Uganda (nombre oficial, Jamhuri ya Uganda o Republic of Uganda, República de Uganda), república de África oriental; limita al norte con Sudán, al este con Kenia, al sur con Tanzania y Ruanda, y al oeste con la República Democrática del Congo; es miembro de la Commonwealth.
Uganda tiene una superficie de 241.038 km² que engloba los lagos Jorge y Kyoga, partes de los lagos Victoria, Eduardo y Alberto, y el río Nilo desde su nacimiento en el lago Victoria hasta Nimule, en la frontera con Sudán. La superficie terrestre es muy diversa, con llanuras elevadas, grandes selvas, marismas bajas, depresiones áridas y picos cubiertos por nieves perpetuas, el más alto de los cuales es el pico Margherita (5.109 m), en el macizo Ruwenzori, al suroeste. Una gran parte del sur está cubierta por selvas y la mayor parte del norte por sabana (hierbas y arbustos).
A pesar de estar situada a lo largo del ecuador, Uganda tiene un clima templado y uniforme, debido en gran parte a una altura moderada. Las temperaturas varían desde unos 19,6 ºC hasta 29 ºC y las precipitaciones anuales lo hacen desde unos 760 mm en el noreste hasta unos 1.500 mm cerca del lago Victoria.
Uganda tiene una gran variedad de vida vegetal, desde el árbol mvuli y la hierba de elefante de la meseta de Uganda hasta los arbustos espinosos secos, acacia y euforbia del suroeste. El país también proporciona un buen hábitat a numerosos animales, algunos de los cuales están protegidos en parques nacionales. El chimpancé habita las selvas y en las praderas se pueden encontrar el elefante y el rinoceronte, así como el león y el leopardo.
Casi todos los habitantes de Uganda son negros. Alrededor de dos tercios de la población hablan lenguas bantúes; viven en la mitad meridional del país y engloban los siguientes grupos étnicos: ganda, soga, nyoro, nkole y toro. La mayor parte del resto de la población habla un idioma nilótico, viven en el norte y los grupos étnicos que comprende son los acholi, los lango y los karamojong.
Alrededor de tres cuartos de los habitantes de Uganda son cristianos y aproximadamente el 16% musulmanes; el resto sigue religiones tradicionales. Está muy extendido el uso del inglés, que es el idioma oficial, y del swahili, en especial en las actividades comerciales. También se hablan numerosas lenguas indígenas.
La economía de Uganda depende mucho de la agricultura. Una gran parte de las granjas se encuentran en un nivel de subsistencia. El desarrollo económico del país se ve frenado por varias circunstancias negativas; en primer lugar, los principales cultivos crematísticos (algodón y café) dependen de un mercado mundial fluctuante, el país carece de un puerto marítimo y tiene escasos recursos minerales. Además, la situación de la política interna durante las décadas de 1970 y 1980 provocó enfrentamientos políticos que han reducido la cooperación económica con sus vecinos de África oriental, Kenia y Tanzania; también afectó negativamente la sequía que comenzó en el norte del país a finales de la década de 1970. El producto interior bruto en 2006 era de 9.419 millones de dólares, lo que equivalía a 315 dólares de renta per cápita.
La unidad monetaria es el nuevo chelín de Uganda (en 2006, 1.831,50 chelines equivalían a un dólar estadounidense), emitido por el Banco de Uganda, que se fundó en 1966. Hay distintos bancos extranjeros operando en el país, además de varios bancos nacionales de carácter estatal.
La vigente Constitución ugandesa fue promulgada el 8 de octubre de 1995.
Uganda estaba compuesta por cuatro reinos y numerosas tribus y fue un punto clave de la rivalidad europea antes de su cesión a Gran Bretaña en 1890.
En los 1.500 años anteriores a la llegada de los europeos, la región de los lagos de África, con su clima templado y buenos suelos fue una encrucijada de invasiones de pueblos bantúes agrícolas y nilotas ganaderos. Tuvo lugar una fusión de estos pueblos y hacia el siglo XV se creó Bunyoro, el primero de los grandes reinos. Durante los siguientes dos siglos sus ejércitos controlaron una gran parte del centro de Uganda. Estas áreas estuvieron gobernadas por subordinados al gran rey de Bunyoro. A finales del siglo XVIII, durante un periodo de conflicto, el gobernador de Buganda declaró su independencia y el nuevo reino se convirtió rápidamente en el mayor estado de la zona de los lagos. Otros dos reinos más pequeños, Ankole y Toro, también se hicieron independientes de Bunyoro; cada uno de estos, con variaciones, modeló su propia organización social y política. Buganda estaba gobernada por un rey semidivino (kabaka) que estaba aconsejado por un consejo de grandes nobles (Lukiko). La tierra estaba dividida entre la nobleza y era cultivada por los campesinos; poseer ganado vacuno era un símbolo de poder de la nobleza. El estado estaba defendido por un ejército permanente totalmente sometido a la voluntad del rey. Aunque poderoso, Buganda nunca dominó por completo los demás reinos y grupos bantúes dispersos.
Los primeros europeos que visitaron Uganda fueron los exploradores británicos John Hanning Speke y James Grant cuando buscaban las fuentes del Nilo en 1862; les siguieron Samuel White Baker y Charles George Gordon al mando de tropas egipcias. El explorador sir Henry Morton Stanley, quien había sido bien recibido por Kabaka Mutesa I (reinó desde 1852 hasta 1884), informó del interés del rey hacia el cristianismo, lo que hizo que llegaran a Buganda numerosos misioneros, tanto protestantes como católicos; la región se convirtió en escenario del enfrentamiento de las potencias europeas por el territorio africano hacia 1890. Gran Bretaña, después de asegurarse el reconocimiento alemán de sus derechos, desarrolló una campaña militar para garantizar el control del territorio, utilizando el ejército de Buganda como ayuda para conquistar los otros reinos y tribus. Hacia 1896 se estableció un protectorado británico sobre la mayor parte de la región que adoptó el nombre de Uganda. Una serie de acuerdos que tuvieron lugar en 1900 establecieron los detalles finales respecto a la administración de Uganda, garantizando el mantenimiento del sistema social y político de Uganda. La hegemonía británica en Uganda durante casi 70 años se basó en un sistema administrativo centralizado superpuesto a una federación de reinos y tribus. Ese sistema se mantuvo hasta la aparición de movimientos independentistas en la década de 1950, cuando Buganda reclamó su separación de Uganda. Sólo después de que Kabaka Mutesa II se exiliara durante dos años en 1953 fue posible proceder al desarrollo de un gobierno unido.
Después de numerosos experimentos, en abril de 1962 se promulgó una Constitución federal. El Congreso Popular de Uganda ganó las elecciones y Apollo Milton Obote se convirtió en primer ministro; en octubre de 1962 obtuvieron la independencia. No obstante, siguieron las disensiones y en mayo de 1966 Obote ocupó militarmente Buganda, mandó al exilio al kabaka y proclamó una nueva Constitución republicana que abolía formalmente la monarquía; se convirtió en el primer presidente de un gobierno unitario de Uganda.
La resistencia de Buganda, un empeoramiento de la economía y acusaciones de corrupción llevaron a un golpe militar en enero de 1971. El poder recayó en el comandante, Idi Amin Dada, quien comenzó ocho años de gobierno en los que, apoyado en el Ejército, eliminó a sus oponentes políticos y desarrolló un reinado de terror contra la población de Buganda, la tribu lango a la que pertenecía Obote y sus vecinos los acholi; también expulsó del país a 60.000 asiáticos. Hacia 1978 Uganda estaba en bancarrota y el gobierno dependía de los préstamos de los estados árabes que apoyaban a Amin. Uganda entró en guerra con su vecino Tanzania a finales de 1978 y las fuerzas tanzanas aliadas con los rebeldes de Uganda expulsaron a Amin del país a comienzos del siguiente año. Hubo tres presidentes provisionales antes de que en diciembre de 1980 tuvieran lugar elecciones bajo una nueva Constitución, que dieron el triunfo a Obote, que nuevamente se hizo con la presidencia del país, que se encontraba en un auténtico caos económico, con una tasa de inflación de más del 200%, sin bienes de consumo, pocos puestos de trabajo, miseria en el norte y sin un gobierno efectivo en las zonas rurales.
En 1982, después de que las tropas tanzanas se hubieran retirado, aparecieron varias guerrillas antigubernamentales, lo que hizo que el gobierno aumentara la represión; más de 100.000 ugandeses fueron asesinados o murieron de hambre. Un golpe de Estado en julio de 1985 expulsó a Obote del país. En enero de 1986, después de cuatro días de luchas en Kampala, le sucedió el dirigente del Ejército Nacional de Resistencia, Yoweri Museveni.
Hacia 1990, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) había alcanzado en Uganda proporciones de epidemia: había alrededor de 10.000 casos de SIDA y casi un millón de personas eran seropositivas.
En mayo de 1994 fue elegida una nueva Asamblea Nacional, encargada de redactar una nueva Constitución (que sería promulgada en octubre de 1995), y en mayo de 1996 Museveni fue confirmado en las urnas como jefe del Estado, lo que supuso un respaldo a su doctrina de “democracia sin partidos”. Aunque se mantuvo la actividad de grupos guerrilleros en amplias zonas del país (como la protagonizada por el Ejército de Resistencia del Señor, en el norte), el apoyo occidental posibilitó cierta estabilidad y desarrollo económico. Museveni fue reelegido presidente de la República en los comicios celebrados el 12 de marzo de 2001, así como en los desarrollados el 23 de febrero de 2006.