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lunes, 9 de agosto de 2010

Madagascar


Madagascar (nombre oficial, Repoblikan’i Madagasikara o République de Madagascar, República de Madagascar), república insular localizada en el sector occidental del océano Índico, separada de la costa sureste de África por el canal de Mozambique. Está formada por la isla de Madagascar, la cuarta mayor del mundo sin contar Australia, y otras islas de menor tamaño. La superficie total del país es de 587.041 km².

En 1896, los franceses se anexionaron Madagascar y, en 1958, pasó a autogobernarse dentro de la Comunidad Francesa como la República Malgache. Obtuvo la independencia total en 1960, adoptando el nombre de República Democrática de Madagascar entre 1975 y 1993. La capital y ciudad más importante es Antananarivo.

La isla de Madagascar está dominada por una meseta y varios macizos montañosos. Tiene un origen parcialmente volcánico y las tierras altas se elevan hasta los 2.876 m de altitud en la cumbre del Maromokotro, al norte. Los montes Ankaratra, cercanos a la ciudad de Antananarivo, alcanzan los 2.643 m de altitud. El terreno desciende abruptamente hasta unas tierras bajas que bordean el océano Índico al este, para dar paso hacia el oeste a una llanura costera algo más ancha que sigue paralela al canal de Mozambique. Los mejores suelos del país se encuentran a lo largo de la costa y en los valles de los ríos de la meseta central.

La parte oriental de Madagascar recibe una gran cantidad de precipitaciones, que en algunos lugares sobrepasan los 3.050 mm. La meseta central recibe unas precipitaciones menores, y en las regiones áridas del sur y suroeste las precipitaciones anuales son inferiores a los 380 mm. La mayor parte de las lluvias caen de noviembre a abril. Las regiones costeras por lo general son cálidas a lo largo de todo el año. La meseta central tiene clima templado, con veranos cálidos e inviernos frescos.

Los bosques ocupan el 21,9% del territorio total. En las selvas tropicales del este de Madagascar, crecen bastantes árboles de valiosas maderas nobles. En las regiones occidentales más secas predominan la sabana arbolada y las praderas, y en el extremo suroeste existe una vegetación desértica. La vida animal es poco común. Los lémures, una primitiva familia de primates, son bastante frecuentes. Aunque las especies autóctonas muestran características de la fauna tanto africana como india, sus diferencias indican que han evolucionado en Madagascar de modo independiente como consecuencia de un largo periodo de aislamiento.
La población total (según estimaciones para 2008) es de 20.042.551 habitantes, con una tasa de crecimiento del 3%. La densidad demográfica media es de 35 hab/km², estando las áreas altas más densamente pobladas que las costeras.
Madagascar tiene una población étnicamente muy diversa; los principales grupos étnicos del interior son los merina (hova), que forman el 27% de la población total, y los betsileo con los que están relacionados y que constituyen el 12% del total. Los miembros de ambos grupos descienden sobre todo de emigrantes que llegaron desde la Federación Malaya e Indonesia hace unos doscientos años. Las áreas costeras están habitadas por pueblos que tienen un origen mestizo, con antepasados malayo-indonesios, negros africanos y árabes; entre estos grupos étnicos encontramos los tsimihety (7%), sakalave (6%) y antaisaka (5%).
Sólo el 27% de la población puede calificarse de urbana. Antananarivo es la capital y ciudad más grande, con una población (2003) de 1.677.981 habitantes. Otros centros urbanos de importancia son Toamasina (137.782 habitantes), Fianarantsoa (109.248 habitantes), Mahajanga (106.780 habitantes), Toliara (80.826 habitantes) y Antsiraana (59.040 habitantes).
Los dos idiomas oficiales de Madagascar son el dialecto merina del malagasy (malgache), un idioma de origen malayo-indonesio, y el francés. Aproximadamente, el 41% de la población total practica el cristianismo, alrededor del 52% mantiene creencias tradicionales y el 7% sigue el islam.

Madagascar es uno de los países más pobres del mundo, con tan sólo 287 dólares de renta per cápita en 2006. La economía permanece como en la época colonial, con el 78% de la población activa ocupada en actividades agrarias. Muchas de las empresas que estaban controladas por intereses franceses se nacionalizaron en 1975. El presupuesto nacional estimado para 2006 contaba con unos ingresos de 3.214 millones de dólares y unos gastos de 3.198 millones.

El ariary (que significa ‘cinco unidades’) sustituyó al franco malgache el 1 de enero de 2005 como única moneda oficial; era la que existía en el reino malgache antes de la colonización francesa. Un ariary corresponde a 5 iraimbilanja (es una unidad monetaria que no está basada en el sistema decimal) y a cinco francos malgaches. En el momento de la sustitución, 1.760 ariary equivalían a 1 dólar estadounidense. En 1975 se nacionalizaron todos los bancos y son regulados por el Banco Central de Madagascar (creado en 1973).
En virtud de la Constitución de 1975, Madagascar estuvo gobernada por un presidente, elegido popularmente para un periodo de siete años; el Consejo Supremo Revolucionario, integrado por 22 miembros designados por el presidente; el Consejo de Ministros, encabezado por el primer ministro, y la Asamblea Nacional Popular, compuesta por 137 miembros elegidos para periodos de cinco años.
En noviembre de 1991 se instituyó un gobierno de transición y en agosto de 1992 se aprobó una nueva Constitución que reducía los poderes presidenciales. De acuerdo con el nuevo texto, modificado en 1995, el poder legislativo está integrado por la Asamblea Nacional (que actualmente forman 160 miembros elegidos por sufragio universal para un periodo de cuatro años) y el Senado (100 escaños; una tercera parte de los senadores son escogidos por el presidente). El presidente de la República, jefe del Estado nombra y destituye al primer ministro, jefe del gobierno.
El sistema judicial sigue el modelo francés. Comprende el Tribunal Supremo, con sede en Antananarivo, un tribunal de apelación, once tribunales de primera instancia, y tribunales especiales para los órdenes económico y penal.
La estructura del gobierno local se basa en la existencia de seis provincias, divididas en subprefecturas, cantones y comunas; en 2004 se creó un nuevo nivel administrativo inferior a la provincia, la región: hay 22 regiones malgaches. Tras ponerse en marcha la democratización de las estructuras políticas, se inició un proceso de descentralización que dotaba de mayores atribuciones a las administraciones locales.
La única organización política legal desde 1975 hasta 1990 fue el Frente Nacional para la Defensa de la Revolución Socialista de Madagascar, fundado en 1977 a partir de la unión de varios partidos. En la década de 1990 se permitió la actividad de otras fuerzas políticas, lo que dio lugar a la aparición de unos 120 partidos. Tras las elecciones legislativas de 1998, los que tenían mayor representación parlamentaria eran la Asociación para el Renacimiento de Madagascar, Liberalismo Económico y Acción Democrática para la Recuperación Nacional, y la Agrupación para el Socialismo y la Democracia.
El Ejército está formado por 13.500 miembros y cuenta con una gendarmería que ejerce funciones paramilitares.
Madagascar es miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la Unión Africana y de algunas otras organizaciones internacionales. Firmó la segunda Convención de Lomé, un acuerdo de cooperación entre la Comunidad Económica Europea (CEE, hoy Unión Europea) y unos 60 países en vías de desarrollo.
Se cree que la población de Madagascar desciende de indonesios y africanos que llegaron a la isla en épocas remotas. El primer europeo en avistarla fue el portugués Diogo Dias, en su camino hacia la India en 1500. Durante el siglo XVII los portugueses, ingleses y franceses trataron sucesivamente de colonizar Madagascar.
Los franceses obtuvieron temporalmente una posición en la isla en 1642, pero fueron expulsados en 1674. Finalmente, durante el siglo siguiente, establecieron diversas bases comerciales a lo largo de la costa este. Sin embargo, su esfera de influencia era restringida como resultado del ascenso del reino de Imerina, un pueblo de origen malayo de la meseta central. Desde 1810 hasta 1828, durante el gobierno del rey Radama I, hostil a los franceses, los británicos comenzaron a tener influencia, y sus oficiales entrenaron las tropas de Imerina, mientras que misioneros británicos introdujeron el cristianismo en la isla y fundaron varios colegios. Tras la muerte de Radama se produjo una fuerte reacción ante la cultura europea; se abolieron las reformas, se persiguió a los misioneros y se cortaron las relaciones comerciales con Gran Bretaña. Durante el reinado de Radama II (1861-1863) un rey más progresista, se reintrodujeron algunas de las reformas previas. Radama II era favorable a los franceses pero posteriormente fue asesinado por una facción conservadora de la corte de Imerina. Con la sumisión en 1895 de la reina Ranavalona III culminó un prolongado periodo de tensas relaciones y hostilidades recurrentes con los franceses. Como consecuencia de levantamientos populares, en 1896 Madagascar fue proclamada colonia francesa; se instituyó un mandato militar y la reina se exilió.

Durante las décadas siguientes se introdujeron diversas mejoras, pero el descontento por la administración francesa pronto tomó proporciones alarmantes. En 1916 una sociedad secreta nacionalista fue declarada ilegal y cientos de sus miembros encarcelados.
En mayo de 1942, dos años después de la ocupación de Francia por los alemanes durante la II Guerra Mundial, el gobierno británico temeroso de que los japoneses pudieran apoderarse de Madagascar, envió una fuerza expedicionaria a la isla. En 1943 los británicos cedieron el control al gobierno de la Francia Libre. El periodo de posguerra estuvo marcado por la continua agitación nacionalista.
Bajo los términos de la Constitución francesa de 1946, Madagascar se convirtió en un territorio ultramarino de Francia. La legislación estableció asambleas provinciales electivas en Madagascar, con poderes limitados. En marzo de 1947 los nacionalistas del este de la isla organizaron revueltas armadas en contra de Francia, que no fueron suprimidas hasta agosto. Después de esta revuelta el gobierno acentuó los esfuerzos para mejorar la economía al extender la red de carreteras y al explotar los depósitos de carbón de una forma más sistemática. Durante la década de 1950, Francia tomó medidas para aumentar el grado de autogobierno de la isla. Las elecciones que tuvieron lugar en 1951, 1952 y 1957 generalmente favorecieron a aquellos que abogaban por conseguir la independencia de una manera gradual. El 78% del electorado malgache aprobó la V República de Francia en un referéndum que tuvo lugar el 28 de septiembre de 1958. Un congreso posterior de los miembros de los concejos provinciales proclamó la República Malgache, como miembro semiautónomo de la Comunidad francesa. Philibert Tsiranana, el dirigente del Partido Socialdemócrata se convirtió en el primer presidente de la República el 1 de noviembre. El 26 de junio de 1960, la República obtuvo la plena independencia mientras mantenía acuerdos cordiales con Francia. En septiembre fue admitida en las Naciones Unidas.

Tras diez años de calma, el país sufrió un periodo de inestabilidad política a comienzos de la década de 1970. Aunque Tsiranana fue reelegido por segunda vez en enero de 1972, en la primavera de ese año una huelga de estudiantes condujo al levantamiento general y Tsiranana se vio forzado a ceder el poder al jefe del Estado Mayor, el general Gabriel Ramanantsoa, quien, a su vez, fue expulsado por otros militares a comienzos de 1975; en junio el capitán de fragata Didier Ratsiraka fue nombrado jefe del Estado al convertirse en presidente del Consejo Supremo de la Revolución. El 30 de diciembre el Estado cambió su nombre por el de República Democrática de Madagascar, y el 4 de enero de 1976, Ratsiraka comenzó un mandato de siete años como presidente. A finales de la década de 1970, presiones económicas se unieron al malestar político, y el gobierno respondió con una serie de alertas y arrestos; se informó de la existencia de conspiraciones antigubernamentales en 1977, 1980 y 1982. Reelegido en noviembre de 1982 y marzo de 1989, Ratsiraka reprimió otro intento de golpe de Estado en mayo de 1990.
Después de las masivas manifestaciones antigubernamentales convocadas en agosto de 1991 por el Comité de las Fuerzas Vivas (CFV), el presidente prometió abrir un proceso de democratización de la vida política; en noviembre fue nombrado un gobierno de transición y en agosto de 1992 se aprobó por referéndum popular una nueva Constitución que dio paso a la III República. Albert Zafy venció a Ratsiraka en las elecciones presidenciales de febrero de 1993, mientras que el CFV lograba la mayoría en las elecciones legislativas que se celebraron simultáneamente. La transición hacia un mandato civil estuvo marcada por la oposición de las tropas leales a Ratsiraka, así como por conflictos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto a la tasa de cambio del franco malgache.
En octubre de 1995, la Asamblea Nacional eligió a Emmanuel Rakotovahiny para desempeñar el cargo de primer ministro. Éste dimitió en mayo de 1996 y Zafy designó a Norbert Ratsirahonana para sustituirlo. En septiembre de ese año la Asamblea Nacional acusó a Zafy de, entre otras cuestiones, fracasar en su intento para alcanzar un acuerdo con el FMI. Zafy dimitió de forma oficial en octubre, por lo que se convocaron elecciones presidenciales para el mes de diciembre. Tras derrotar a Zafy, Ratsiraka accedió de nuevo a la presidencia en enero de 1997 y al mes siguiente nombró primer ministro a Pascal Rakotomavo.
Después de celebrarse un referéndum en marzo de 1998, la Constitución fue enmendada para modificar el sistema de gobierno, que adoptó una nueva forma de tipo federal. Tras las elecciones legislativas de mayo, y la dimisión de Rakotomavo en julio, el presidente Ratsiraka firmó un decreto por el que designó jefe de gobierno a Tantely Andrianarivo, viceprimer ministro en el anterior gabinete.
A comienzos de 2000, fuertes lluvias y ciclones causaron severas inundaciones. Numerosas casas quedaron destrozadas, y la ganadería y los cultivos de vainilla sufrieron graves perjuicios. Como consecuencia de todo ello, aproximadamente 40.000 personas perdieron sus hogares y el país se vio inmerso en una situación de considerables dificultades económicas. A continuación de estos desastres, una epidemia de cólera acabó con la vida de centenares de personas.
En las elecciones presidenciales de diciembre de 2001, Ratsiraka obtuvo el 40,9% de los votos, superado por el 46,2% que consiguió Marc Ravalomanana. Estos resultados, que tardaron un mes en ser hechos públicos, no se consideraron determinantes, por lo que se decidió que tuviera lugar una segunda vuelta entre ambos candidatos en febrero de 2002. Como protesta ante esa nueva cita con las urnas, que consideraba innecesaria, Ravalomanana convocó una huelga general para finales de enero de 2002 y, en el mes siguiente, se proclamó presidente y anunció la formación de gobierno, con Jacques Sylla como primer ministro. Los desórdenes se generalizaron en las calles y Ratsiraka implantó la ley marcial en Antananarivo. Dispuesto a no abandonar el poder, se trasladó a la ciudad costera de Toamasina e impuso un bloqueo a la capital. Sin embargo, Ratsiraka fue incapaz de resistir en tal situación y en julio de 2002, después de que Ravalomanana fuera reconocido como legítimo presidente por Estados Unidos, Francia y otros países occidentales, abandonó el país.