Sahara Occidental (antiguo Sahara Español), territorio situado en el noroeste de África y antigua provincia exterior de España, que fue dividida, en el año 1976, entre Mauritania y Marruecos, y, desde 1979, ocupada enteramente por Marruecos. El Sahara Occidental tiene una superficie de 252.120 km2 y limita, al norte, con Marruecos; al noreste, con Argelia; al este y sur, con Mauritania, y al oeste con el océano Atlántico.
La región, que posee un clima cálido y árido, está formada principalmente por suelos rocosos y arenosos, por lo que es poco propicia para la agricultura sedentaria; se cultiva menos del 20% de su superficie. Los pueblos nómadas beduinos y bereberes se dedican primordialmente a la cría de cabras (chivos), ovejas (borregos) y camellos. La actividad pesquera es importante en la costa, si bien se exporta pescado seco. El Sahara Occidental posee enormes yacimientos de fosfatos, destacando los de Bu Craa, al suroeste de El Aaiún, que se comunica con la costa por medio de una cinta transportadora de 29 km de longitud. La explotación de los yacimientos se inició a principios de la década de 1970, si bien se ha visto obstaculizada por la escasez de agua.
La población que habita el Sahara Occidental asciende aproximadamente a 252.000 habitantes (según estimaciones para 1995), principalmente de etnia bereber o árabe. Una parte considerable de la población está compuesta por nuevos colonos procedentes de Marruecos, incentivados a emigrar al Sahara Occidental por el gobierno marroquí. La mayoría de la población autóctona saharaui vive exiliada en campos de refugiados situados en el suroeste de Argelia; hay aproximadamente 196.000 saharauis en los campos de refugiados alrededor de Tindouf. Las principales ciudades del Sahara Occidental son El Aaiún (en árabe, ‘las fuentes’), que fue la capital del Sahara Español, y Ad-Dajla (en árabe, ‘la exterior’, antigua Villa Cisneros).
Los navegantes portugueses visitaron el área cerca de El Aaiún en el año 1434, pero no establecieron colonias permanentes. España dominó la región desde 1509 hasta 1524, año en el que fue tomada por Marruecos, que la gobernó durante más de tres siglos. En 1884, España creó un protectorado sobre la costa, desde cabo Bojador hasta cabo Blanco; los acuerdos franco-españoles de 1900, 1904 y 1920 extendieron los límites del protectorado. España dividió su posesión en dos distritos administrativos independientes, Río de Oro, al sur, y Saguía el-Hamra, al norte. Estos dos se unieron en el año 1958, cuando se creó la provincia del Sahara Español.
A principios de la década de 1970, los nacionalistas saharauis, organizados en el Frente Polisario (acrónimo del Frente Popular de Liberación de Saguía el-Hamra y Río de Oro) reclamaron la independencia del Sahara Español. Mientras, Argelia, Mauritania y Marruecos reclamaron para sí la región. A finales de 1975, el rey Hasan II de Marruecos organizó una masiva invasión no violenta contra el Sahara Español, conocida como la Marcha Verde. España, en difícil situación política interna tras la muerte del general Francisco Franco, consintió ceder la región a Mauritania y Marruecos (Acuerdos de Madrid, 1975).
España desalojó la zona en febrero de 1976; dos tercios del anterior Sahara Español fueron entonces ocupados por Marruecos y el resto, por Mauritania. Argelia protestó por el reparto y apoyó al Frente Polisario en su intento por transformar el antiguo Sahara Español en un país independiente bajo el nombre de República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Las guerrillas del Polisario, con base en Argelia, lanzaron asaltos contra los puestos mauritanos y marroquíes en el Sahara Occidental de 1976 a 1978. Cuando Mauritania rindió su parte y firmó la paz con el Polisario en 1979, Marruecos se anexionó todo el Sahara Occidental, al que dividió en las provincias de Boujdour (Bojador), Laâyoune (El Aaiún), Es-Smara y Oued Eddahab (Río de Oro).
Las guerrillas del Polisario continuaron sus asaltos al Sahara Occidental, aunque su fuerza inicial se vio severamente reducida tras la construcción por parte de Marruecos de una línea fortificada que protegía Bu Craa, El Aaiún y Es-Smara. La República Árabe Saharaui Democrática fue admitida en la Organización para la Unidad Africana (OUA) en febrero de 1982, cuando ya había sido reconocida como tal por más de 70 estados; ante tal hecho, Marruecos se retiró como miembro de la OUA en 1985.
Los esfuerzos por resolver el conflicto culminaron en un plan de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se estableció un alto el fuego que comenzó en agosto de 1988, pero catorce meses después, el Frente Polisario continuó los ataques. El alto al fuego fue restablecido en el año 1991, tras el acuerdo alcanzado por las Naciones Unidas en el que se preveía la realización de un referéndum sobre el futuro del Sahara Occidental. Todas las partes implicadas estuvieron de acuerdo en que el referéndum era la base del plan de paz, pero su puesta en marcha se vio retrasada a causa del desacuerdo sobre quién debe participar en él. En principio, el electorado convocado a la consulta iba a estar formado exclusivamente por los ciudadanos saharauis registrados en el censo español de 1974, que serían unos 74.000 habitantes. A pesar de la oposición del Frente Polisario, las Naciones Unidas aceptaron, más tarde, ampliar el número de votantes para poder incluir a los saharauis que no constaban en el censo por diferentes razones, y a aquéllos que llevaban viviendo en el territorio de la RASD durante seis años consecutivos, o doce interrumpidos, situación favorable a las pretensiones de los dirigentes marroquíes, que han promovido la colonización del territorio por parte de ciudadanos marroquíes.
El problema surgió a la hora de realizar el cálculo sobre el número de estos votantes adicionales; las estimaciones más habituales alcanzan la cifra de 30.000 o 40.000; sin embargo, la cifra que da el gobierno de Marruecos es mucho mayor: según ellos, más de 100.000 saharauis vivían fuera del Sahara Español, principalmente en Marruecos, durante la realización del censo de 1974. Ante estos hechos, en noviembre de 1994 las Naciones Unidas confirmaron que el referéndum de autodeterminación aún tardaría un tiempo en poder ser realizado con plenas garantías.
En efecto, tuvieron que transcurrir tres años para que las partes en conflicto, a través de la mediación del que fuera secretario de Estado estadounidense, James Baker, alcanzaran en Houston (Texas), en el mes de septiembre de 1997, un acuerdo para la celebración de un referéndum de autodeterminación, que ha sido aplazado en varias ocasiones.