.
En política internacional, Reagan y su secretario de Estado Alexander Haig se alejaron de la política de distensión con la Unión Soviética y pusieron de manifiesto una política de dureza; la isla de Granada fue invadida en octubre de 1983. En América Central Reagan respaldó a las fuerzas gubernamentales de El Salvador, pero apoyó la actividad guerrillera contra el gobierno sandinista en Nicaragua. Las relaciones con la Unión Soviética empeoraron en 1983 y Reagan anunció la Iniciativa de Defensa Estratégica, más conocida como la ‘guerra de las galaxias’.
Justo antes de las elecciones de 1984, los soviéticos habían expuesto su deseo de abrir nuevas conversaciones sobre control de armamento y se celebraron dos encuentros al máximo nivel entre Reagan y el dirigente soviético Mijaíl Gorbachov. El programa espacial sufrió un grave retroceso cuando la lanzadera espacial Challenger explotó nada más despegar el 28 de enero de 1986; sus siete tripulantes murieron. En abril Estados Unidos llevó a cabo un bombardeo aéreo sobre Libia en represalia por ataques terroristas contra ciudadanos estadounidenses.
El mandato de Reagan se debilitó aún más en 1987 debido al aumento del déficit público y comercial y a la investigación, realizada por el Congreso, sobre la venta gubernamental de armas a Irán para financiar a la contra nicaragüense. El 19 de octubre de 1987 la Bolsa sufrió su peor día en toda su historia, al bajar el índice Dow-Jones un 22,6%. En diciembre Reagan y Gorbachov firmaron un tratado para eliminar los misiles de alcance medio.
George Bush, antiguo vicepresidente con Reagan, fue el candidato republicano en las elecciones presidenciales de 1988. Al tomar posesión del cargo, los principales retos a los que tuvo que hacer frente eran el déficit presupuestario y comercial y la ofensiva diplomática soviética en Europa. En diciembre de 1989 Estados Unidos invadió Panamá para derrocar el régimen del general Manuel Antonio Noriega, acusado en Estados Unidos de tráfico de drogas. Bush y Gorbachov acordaron acabar con la producción de armas químicas y reducir los arsenales de este tipo de armamento.
Más de 500.000 soldados estadounidenses sirvieron con los aliados durante la guerra del Golfo Pérsico en 1991. En abril de ese año las tropas estadounidenses intervinieron en el norte de Irak para proteger a los refugiados kurdos de las represalias del gobierno iraquí. La diplomacia estadounidense se centró en un esfuerzo junto a la Unión Soviética para alcanzar la paz en Oriente Próximo. Tras la desintegración de la URSS y de la República de Yugoslavia entre 1991 y 1992, Estados Unidos reconoció a casi todos los nuevos estados surgidos. En abril de 1992 estalló en Los Angeles una de las peores revueltas raciales de la historia de Estados Unidos tras la absolución de cuatros policías blancos que habían apaleado a un sospecho negro, Rodney King, trece meses antes. Cincuenta y ocho personas murieron en los disturbios.
El gobernador de Arkansas Bill Clinton fue el candidato demócrata en las elecciones de 1992, convirtiéndose en el primer presidente demócrata desde 1976. Los demócratas conservaron su mayoría en ambas cámaras. Bush, ejerciendo la presidencia en funciones, envió 20.000 soldados estadounidenses a Somalia bajo los auspicios de la ONU para mantener la paz y ayudar al reparto de la ayuda humanitaria. Esta acción recibió el apoyo del presidente electo Clinton, lo mismo que la firma en enero de 1993 del Tratado START II sobre desarme nuclear entre Bush y el presidente ruso Borís Yeltsin.
Durante los primeros meses de su mandato, presentó muchas iniciativas reformistas en política interior, eliminó las trabas legales para el aborto e intentó poner fin a la prohibición del ingreso de los homosexuales en el Ejército, pero su plan fue modificado tras encontrar una fuerte oposición en el Congreso y en el Pentágono. Encargó a su mujer, Hillary Rodham Clinton, que llevara a efecto un amplio programa de reforma sanitaria que fracasó por falta de apoyos políticos.
Clinton logró que el Congreso ratificara el Tratado Norteamericano de Libre Comercio (NAFTA) que establecía un plan para recortar los aranceles y la eliminación de otras barreras aduaneras entre Estados Unidos, México y Canadá durante quince años. El 1 de enero de 1994 entró en vigor.
En política internacional, Clinton ha sido criticado por su indecisión, especialmente en el caso del gobierno militar haitiano y de la guerra civil en Bosnia. En el primero de los casos, sin embargo, accedió a que las tropas estadounidenses restauraran en el poder al derrocado presidente Jean-Bertrand Aristide. En Bosnia, después de amenazar con intervenir de forma directa, apoyó la actuación de la OTAN bombardeando las posiciones serbias y facilitó un acuerdo de paz entre las partes que se firmó el 21 de noviembre de 1995 en Dayton. Clinton continuó el apoyo a Yeltsin en Rusia. También tuvo éxito inicialmente en favorecer el diálogo en Oriente Próximo: presidió la firma de un histórico acuerdo de paz entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) representados por el primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el líder de la OLP, Yasir Arafat. A principios de 1994 levantó el embargo económico a Vietnam, país con el que se reanudaron las relaciones diplomáticas en julio de 1995, y apoyó la renovación del estatus de nación más favorecida en las relaciones comerciales de la República Popular China, a pesar de la controversia sobre la violación de los derechos humanos en ese país.
El gobierno Clinton tiene que hacer frente a las críticas por el llamado escándalo Whitewater, polémica que cuestiona el papel de Clinton y su mujer en la quiebra de una empresa inmobiliaria en Arkansas. También es de destacar el auge experimentado por grupos paramilitares de extrema derecha que han llevado a cabo atentados indiscriminados (en abril de 1995 una bomba en unos edificios de la ciudad de Oklahoma provocó casi 200 muertos) y de grupos racistas.
En el ámbito económico se ha logrado disminuir el desempleo, ha aumentado la producción nacional y la Bolsa de Nueva York mantuvo máximos históricos desde finales de 1995 hasta mediados de 1996, año electoral en el que Clinton fue reelegido. Los resultados de las elecciones, celebradas en noviembre de 1996, pusieron de manifiesto el apoyo popular a Bill Clinton, quien superó ampliamente en las urnas a su oponente republicano, Robert Dole.
Desde finales de enero de 1998, el segundo mandato de Clinton comenzó a correr serio peligro ante las continuas acusaciones de perjurio con relación a su comportamiento extramatrimonial, en especial con la ex becaria de la Casa Blanca, Monica Lewinsky. En agosto de ese año ordenó el bombardeo de supuestas instalaciones terroristas islámicas en Afganistán y Sudán, en respuesta a los atentados que habían sufrido las embajadas estadounidenses en Nairobi (Kenia) y Dar es-Salaam (Tanzania). El fiscal especial Kenneth Starr (encargado de investigar la presunta actitud delictiva de Clinton) presentó en septiembre al Congreso un informe sobre sus pesquisas en el cual se incluían 11 cargos que podrían llevar a la destitución constitucional del presidente. El 8 de octubre siguiente, el pleno de la Cámara de Representantes aprobó la apertura de la instrucción del proceso de destitución (impeachment) de Clinton. Entre el 16 y el 19 de diciembre, el Ejército estadounidense (aliado con el británico) llevó a cabo el bombardeo de Bagdad y otras ciudades iraquíes, como represalia al comportamiento de Saddam Husayn con los observadores de la ONU. Ese último día, la Cámara de Representantes le designó encausado por perjurio y obstrucción de la justicia, con lo que el juicio consiguiente sobre el impeachment se celebró en el Senado a partir del 7 de enero de 1999. Clinton pasó por tanto a ser el segundo presidente estadounidense sometido a impeachment, después de que Andrew Johnson hubiera de enfrentarse a otro en 1868. El 12 de febrero siguiente, el Senado le absolvió de las dos acusaciones.
En abril de 1998, la labor mediadora de Clinton fue decisiva en la firma del histórico Acuerdo de Stormont para Irlanda del Norte. De otro lado, las elecciones que tuvieron lugar el 4 de noviembre de ese año se convirtieron en una especie de referéndum sobre la actitud de Clinton, que no obstante fue saldado con un virtual triunfo de éste, toda vez que su partido mantuvo su representación en el Senado, amplió la de la Cámara de Representantes (aunque sin llegar a la mayoría en ninguno de los dos casos) y recuperó el poder en cuatro estados. Desde principios de 1999, su gobierno autorizó la exportación a Cuba de alimentos y productos agrícolas, y liberalizó los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla.
Entre el 24 de marzo y el 10 de junio de 1999, tropas estadounidenses participaron en el bombardeo sobre la República Federal de Yugoslavia decretado por la OTAN con el fin de lograr que el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic aceptara la mediación internacional en la llamada crisis de Kosovo.
En una decisión de extraordinaria gravedad y sin precedentes, el Senado de Estados Unidos rechazó el 14 de octubre de 1999 ratificar el Tratado Global de Prohibición de Pruebas Nucleares, que había sido firmado en 1996 por el propio presidente Clinton (tras su aprobación por parte de la ONU). La ratificación del tratado no consiguió el apoyo de los dos tercios de los 100 senadores, el mínimo requerido por la Constitución estadounidense para este tipo de grandes acuerdos internacionales. Fue la más feroz bofetada en materia de política exterior dada por el legislativo norteamericano a Clinton en sus años de presidencia.
En diciembre de 1999, la presidenta panameña, Mireya Moscoso, recibió el traspaso estadounidense del canal de Panamá, según lo previsto en los acuerdos firmados en 1977 por el entonces presidente Carter. En mayo de 2000 la Cámara de Representantes aprobó el estatuto permanente de relaciones comerciales con China, uno de los principales legados de Clinton en política exterior. Durante ese mismo año Clinton apoyó la puesta en marcha del Plan Colombia (acordado con el presidente colombiano, Andrés Pastrana), multiplicó sus mediaciones en el conflicto de Oriente Próximo y realizó un histórico viaje a Vietnam (la primera visita de un presidente estadounidense a dicho país desde la guerra que enfrentara a ambos estados).
Iniciada la carrera electoral a la presidencia, el vicepresidente de Clinton, Al Gore, se convirtió virtualmente en el candidato demócrata en marzo de 2000, al tiempo que el candidato republicano, George W. Bush (hijo del ex presidente), obtenía prácticamente la representación de su partido. El 7 de noviembre de 2000 se celebraron elecciones legislativas y presidenciales. El resultado de estas últimas se retrasó notablemente debido al complejo proceso al que derivó el escrutinio de los votos de Florida. Finalmente, el 12 de diciembre, tras haber sido necesaria la intervención de las más altas instancias judiciales (estatales y federales), el Tribunal Supremo decidió suspender el recuento manual de las papeletas del citado estado. El candidato demócrata reconoció un día después su derrota (aunque recibió más votos, el 48,3%, frente al 48,1% de su rival) y el 18 de diciembre de 2000 Bush se convirtió en presidente electo tras ser designado como tal por el Colegio Electoral (para el que, en cambio, había logrado 271 compromisarios, por 267 de Gore). El 20 de enero de 2001 George W. Bush tomó posesión del cargo y sucedió a Clinton en la Casa Blanca. Por lo que respecta a las legislativas, de los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 221 fueron para los republicanos, 212 para los demócratas y 2 para candidatos independientes; la nueva composición de la cámara alta, 50 senadores demócratas y otros tantos republicanos, fue un fiel reflejo de la igualdad que arrojaron dichas elecciones.
El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos vivió una de las situaciones de mayor gravedad desde la II Guerra Mundial. Aquel día, dos aviones comerciales, previamente secuestrados por terroristas, alteraron su rumbo para provocar su colisión, en sendos actos suicidas, contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York. Poco tiempo después de producirse los impactos, ambos edificios se derrumbaron, lo que motivó un elevadísimo número de víctimas. De forma simultánea, en una acción idéntica, otro aparato se estrellaba contra el Pentágono. Tras estos hechos, Bush, respaldado por el Congreso, anunció el irrenunciable compromiso que su gestión adquiría desde ese momento para luchar contra el terrorismo a escala mundial. Sus pasos se encaminaron a la gestación de una gran coalición internacional que respaldara tal voluntad y legitimara acciones bélicas en cualquier espacio geográfico. Éstas se prepararon en torno a la denominada Operación Libertad Duradera, y su primer objetivo era que el régimen talibán afgano entregara al saudí Osama bin Laden, líder de la organización terrorista Al-Qaeda contra el que existían pruebas que le incriminaban como responsable de los atentados y que estaba refugiado en aquel país. El 7 de octubre de 2001, una vez consolidada la antedicha coalición internacional, realizado el necesario despliegue militar, y agotado sin éxito el plazo concedido a Kabul para entregar a Bin Laden, fuerzas estadounidenses y británicas iniciaron la ofensiva militar en Afganistán. Dos meses después, el régimen talibán sucumbió.
En este contexto, Bush anunció el 13 de diciembre de 2001 el abandono por parte de Estados Unidos del Tratado de Misiles Antibalísticos, firmado en 1972 con la Unión Soviética (véase Conversaciones para la Limitación de Armas Estratégicas, SALT). Tal hecho estaba en íntima relación con la aplicación de su nuevo programa de defensa nacional, basada en el desarrollo de un escudo antimisiles.
Tras las elecciones legislativas del 5 de noviembre de 2002, la Cámara de Representantes y el Senado quedaron dominados por el Partido Republicano. Los analistas consideraron que estos resultados eran muy significativos, en tanto que implicaban el apoyo de la ciudadanía a la política de Bush, la cual veía garantizada, además, el respaldo de ambas cámaras en el futuro.
En 2002, la administración Bush incluyó a Irak entre los objetivos de su guerra contra el terrorismo, afirmando que el régimen iraquí de Saddam Husayn podía estar apoyando a organizaciones de este tipo y que todavía disponía de un importante arsenal de armas de destrucción masiva (que le habían sido prohibidas en virtud de la resolución 687 de la ONU, emitida en 1991). Estados Unidos presionó a la ONU para que obligara a Irak a permitir que los inspectores de esta última reanudaran sus actividades (en 1998, tras anunciar Irak que no prolongaría su colaboración, habían abandonado el país). En octubre de 2002, el Congreso estadounidense autorizó al presidente a utilizar la fuerza si Irak seguía sin colaborar con la ONU. Al mes siguiente, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una nueva resolución (la 1.441) que disponía el inmediato retorno a Irak de su equipo de inspectores y advertía de las “graves consecuencias” que implicaría la no-verificación del desarme. Irak accedió a cumplirla y los inspectores reiniciaron su actividad. A comienzos de 2003, Estados Unidos y Reino Unido denunciaron que Irak no estaba cooperando de forma satisfactoria y solicitaron a la ONU que autorizara el uso de la fuerza. Diversos países, entre ellos Francia, Alemania, Rusia y China, se opusieron con firmeza a una posible acción militar y se mostraron partidarios de prolongar las inspecciones. Tras varias semanas de tensas negociaciones y disputas diplomáticas, Estados Unidos decidió prescindir de la aprobación de la ONU y optó por iniciar una ofensiva militar junto a otros países que defendían esta opción. Así, en marzo de 2003, una coalición de fuerzas dirigida por Estados Unidos comenzó la invasión de Irak. Mediado el mes siguiente, Bagdad había caído y el régimen de Husayn se había desmoronado. Husayn permaneció oculto hasta diciembre de 2003, cuando fue capturado; en cambio, la coalición no pudo demostrar la existencia de armas de destrucción masiva en territorio iraquí.
En las elecciones presidenciales del 2 de noviembre de 2004, Bush se adjudicó la victoria en 31 estados y se garantizó 286 votos en el Colegio Electoral, lo que le permitiría ser reelegido. Recabó el 51% de los sufragios y se convirtió en el candidato con mayor número de votos populares en la historia de Estados Unidos. Por su parte, el aspirante demócrata, John Kerry, ganó en 19 estados y en el Distrito de Columbia y obtendría 252 votos electorales. En los comicios legislativos que tuvieron lugar ese mismo día, para la renovación total de la Cámara de Representantes y parcial del Senado, la victoria fue igualmente para el Partido Republicano, que se aseguró la mayoría absoluta en ambas cámaras. El 20 de enero de 2005, Bush juró de nuevo el cargo de presidente e inició su segundo mandato como tal.
En agosto de 2005, Estados Unidos vivió una de las mayores catástrofes naturales de su historia como consecuencia del paso del huracán Katrina por el territorio del país situado en la costa del golfo de México. Sus devastadores efectos se dejaron sentir, especialmente, en los estados de Alabama, Mississippi y Luisiana.
El progresivo desgaste político de Bush y de la Administración republicana dejó sentir sus efectos en las elecciones legislativas del 7 de noviembre de 2006, tras las cuales los demócratas pasaron a dominar las dos cámaras legislativas.