Maldivas (nombre oficial, Divehi Jumhuriya, República de las Maldivas), república insular en el Asia meridional, ubicada al norte del océano Índico, al suroeste del extremo sur de la India. Las Maldivas están formadas por una cadena de 1.190 pequeñas islas coralinas agrupadas en racimos de atolones. El país tiene una superficie total de 298 km². La capital y ciudad principal de las Maldivas es Malé, con una población (2003) de 83.000 habitantes.
Las islas son de escasa altitud y tienen sólo algunas zonas de cultivo. La vegetación está dominada por las palmeras cocoteras y el árbol de la fruta del pan. El clima es tropical. La temperatura anual es de 26,7 ºC de promedio, con una pequeña variación estacional. La precipitación anual tiene 1.524 mm de promedio, la mayor parte de los cuales se recogen entre mayo y noviembre. El principal recurso natural es el que ofrecen los mares que las circundan.
Esta nación de islas tiene el 80% de su territorio a menos de un metro sobre el nivel del mar. En consecuencia, las autoridades de las Maldivas están preocupadas por el calentamiento global y la elevación de los niveles del mar. Un significativo crecimiento de la población condujo a una sobreexplotación de la pesca en torno a las islas. Los aprovisionamientos naturales de agua potable están prácticamente exhaustos.
La población de las Maldivas (según estimaciones para 2008) era de 379.174 habitantes, lo que suponía una densidad de población de 1.264 hab/km². Los atolones más poblados son Malé, capital y principal centro comercial, Suvadiva y Tiladummati. La población étnicamente es muy heterogénea, pudiéndose encontrar elementos indios, cingaleses, árabes y africanos. La religión oficial del estado es el islam, y la práctica totalidad de la población son suníes. El idioma es el divehi, una lengua indoeuropea relacionada con el cingalés.
La economía maldiva está dominada por la pesca, que supone, junto con otros productos alimenticios, el 53,7% de todo el comercio para la exportación. La principal captura es el atún, aunque también se obtienen corales y moluscos. El principal producto agrícola son los cocos; la mayor parte de la comida debe ser importada. La actividad industrial se limita a la transformación del pescado y la confección de ropa. La actividad turística está en aumento; los ingresos anuales por turismo en 2006 fueron de 78 millones de dólares. La moneda nacional es la rufiyaa (rupia), que se divide en 100 laari (12,80 rufiyaas equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006).
Las Maldivas son una república gobernada bajo una Constitución promulgada en 1968. El poder ejecutivo se encuentra en manos de un presidente, elegido cada cinco años por sufragio universal. El presidente elige un consejo de ministros que es responsable ante el cuerpo legislativo unicameral, el Majlis o Asamblea de Ciudadanos, formado por 48 miembros.
Las islas fueron colonizadas por pueblos budistas procedentes de Asia meridional y en el siglo XII fue introducido el islam. Los portugueses comerciaron en Malé en la segunda mitad del siglo XV. Aunque las islas fueron gobernadas por un sultán local, la influencia europea se estableció sobre la zona, primero por parte de los holandeses en el siglo XVII y posteriormente por los británicos, quienes hicieron de ellas un protectorado en 1887. En 1965 las Maldivas alcanzaron la independencia como un sultanato y en 1968 la población votó el establecimiento de una república. En 1988 se llamó a las tropas indias para frustrar un intento de golpe de Estado por parte de mercenarios tamiles.
Desde finales de la década de 1980, las Maldivas se encuentran al frente de la lucha para concienciar a las demás naciones sobre el problema del calentamiento global que provocaría la subida del nivel del mar, lo cual las haría especialmente vulnerables a causa de su escasa altitud y podría llevar a su desaparición.
Un tercio de las islas Maldivas sufrieron las consecuencias del violento maremoto, de magnitud 9,0 en la escala de Richter, que tuvo lugar el 26 de diciembre de 2004 al noroeste de la isla indonesia de Sumatra, y que afectó principalmente a varios países del Sureste asiático. Se generó un tsunami que provocó inundaciones masivas por lo que unas quince islas tuvieron que ser abandonadas. Las cifras oficiales estimaron un mínimo de 100 muertos y desaparecidos, y más de 20.000 desplazados. Además, la destrucción de numerosos complejos hoteleros afectó a la base económica del país, el turismo, por lo que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzó la iniciativa “Adopte una Isla”, mediante la cual el sector privado ayudaría a reconstruir o reparar las viviendas de los damnificados con el fin de recuperar económicamente a este país turístico.