Bahrein (nombre oficial, Dawlat al-Bahrain, Reino de Bahrein), estado insular independiente del suroeste de Asia, constituido por un archipiélago localizado al sur del golfo Pérsico, entre la península de Qatar al este y la costa de Arabia Saudí al oeste. Tiene una superficie de 707 km². Las principales islas son: Bahrein (con 562 km2), la más grande con diferencia, al-Muḩarrāq, Umm an-Na'sān, Sitrah, Jiddah y el grupo de las islas Ḩawār. Manama es la capital y la ciudad de mayor extensión. Bahrein estuvo bajo control británico desde 1861 hasta 1971, año en que obtuvo su independencia.
Las islas de Bahrein son formaciones rocosas de escasa altitud, excepto la isla de Bahrein, que en su parte central se eleva hasta 135 m de altitud. El clima es árido, con una precipitación media anual de 100 mm la mayor parte en los meses de invierno (diciembre a marzo). La temperatura media anual es de 25° C. Predomina la vegetación desértica. La fauna característica se compone de liebres, lagartos y ratas del desierto; también existe una gran variedad de pájaros. El petróleo constituye su principal recurso mineral. A lo largo de la costa norte de la isla de Bahrein, los pozos artesianos se utilizan como técnica para el suministro de agua a los habitantes y para el regadío.
Los vertidos de petróleo y los escapes de grandes buques petroleros, refinerías y gasolineras han dañado las costas, los arrecifes de coral, y la vegetación marina. No hay recursos naturales de agua dulce, por lo que las aguas subterráneas y el agua del mar son las únicas fuentes para cubrir todas las necesidades. Sin embargo, la utilización que se está haciendo de las aguas subterráneas es insostenible a medio plazo. En algunas áreas, las emisiones industriales han contaminado las fuentes de agua con metales pesados. En Bahrein, el desarrollo de la agricultura se ha descuidado, y el limitado terreno cultivable está siendo degradado. Hasta el momento esto no parece ser un gran problema, debido a que los ingresos procedentes del petróleo permiten la importación de alimentos. El gobierno ha creado un Comité de Protección Medioambiental para solucionar estos problemas.
La población es de 718.306 habitantes (según estimaciones oficiales en 2008). La mayor parte de la población se concentra en la parte norte del país. Las principales ciudades son la capital, Manama (con una población de 139.000 habitantes en 2003), y al-Muḩarrāq (75.906 habitantes). La inmensa mayoría son musulmanes, de las facciones suníes y chiitas. El árabe es la lengua oficial.
Los servicios educativos y sanitarios son gratuitos y corren a cargo del Estado. En 2000 había 79.407 alumnos en las escuelas primarias y 66.536 en las secundarias. La educación superior se imparte en la Universidad de Bahrein (1986), en Manama.
La economía se basa en la industria del petróleo y en la posición estratégica de la isla, que sirve de escala a barcos y aviones entre Oriente y Occidente. La producción de petróleo (cuya explotación se remonta a la década de 1930) fue de 12,8 millones de barriles en 2004. El refinado del petróleo es importante y el crudo de petróleo se suministra por tubería a Arabia Saudí. Otras industrias se han desarrollado para compensar el posible agotamiento futuro de las reservas de petróleo. Las más destacadas son la fundición de aluminio y la fabricación de papel, ropa y bienes de consumo. La agricultura de regadío es importante en las inmediaciones de la costa norte de la isla de Bahrein; las producciones más destacadas son dátiles, frutas y hortalizas. La pesca es de carácter local.
El puerto moderno de Mina Salman, cerca de Manama, ha reforzado su posición como centro comercial en la parte sur del golfo Pérsico. El aeropuerto internacional de Al-Muḩarrāq es uno de los más utilizados en la región del Golfo. El rey Fahd unió, mediante una carretera elevada sobre el mar, Bahrein con Arabia Saudí en noviembre de 1986, produciéndose un significativo incremento del turismo en la región. La unidad monetaria es el dinar de Bahrein (0,40 dinares equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006).
Bahrein está gobernada por la dinastía al-Jalifa desde 1783. El país proclamó su completa independencia respecto de Gran Bretaña en 1971. Dos años después fue promulgada su Constitución, que resultó profundamente reformada en 2002.
Según la Constitución de 2002, Bahrein es una monarquía constitucional, al frente de la cual se encuentra el rey (con anterioridad a 2002, el soberano al-Jalifa tenía la dignidad de emir). La sucesión al trono es por línea directa masculina. El rey designa al primer ministro y a su gabinete, el Consejo de Ministros. La Constitución también contempla la existencia de un cuerpo legislativo, la Asamblea Nacional, integrado por dos cámaras: el Consejo Consultivo (cuyos 40 miembros son nombrados por el rey) y la Cámara de Diputados (también 40, elegidos por sufragio popular directo por los ciudadanos mayores de 18 años). Las legislaturas en ambas cámaras son cuatrienales. Para ser promulgada, cualquier ley aprobada por la Asamblea Nacional debe ser ratificada por el soberano.
El sistema legal de Bahrein está influido por la ley islámica (sharia), las tradiciones tribales, el Derecho común inglés y otras fuentes. Todas las personas residentes en el país están sujetas a la jurisdicción de sus tribunales, que garantizan la igualdad de todos ante la ley. El sistema judicial está integrado por tribunales civiles y religiosos. La instancia superior es el Tribunal Supremo de Apelación. La Constitución establece la figura del Consejo Superior Judicial, que debe supervisar el conjunto del sistema. El rey designa al Consejo y a los jueces que éste le propone.
Los partidos políticos no están técnicamente permitidos, aunque sí existen grupos y corrientes surgidas en 1973.
Su importancia histórica reside en que en el siglo XVI era una importante escala en la ruta hacia la India para los portugueses. En los siglos XVII y XVIII estuvo frecuentemente bajo control iraní. En 1783 la dinastía al-Jalifa se estableció en Bahrein como emirato independiente, pero enseguida fue eclipsada por la creciente influencia de Gran Bretaña en la zona. A comienzos de 1861, los británicos forzaron a Bahrein a aceptar una serie de tratados que les daban el control de los asuntos externos. La importancia del emirato se incrementó en gran medida cuando se descubrió petróleo en la década de 1930. Continuó bajo control británico hasta 1971.
En la actualidad es, desde 1973, una monarquía constitucional que ha prosperado gracias a las exportaciones de petróleo. Después de la Revolución Islámica de Irán (1979) creció la inquietud entre los gobernantes de Bahrein, pues Irán incrementó sus reivindicaciones sobre las islas. En 1981 se desarticuló una trama apoyada por Irán para fomentar una revolución en el emirato. Se volvió a repetir en 1985. Bahrein formó parte de la alianza militar de 28 naciones que, dirigidas por las Naciones Unidas, derrotaron en 1991 a Irak en la guerra del Golfo Pérsico.
En diciembre de 1994 los grupos chiitas reclamaron la reapertura de la Asamblea Nacional, que había sido disuelta en 1975; las protestas y manifestaciones convocadas a tal fin provocaron enfrentamientos con la policía. Tras varios meses de altercados, el emir Isa ibn Salman al-Jalifa inició las negociaciones con los dirigentes chiitas, pero a mediados de 1995 quedaron suspendidas. Durante la primera mitad de 1996, decenas de chiitas fueron arrestados y encarcelados bajo la acusación de provocar disturbios y sabotajes con el fin de derrocar al gobierno.
El emir Isa ibn Sulman al-Jalifa, que estaba al frente del país desde 1961, falleció en Manama en marzo de 1999. Le sucedió en el trono su primogénito, Hamad ibn Isa al-Jalifa, el cual pronto adoptó una línea política abierta a las reformas. Así, encargó la redacción de un nuevo texto constitucional y otorgó el perdón a numerosos presos políticos. En febrero de 2001 se celebró un referéndum para aprobar la nueva carta magna, que preveía la transformación de Bahrein en una monarquía constitucional gobernada por un rey y la creación de un nuevo órgano legislativo de carácter bicameral. Casi el 90% de los votantes respaldó la promulgación de la Constitución, que entró en vigor en febrero de 2002.
En marzo de 2001, el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas falló en favor de Bahrein en la reclamación presentada en 1991 por Qatar por la soberanía de las islas Ḩawār.
En las eleccciones legislativas celebradas a finales de 2006, el principal grupo de la oposición chiita, Al-Wifaq al-Witani, consiguió 18 escaños, adjudicándose los 22 restantes candidatos suníes e independientes aliados del gobierno.