
Un poco menos de la mitad de Belice está cubierto por bosques. Al norte se encuentran árboles de hoja caduca; en el sur predominan los tropicales de maderas duras. Las principales especies incluyen la caoba (de gran importancia comercial), el cedro y el palo de rosa, así como el pino, el roble y la palmera. La costa, cenagosa, se encuentra salpicada de manglares. La fauna salvaje la componen jaguares, ciervos, tapires y numerosas especies de pájaros y reptiles.
En este pequeño país, el 72% de su superficie está cubierta por bosques y tiene una gran biodiversidad. Menos del 2% de sus especies se consideran en peligro de extinción y casi un 30,4% (2007) de la superficie está protegida. En Belice se encuentra el segundo arrecife coralino más grande del mundo, que constituye el hábitat de ricos ecosistemas. Sin embargo, se han producido alteraciones como consecuencia de la contaminación, el turismo y la pesca. A pesar de que el agua potable es abundante y la mayoría de la población tiene acceso a ella, la calidad del agua se considera un problema y el gobierno de Belice está realizando diversos proyectos para resolverlo.
La mayoría de la población de Belice desciende de la mezcla racial. El mayor grupo es de ascendencia africana. Otros grupos son indígenas americanos, principalmente caribeños y mayas, que viven al norte y oeste; personas de ascendencia europea, en su mayoría ingleses y españoles, y personas descendientes de la mezcla de nativos americanos con europeos.
La población de Belice es de 301.022 habitantes (2008, estimada). La densidad es de 13 hab/km², la más baja de Centroamérica. La esperanza de vida es de 66 años para los hombres y de 70 años para las mujeres (2008, estimación de las Naciones Unidas). La población se concentra en unos pocos centros urbanos, de los que Ciudad de Belice (59.400 habitantes, según estimaciones para 2004) es el más grande; es también el puerto principal. Belmopan (12.300, según estimaciones para 2004), una ciudad de nueva construcción, sustituyó a Ciudad de Belice como capital oficial en 1970. El inglés es la lengua oficial; otras lenguas son el caribe, el maya, el español y un dialecto criollo del inglés. Más de la mitad de los habitantes son católicos y el resto son mayoritariamente protestantes.
La educación es obligatoria para los niños entre los 5 y los 14 años. En el curso 2000, 45.246 alumnos estaban matriculados en las escuelas primarias. La tasa de escolarización en secundaria era de un 78%. La enseñanza superior se imparte en colleges de Ciudad de Belice y Corozal. La tasa de alfabetización supera el 93%, una de las más altas de Latinoamérica.

El principal recurso económico es la agricultura, si bien sólo una pequeña parte del territorio es cultivable. Las exportaciones agrícolas se componen de azúcar, cítricos y bananas. Arroz, frijoles y maíz se plantan como cultivos de subsistencia. La silvicultura, anteriormente la principal actividad económica, es ahora menos importante. Las grandes manufacturas elaboran alimentos, productos de la madera y confección. Una red de carreteras de 2.872 km enlaza los grandes centros urbanos, pero algunas áreas quedan inaccesibles. La Ciudad de Belice cuenta con un aeropuerto internacional. La unidad monetaria es el dólar de Belice (2 dólares de Belice equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). En 2003 las exportaciones anuales ascendían a 203 millones de dólares y el coste de las importaciones a 396 millones. El presupuesto anual se componía de 123,7 millones de ingresos y 140,6 millones de gastos.
En época precolombina, Belice formaba parte del territorio maya. Se incluyó en el virreinato de Nueva España en el siglo XVI y en 1638 los madereros ingleses de Jamaica establecieron una colonia en el río Belice. Durante las guerras entre Inglaterra y España en el siglo XVIII, España fracasó en su intento de desalojar a los británicos del área. En 1836, después del proceso de emancipación de Centroamérica de la Corona española, los británicos reclamaron los derechos para administrar la región; se instauró una colonia británica subordinada a Jamaica en 1862; la colonia obtuvo su autonomía de la Corona británica en 1884.
Las reformas constitucionales de largo alcance fueron iniciadas por los británicos en 1954: el resultado fue una nueva Constitución diez años más tarde. El camino hacia la independencia, sin embargo, fue obstaculizado por la vieja reclamación guatemalteca de soberanía sobre el territorio beliceño. Cuando Belice finalmente consiguió la plena independencia el 21 de septiembre de 1981, Guatemala rehusó reconocer al nuevo Estado; unos 1.500 soldados británicos permanecieron en su territorio, con el fin de proteger a Belice de la amenaza guatemalteca.
El primer ministro George Price, del Partido Unido, que había llevado al país a la independencia, fue sustituido por Manuel Esquivel cuando Belice celebró sus primeras elecciones nacionales, el 14 de diciembre de 1984. Price volvió al poder después de las elecciones de septiembre de 1989, pero Esquivel recuperó el cargo en las elecciones de junio de 1993. En julio Esquivel anunció la suspensión de un pacto alcanzado con Guatemala durante el mandato de Price, al sostener que éste había hecho demasiadas concesiones con el fin de obtener el reconocimiento de Guatemala. El pacto habría resuelto una vieja disputa que duraba 130 años entre los dos países.
En 1994, Gran Bretaña dio por concluida la presencia de un batallón de tropas en Belice, aunque sus soldados todavía realizan allí entrenamientos de guerra tropical. En septiembre de 1996 representantes de los gobiernos beliceño y guatemalteco iniciaron conversaciones preliminares con el fin de negociar el final de las disputas territoriales.
En las elecciones celebradas en agosto de 1998, el triunfo fue para el Partido Unido del Pueblo, que obtuvo 26 de los 29 escaños de la Cámara de Representantes y cuyo líder, Said Musa, se convirtió en primer ministro. Tal panorama político se repitió en los siguientes comicios legislativos, desarrollados en marzo de 2003, que dieron de nuevo la victoria al Partido Unido del Pueblo (22 diputados) y permitieron a Musa continuar al frente del gobierno.