Roma, ciudad y capital tanto de Italia como de la región del Lacio y de
la provincia de Roma, situada junto al río Tíber, en la parte central
del país cerca del mar Tirreno. La Ciudad del Vaticano, ubicada en su
mayor parte en el interior de Roma, es la sede del papado de la Iglesia
católica, reconocido como estado independiente por el gobierno italiano
en el año 1929 por los Pactos de Letrán. La majestuosa cúpula de la
basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, sobresale sobre el
horizonte de la ciudad. Roma ha sido la capital de la Italia unificada
desde 1871.
Según la tradición, Roma se fundó en el 753 a.C. sobre una de las Siete
Colinas (Capitolina, Quirinal, Viminal, Esquilina, Celia, Aventina y
Palatina) que rodean la antigua comunidad. Sin embargo, los hallazgos
arqueológicos indican que el asentamiento humano del territorio data, al
menos, del año 1000 a.C. La colina Capitolina fue durante mucho tiempo
la sede del gobierno de Roma, y la colina del Palatino lo fue de
magníficos edificios, como el palacio de los Flavios construido por el
emperador romano Domiciano. Como resultado de la actividad edificadora a
través de los siglos, hoy apenas se pueden distinguir las colinas de la
llanura adyacente. Otras colinas de Roma son la Pinciana (Pincio) y el
Janículo.
Actualmente, Roma se divide en dos regiones primordiales:
el interior, delimitado por las murallas de Aurelio construidas a
finales del siglo III d.C. para cercar el área alrededor de las Siete
Colinas, y el exterior, caracterizado por sus barrios periféricos. El
centro histórico es una pequeña área situada prácticamente toda en la
orilla este del Tíber. Los monumentos del pasado glorioso de Roma se
encuentran dentro del centro histórico. El trazado de las calles refleja
su larga y compleja historia; la Via del Corso atraviesa gran parte del
centro histórico de la ciudad, desde la Piazza Venezia, centro
geográfico de Roma, hasta la Piazza del Popolo, al pie del monte Pincio.
Fue utilizada desde la edad media como pista de carreras. El monumento a
Víctor Manuel II, primer rey de la Italia unificada, construido entre
1895 y 1911, forma parte de la Piazza Venezia. Otras vías públicas, como
la de Vittorio Véneto, que rinde homenaje a la victoria italiana
durante la I Guerra Mundial y que está emplazada en el corazón del área
turística, fueron diseñadas y construidas a partir de finales del siglo
XIX. Uno de los parques públicos más grandes de Roma, los Jardines
Pincio, se extienden al norte de esta colina.
La economía de Roma se
basa fundamentalmente en la actividad gubernamental y el turismo. La
mayoría de la población activa trabaja en uno de estos dos sectores, así
como en la actividad comercial, mayorista y minorista, y en otras de
servicios. Roma alberga las sedes centrales de muchas empresas
multinacionales y agencias, como la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (FIDA), el Consejo para la Alimentación Mundial y el
Programa Mundial de Alimentación (PMA).
Tras la II Guerra Mundial,
Roma desarrolló una amplia base industrial. Sus productos más
tradicionales, tejidos y recuerdos turísticos, se sustituyeron por otros
como materiales de imprenta, confección de alta costura, alimentos
procesados, productos farmacéuticos, maquinaria y artículos de papel y
metal. También destaca su industria cinematográfica.
Roma es el
núcleo de la red ferroviaria de Italia y está comunicada con muchos
lugares del país por medio de carreteras nacionales. El aeropuerto
internacional Leonardo da Vinci, situado cerca de la costa, es uno de
los de mayor actividad de Europa.
Roma es la sede de la mayor
institución de educación superior de Italia, la Universidad de Roma
(1303), que tenía en 1980 aproximadamente 150.000 estudiantes. La
Universidad Internacional Independiente de Estudios Sociales (1945)
también se encuentra en la ciudad, así como diversas universidades
dependientes de la Iglesia católica.
En parte por su extraordinaria
riqueza en obras de arte, Roma es un destacado centro comercial
internacional de arte y educativo. Entre sus escuelas destacan la
Academia de Bellas Artes, la Academia Nacional de Baile, la Academia
Nacional de Arte Dramático, el Conservatorio de Música de Santa Cecilia y
el Instituto Central para la Restauración de Obras de Arte.
Roma
desempeña un papel principal en cuanto a artes creativas y escénicas,
así como en la mayoría de los aspectos de la vida cultural de Italia. La
ópera se representa en la Casa de la Ópera, una de las mejores del
país, y, en verano, en las termas de Caracalla. La ciudad cuenta además
con unos 20 teatros y 6 grandes auditorios musicales, donde se ofrece un
variado repertorio fuera de los meses estivales.
Roma, que ha sido
desde hace mucho una de las principales ciudades de Europa, es hoy un
incomparable depósito de monumentos de todas las épocas, desde la era
etrusca hasta los tiempos modernos. Los orígenes de la historia de Roma,
bajo la monarquía etrusca y el periodo republicano, están representados
por algunas reliquias, pero el legado del periodo imperial es muy
amplio. Los monumentos romanos engloban desde el Panteón (fundado en el
27 a.C., reconstruido entre el 118 y el 128 d.C.), casi en perfecto
estado y considerado uno de los más bellos templos supervivientes de la
antigüedad, hasta el impresionante —aunque parcialmente en ruinas—
Coliseo (70-82 d.C.), inmenso anfiteatro escenario de luchas entre
gladiadores y otros espectáculos. En Roma se pueden ver las antiguas
murallas de la ciudad, los arcos del triunfo, las estupendas plazas y
los numerosos palacios e iglesias. Destacan, entre las obras
arquitectónicas, el Foro romano y el Foro imperial, antiguos centros
comerciales y religiosos; las termas de Caracalla, construidas alrededor
del 217 d.C. y hoy utilizadas como escenarios de la ópera estival; las
catacumbas, antiguos túneles bajo tierra donde los primeros cristianos
practicaban su religión y eran enterrados; y el castillo de Sant’Angelo,
construido como mausoleo del emperador romano Adriano y transformado en
fortaleza durante la edad media. La basílica de San Juan de Letrán, la
catedral de Roma, fue fundada en el siglo IV y reconstruida en los
siglos XVII y XVIII; la basílica de San Pablo Extramuros se levantó en
el siglo IV y se reconstruyó después de que un incendio la devastara en
1823; y la basílica de San Pedro ad Vincula, fundada en el siglo V, se
reedificó en el siglo XV y contiene el Moisés, la famosa estatua de
Miguel Ángel.
Otros puntos de interés histórico son la Piazza del
Campidoglio, en la que hay una estatua de bronce del emperador Marco
Aurelio terminada en el siglo II d.C.; la plaza Navona, con tres
fuentes, una de las cuales es la famosa fuente de los Cuatro Ríos,
realizada por el escultor italiano Gian Lorenzo Bernini; la Fontana di
Trevi, una fuente barroca del siglo XVIII en la que tradicionalmente los
turistas arrojan monedas y formulan deseos; y la plaza de España, donde
se asciende por una escalinata, construida en el siglo XVIII, hasta la
Trinidad de los Montes, una iglesia del siglo XV. Quizá las más bellas
obras de tiempos no tan remotos son los edificios construidos en 1960
para la celebración de los Juegos Olímpicos, algunos de los cuales
fueron diseñados por uno de los principales arquitectos italianos
contemporáneos, Pier Luigi Nervi.
Los museos de la ciudad muestran
todos los aspectos del arte y la ciencia y se encuentran entre los más
prestigiosos del mundo. La más antigua colección de arte romano, que
alberga el Museo Capitolino, data del año 1471 y se compone de
excepcionales antigüedades. Otros museos destacados son: el Museo
Nacional de Villa Giulia, que encierra una notable colección de arte
romano y etrusco, ubicado en la casa de campo del papa Julio III, de
mediados del siglo XVI; la Galería Borghese, un museo de pintura y
escultura acogido en un palacio de principios del siglo XVII; y el Museo
Nacional Romano, diseñado por Miguel Ángel, que expone esculturas
griegas y romanas entre las que sobresalen la Colección Ludovisi.
También en otros palacios de la ciudad se pueden ver colecciones
importantes de arte y piezas decorativas, como en el palacio Farnesio,
construido entre 1514 y 1589; en el palacio de Venecia, de mediados del
siglo XV, con una notable colección de pequeños bronces del
renacimiento; el palacio Barberini, un palacio barroco del siglo XVII
que alberga una excepcional pinacoteca; y el palacio de los
Conservadores, donde se encuentra la famosa escultura realizada en
bronce, de la Loba capitolina, que evoca la leyenda sobre la fundación
de la ciudad por Rómulo y Remo.
Roma ha sido un asentamiento urbano
durante más de 2.000 años y, aunque los monumentos de todas las épocas
aún se conservan, debido al destructivo impacto de la contaminación y a
la vibración causada por el denso tráfico, los esfuerzos por
preservarlos aumentan gradualmente. El centro histórico, los bienes de
la Santa Sede situados en la ciudad, y la basílica de San Pablo
Extramuros fueron declarados, en 1980, Patrimonio cultural de la
Humanidad.